Rusia conquista Vugledar, la estratégica fortaleza ucraniana que abre las puertas al sur del Dombás
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Este municipio, que contaba con más de 14.000 habitantes antes del comienzo de la guerra, es un lugar estratégico por su cercanía con la línea férrea que conecta Crimea con Donetsk
02 oct 2024 . Actualizado a las 21:50 h.Cuando se cumplen 951 días de guerra en Ucrania, Rusia se apuntó su mayor victoria militar en más de seis meses de combates al conquistar Vugledar, estratégica fortaleza que abre las puertas a controlar el sur de la región del Dombás. La bandera tricolor fue izada en el ayuntamiento de esta ciudad de la autoproclamada república popular de Donetsk y poco después Kiev anunció la retirada de las tropas que defendían el bastión desde marzo del 2022, dejando atrás apenas un centenar de civiles tras la evacuación de todos los menores. La cúpula militar dio la orden de repliegue para «conservar el personal y el equipo militar», habida cuenta de que las tropas rusas estaban dispuestas a avanzar «a cualquier precio». Los servicios de inteligencia británicos ya la semana pasada advertían de que las fuerzas rusas estaban listas para entrar en la ciudad desde tres frentes.
Sin la toma de Vugledar era imposible hacerse con el control de todo el sur del Dombás. Ahora, según los medios occidentales, Moscú tiene el camino expedito.
Vugledar está situada a unos pocos kilómetros de la línea férrea que comunica la capital de Donetsk y la península de Crimea, puntos ambos controlados por Rusia, por lo que la consolidación rusa en la zona permitiría abrir una vía de suministro alternativa al puente de Kerch y al transporte marítimo.
Simbólica victoria
Su conquista es el mayor éxito para el Kremlin desde la toma el pasado febrero de Avdivka. Vugledar, que antes de la guerra tenía más de 14.000 habitantes, era uno de los principales objetivos de la ofensiva rusa que comenzó en el Dombás en octubre del 2023. Ante los continuos ataques contra el puente de Crimea, la vía férrea entre Donetsk y la península se convirtió en una alternativa logística, pero su paso a escasos kilómetros de Vugledar la hizo demasiado insegura. Por ese motivo, Moscú se vio obligado incluso a construir una nueva vía férrea entre la región rusa de Rostov y Volnovaja en Donetsk.
Ante el gran número de bajas sufridas en los avances que protagonizó el Ejército ruso en el primer invierno de la guerra, decidió cambiar de táctica. De los ataques frontales con brigadas mecanizadas pasó a atacar con pequeños destacamentos por los flancos, apostando por una táctica de desgaste. Los militares ucranianos reconocieron este miércoles que la pérdida del bastión es una consecuencia directa de la acuciante falta de hombres para mantener las posiciones y demandó una nueva movilización.