Un año de la muerte de Álvaro Prieto, la misteriosa desaparición que conmocionó a España

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El cordobés Álvaro Prieto
El cordobés Álvaro Prieto

El juvenil del Córdoba CF desapareció en la mañana del jueves 12 de octubre del 2023 en la estación de Santa Justa, en Sevilla, donde pretendía coger el tren de regreso a Córdoba.  «Voy para la parada», escribió a sus padres. Tras casi 100 horas de intensa búsqueda, su cuerpo fue localizado el día 16 entre dos vagones en la estación.  Álvaro había muerto electrocutado el mismo día de su desaparición

12 oct 2024 . Actualizado a las 19:16 h.

Álvaro Prieto desapareció el 12 de octubre del 2023 sin dejar rastro. Lo que comenzó como un plan de escapada a Sevilla de fiesta con su mejor amigo terminó en tragedia. El cuerpo del joven cordobés de 18 años fue localizado cuatro días después de manera fortuita por un equipo de reporteros de RTVE entre dos vagones en la estación de Santa Justa. La autopsia confirmó que Álvaro murió electrocutado el mismo día de su desaparición. El chico recibió una descarga fatal al tocar la catenaria de un tren al que se había subido. 

Después de una noche de diversión en la capital hispalense, Álvaro intentó coger el tren con destino Córdoba a las 7.22 del jueves 12 de octubre. Así se lo dijo a sus padres a través de un mensaje de wasap. «Voy para la parada», les escribió. Esa fue la última vez que activó su teléfono. Una vez en la estación, por problemas con su móvil, el joven no pudo mostrar su billete y no pudo subirse al tren. Aun así, el chaval lo intentó en el de las 8.55 horas saltándose el control de seguridad. Fue detectado, identificado y expulsado de la estación.

En su intento por volver a casa, y según trabajadores de la estación de Santa Justa, el joven se desplazó hasta el párking de la avenida Kansas City, y desde allí trató de entrar sin permiso a los andenes. De nuevo, fue encontrado por los trabajadores, a los que explicó que estaba buscando el camino para volver a las vías, pero estos le pidieron que abandonara la zona. Eran las nueve de la mañana, y el joven todavía sería visto por una mujer una hora y media después, transitando, con pantalón beis y camisa verde, por la avenida de Kansas City en dirección al tramo de Las Huertas, que se corresponde con la salida de la ciudad hacia Córdoba. En ese punto concreto se le perdió la pista.

Mientras, su familia, lo esperaba para comer.  Los padres de Álvaro son originarios de Lugo, aunque llevan más de 30 años viviendo en Córdoba, donde Rafael, su padre es empresario, y Julia, su madre, ejerció de procuradora. Comenzaron a inquietarse tras no tener noticias de Álvaro y no poder contactar con él: su móvil estaba «apagado o fuera de cobertura». Se desplazaron a Sevilla a interponer una denuncia ante la Policía Nacional. El misterio rodeaba un caso en el que lo único que parecía claro es que el joven no se había desvanecido por voluntad propia. Por la zona en la que había estado de fiesta no lo había visto nadie; sus amigos tampoco tenían noticias suyas.

La desaparición del joven cordobés se viralizó y la foto Álvaro se coló en televisiones y periódicos de toda España el día 13 de octubre, mientras la Policía, que se volcó en el caso, activaba el «protocolo de desapariciones inquietantes». Estudiante de ingeniería, el chico tenía una vida ordenada y una familia estructurada. Era un buen estudiante y deportista, y aparentemente no había argumentos ni indicios para pensar que hubiese pretendido marcharse de casa, más aún cuando escribió a su madre para informarle de que iba de camino a la parada.

La alerta de búsqueda de Álvaro Prieto fue la que tuvo mayor difusión del año, superando incluso los dos millones de impactos en los tres primeros días, según informó SOS Desaparecidos. La oenegé recibió más de 500 llamadas de personas que advertían de posibles avistamientos por toda la geografía española. Pero solo cuatro contenían información relevante: los de cuatro testigos que vieron a Álvaro en la estación de Santa Justa y que coincidieron en que, aunque su empeño era subir al tren, en todo momento fue respetuoso con el personal de Renfe.

Los intentos constantes del joven por acceder a un tren para volver a casa llevaron tanto a su familia como a algunos investigadores a pensar que, en su intento por regresar a Córdoba, habría hecho autoestop o incluso podría haber sido atropellado. Pero la imposibilidad de captarlo en alguna otra cámara de la zona llevó finalmente a los investigadores policiales a sospechar que Álvaro podría no haber abandonado nunca los alrededores de Santa Justa.  Después de 100 horas de intensa búsqueda, el cuerpo del jugador del juvenil del Córdoba fue localizado entre dos vagones de un tren de Renfe en la estación sevillana. La cámara de una gasolinera próxima a los talleres ferroviarios de Santa Justa grabó al joven cordobés caminando, entre las 9.30 y las 9.45 de la mañana del 12 de octubre, sobre el techo del tren en el que días después fue encontrado sin vida.

La muerte de Álvaro provocó una gran consternación no solo en Córdoba. La desgraciada historia de su desaparición mantuvo en vilo a familiares, amigos, y a miles de hogares de toda España que siguieron el caso hasta su fatal desenlace.

Archivo de la causa

El 2 de enero del 2024 el Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla dictó un auto en el que se acordó el archivo de la causa abierta tras la muerte del joven. En un auto fechado el día 19 de diciembre del 2023, el juzgado concluyó que, del resultado de las diligencias de instrucción practicadas, «no existen indicios de la comisión de ilícito penal alguno, y en el que intervinieran de forma intencionada o imprudente terceros en el fallecimiento» de Álvaro Prieto.