Puigdemont ratifica su cambio de opinión: no dejará la política y seguirá como diputado

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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Carles Puigdemont y el exconsejero Toni Comín, en una imagen de archivo
Carles Puigdemont y el exconsejero Toni Comín, en una imagen de archivo Bruno Fortea Miras | EFE

Renuncia a ser jefe de la oposición a Illa y no lo será ningún parlamentario de Junts, por lo que ERC se postula para el cargo

04 oct 2024 . Actualizado a las 09:25 h.

Carles Puigdemont no ejercerá de jefe de la oposición al Gobierno de Salvador Illa en Cataluña, cumpliendo así con lo que ya anunció en la campaña electoral. Tampoco desempeñará este rol ningún otro diputado de su partido. Así lo anunció este jueves el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, en una rueda de prensa en Waterloo (Bélgica), donde los posconvergentes diseñan la estrategia parlamentaria a seguir en los próximos años.

El expresidente aseguró también en campaña que retornaría a Cataluña y asistiría al pleno de investidura y cumplió a medias, pues volvió a Barcelona, pero no entró en la Cámara. También afirmó que si no era investido presidente dejaría la «política activa» y no lo hizo.

A pocos días del debate de política general en el Parlamento catalán, que dará inicio al nuevo curso político en la comunidad, Batet aseguró que ni el expresidente fugado en Bélgica y con una orden de detención pendiente por parte del Tribunal Supremo, que le niega la amnistía, ni ningún otro diputado de Junts «asumiremos el cargo de jefe de la oposición ni los cargos de confianza que van asociados». El diputado independentista lo justificó en el hecho de que «nosotros no hemos venido a hacer oposición, venimos a construir una alternativa potente que haga que se respete Cataluña y que evidencie que la dependencia de Madrid no es buena para los catalanes».

Batet cargó de nuevo contra Illa, de quien dijo que «ha empezado mal, muy mal, sin la más mínima referencia al 1-O ni a las víctimas de la represión judicial y policial que se vivió esos días», y lo acusó de dar una «falsa» imagen de vuelta a la normalidad en Cataluña, mientras Puigdemont y [el exconsejero Lluís] Puig no pueden ejercer sus «derechos de participación política por una ley de amnistía que no se aplica». 

Ventajas del jefe de la oposición

Institucionalizado por decreto en el año 2004 bajo la presidencia de Pasqual Maragall, el jefe de la oposición en Cataluña tiene derecho a oficina propia, dos asesores y el título de honorable. Su sueldo es superior al de un presidente de grupo parlamentario, el mismo que el de un consejero (en torno a los 120.000 euros anuales, más dietas). El último en ejercer este rol fue el propio Salvador Illa en la pasada legislatura. Antes lo fueron Carlos Carrizosa e Inés Arrimadas, de Ciudadanos.

La decisión del líder de Junts comportará cambios en el seno del grupo parlamentario. La actual portavoz, Mònica Sales, ganará peso al asumir tareas ejecutivas y de gestión interna, mientras que Albert Batet desempañará un papel «más institucional». 

Esquerra se postula

En declaraciones a Catalunya Ràdio, el expresidente de la Generalitat Artur Mas ve «lógico» que Puigdemont renuncie a esta figura: «Ha sido presidente y no es fácil pasar a ser jefe de la oposición», si bien añadió que «si no es él, alguien lo tiene que ser». Tanto Mas como Jordi Pujol están «explorando fórmulas» para «acercarse» a los posconvergentes, después de que en julio ambos anunciaran que se harían militantes del partido.

En Esquerra Republicana no tardaron en mostrar su predisposición a asumir el papel que los junteros desprecian. «Si el grupo parlamentario de JxCat decide dejar vacante la figura de jefe de la oposición, nosotros nos presentamos voluntarios a poder ejercer esta oposición responsable y exigente, pero también republicana, transformadora y desacomplejada», señaló la portavoz parlamentaria, Marta Vilalta, obviando que sus diputados entregaron el Gobierno de la Generalitat a Illa hace apenas dos meses. Algo, en principio, poco compatible con la labor de oposición.

En el debate de política general en el Parlamento, los republicanos pretenden poner contra las cuerdas a la formación de Puigdemont, llevando al hemiciclo una propuesta de resolución que reclama una vez más una financiación «justa» para Cataluña. Vilalta confía en que su iniciativa cuente con el apoyo explícito del PSC y de los comunes, de manera que los socialistas confirmen su compromiso con el pacto suscrito en agosto para la investidura de Salvador Illa. Un acuerdo que incluye como plato principal un nuevo modelo de financiación autonómica, que debería pasar por una ley orgánica que ceda la gestión, recaudación y liquidación de todos los impuestos que se generan en la comunidad autónoma y el «empoderamiento de la hacienda catalana», en palabras de Vilalta.

Comín dice que quiere prometer la Constitución 

El eurodiputado electo de Junts Toni Comín ha pedido que se le «levante la orden de detención» para poder ir a Madrid a prometer la Constitución, de modo que pueda acceder a su escaño en el Parlamento Europeo. Lo dijo en una entrevista en «Vilaweb» recogida por Europa Press, donde admitió que el Tribunal Constitucional tardará varios meses o incluso años en resolver el recurso que presentaron para que se les aplique la ley de amnistía, ante lo cual defiende que tendría que dictar unas medidas cautelares.