Elecciones en Estados Unidos:  Tim Walz y JD Vance, candidatos a vicepresidente, se enfrentan en un debate entre veteranos

Miguel Palacio NUEVA YORK | E. LA VOZ

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Tim Walz y JD Vance, durante el debate electoral
Tim Walz y JD Vance, durante el debate electoral Brendan McDermid | REUTERS

Los dos candidatos a ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos discutieron sobre medidas y políticas públicas con una profundidad que ha brillado por su ausencia en lo que va de campaña

02 oct 2024 . Actualizado a las 11:00 h.

Era, según todas las informaciones disponibles, el último debate electoral antes de que los estadounidenses se den cita con las urnas. El encuentro enfrentó a los dos candidatos a ocupar la vicepresidencia de EE.UU., el demócrata Tim Walz y el republicano J.D. Vance. Durante el cara a cara, los dos candidatos discutieron sobre medidas y políticas públicas con una profundidad que ha brillado por su ausencia en lo que va de campaña.

El encuentro, que tuvo lugar en Nueva York bajo la batuta de la cadena CBS News, duró más de 90 minutos y llegó en un momento en el que las encuestas pintan una carrera electoral extremadamente ajustada. Era la primera ocasión en la que los dos vicepresidenciables se veían las caras y ofrecían a los estadounidenses una muestra de sus capacidades.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, que cuando estaba siendo considerado inicialmente como candidato por la campaña de Harris, avisó de que los debates no eran su fuerte, comenzó el buscando pivotar todas sus respuestas hacia las críticas a Trump. Del magnate dijo que era «caótico y peligroso» y subrayó que «estaba al borde de los 80 años». Una noción a la que el demócrata quiso contraponer, todo el tiempo, «el liderazgo estable» de Biden y Harris. 

Frente a él, Vance ofreció la actuación de un candidato solvente, alejado de las diatribas inconexas a las que se entrega su jefe con frecuencia. En varias ocasiones, además, el senador por Ohio quiso subrayar su complicada infancia en los Estados Unidos rurales, un activo que ya le valió convertirse en autor superventas y con el que Trump quiso contar para ganar las elecciones. Por coherente llegó, incluso, a hablar sobre el cambio climático, al que su jefe se ha referido —en varias ocasiones— como un «engaño». 

El paso de los dos hombres que estaban ante las cámaras de la CBS por el ejército pasó de refilón por el debate. Vance, que hizo referencia a su pasado militar durante su primera intervención, pareció haber olvidad que antes del debate había sugerido que la carrera militar de Walz podía dar lugar a sus ataques. Walz, por su lado, nunca llegó a subrayar su propio paso por la Guardia Nacional. 

Sobre uno de los temas candentes, la situación en Oriente Medio, Vance defendió el derecho de Israel a defenderse y afirmó que EE.UU. debía «apoyar a sus aliados allá donde estén cuando estén luchando contra los malos». El candidato demócrata, por su lado, quiso recordar que todo comenzó con los ataques del 7 de octubre de Hamás contra Israel, país cuya capacidad de defensa, dijo, era «absolutamente fundamental». 

De nuevo, uno de los puntos más rocosos del debate volvió a encontrarse en la cuestión migratoria. Un tema que Walz aprovechó para acusar a Trump de hundir la propuesta de reforma migratoria de Biden —que incluía un aumento de los fondos destinados a la frontera— y en el que Vance defendió las potenciales «deportaciones masivas» que ha prometido Trump, clasificándolas de beneficiosas para los trabajadores de EE.UU.

Con todo, los dos candidatos a vicepresidente ofrecieron un encuentro con mayor profundidad de medidas, contenido programático y políticas públicas que el que ofrecieron sus compañeros de papeleta el pasado 10 de septiembre en Filadelfia. Además, el debate entre Vance y Walz también fue mucho más civilizado en las formas, con ambos candidatos llegando a reconocer que estaban de acuerdo con su contrincante en torno a varias cuestiones.  

Las reglas preveían que los candidatos tuvieran dos minutos por intervención para responder las preguntas de los moderadores. El estudio, igual que el que acogió el debate entre Harris y Trump, estaba vacío. Este punto, la organización y reglas de los debates, ha sido un punto de contenciosos entre las dos campañas desde que comenzó la negociación de cara a preparar los encuentros. Una cuestión que, de momento, y ante la negativa de Trump de volver a debatir con Harris, se irá quedando en el retrovisor de una carrera hacia la Casa Blanca que sigue quemando etapas.

Ahora habrá que ver si el cara a cara vicepresidencial termina teniendo la capacidad de mover unas encuestas que llevan varias semanas prediciendo el resultado más ajustado de las últimas décadas. Hasta ahora, los debates se han demostrado cruciales en esta competición electoral. El primero descabalgó a Joe Biden de la candidatura demócrata, y el segundo desactivó la narrativa de la campaña de Trump que pintaba al republicano como el candidato en mejores condiciones entre todas las opciones posibles. El tercero, y posiblemente último, dejó una imagen de los candidatos a vicepresidente que recordó poco a la de sus potenciales jefes.