Yolanda Díaz visita Inditex y anuncia bonificaciones para que las «nanoempresas» puedan reducir la jornada

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Defiende un nuevo incremento del salario mínimo interprofesional y entiende que «hay productividad suficiente para que la gente pueda trabajar un poquito menos»

07 oct 2024 . Actualizado a las 18:48 h.

La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, acaba de terminar una visita a Inditex —compañía «referente», dijo—, que en el mes de julio cerró un acuerdo para reducir la jornada laboral a los empleados de tienda que superen los 55 años y lleven más de 10 años en la compañía. Aprovechó este hecho para confirmar que «el pacto de articulación en la parte industrial de la multinacional va en la línea de la reducción de la jornada en la que está trabajando la mesa de diálogo social en nuestro país» y se mostró convencida de que «hay mimbres suficientes en la mesa con patronal y sindicatos para acordar la reducción de la jornada laboral, porque sobre todo va a mejorar la productividad». «Lo que pretendemos —añadió— es que todos los trabajadores, con independencia del sector en el que trabajen, tengan idénticos derechos», y que los pactos no solo beneficien a los empleados públicos que ya tienen su jornada en 37 horas y media.

Aunque la ministra —que mantuvo un encuentro con la presidenta de la textil, Marta Ortega, y con el consejero delegado, Óscar García Maceiras— recordó que «una parte muy importante de las empresas en nuestro país» ya tienen una jornada inferior incluso a la que está planteando, se mostró consciente de que la implementación de la medida tiene más problemas en las pequeñas empresas. Por lo tanto, reiteró que «en la siguiente convocatoria de la mesa de diálogo social se abordará un plan de acompañamiento para que este tipo de pequeñas firmas puedan acompasar esa reducción de jornada», que debe extenderse a todos los trabajadores del país. No concretó mucho más sobre las medidas a adoptar pero avanzó que tienen que ver con bonificaciones a «nanoempresas, donde la reducción de la jornada tiene más dificultades».

Apostilló que en la mesa también se está trabajando en el registro horario en remoto y en el derecho a la desconexión para «no tener que seguir trabajando ni recibir llamadas ni correos electrónicos después de finalizar la jornada laboral, esto es bastante europeo. Es apasionante porque abordamos una materia fundamental: tenemos que trabajar menos para vivir mejor. Hoy hay productividad suficiente para que la gente pueda trabajar un poquito menos. Tenemos que acompasar el tiempo de trabajo y el tiempo de vida con mejores salarios». Anunció también que «en nada» convocará a la comisión de expertos y expertas para seguir subiendo el salario mínimo interprofesional, aunque no concretó la cantidad.

Sobre las bajas laborales flexibles, la ministra se dirigió a los trabajadores que tienen que estar «tranquilos», dijo, porque «no va a haber modificaciones que empeoren lo que hoy es un derecho fundamental no sujeto a las condiciones ni de pluriactividad ni de parcialidad». «Ustedes cotizan para tener protegida la salud y con la salud no se juega», añadió. 

Los periodistas preguntaron a la vicepresidenta sobre la aprobación en el Congreso de la reducción de las penas de cárcel para 44 etarras y Díaz explicó que «es una transposición de una directiva europea que fue aprobada por unanimidad (y cuando digo por unanimidad digo hasta por la extrema derecha española en Europa) y tiene que ver sencillamente con los derechos fundamentales».

Sobre el conflicto en Oriente Próximo, comenzó su declaración condenando de manera absoluta «lo que vivimos hace un año» en Israel, también lo ocurrido en Irán, así como «la vulneración flagrante del derecho internacional, de la legalidad internacional y el genocidio que estamos viviendo a diario en Palestina. La legalidad internacional y el derecho internacional no se pueden relativizar. Se aplica aquí y en todo el mundo». «Somos claras: creemos que hay que avanzar en materia de sanciones —sin lugar a dudas—, como hacemos con los países que incumplen la legalidad internacional no hay relatividad ninguna en la legalidad internacional o en los derechos humanos», concluyó.