Jimmy Carter: cien años de compromiso con los derechos humanos

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter el pasado mes de noviembre en el funeral de su esposa, Rosalynn Carter.
El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter el pasado mes de noviembre en el funeral de su esposa, Rosalynn Carter. Pool | REUTERS

El expresidente, que recibió el Nobel de la Paz en el 2002, se convierte en el exjefe del Ejecutivo más longevo de la historia del país

29 dic 2024 . Actualizado a las 22:16 h.

En un momento en el que los presidentes de Estados Unidos parecen querer demostrar que siempre puede haber un mandatario más viejo, el expresidente demócrata, Jimmy Carter, se mantiene en la cúspide. Carter, que el martes cumplía 100 años, no solo es el exmandatario más longevo de la historia de EE.UU., también es uno de los que más han aprovechado el retiro de la vida política.

A lo largo de su carrera, Carter recorrió casi todas las instancias políticas de Estados Unidos. Partiendo de un escaño en el Senado de Georgia al que se aupó en 1962, en plena efervescencia del movimiento por los derechos civiles, a Carter le llevó dos intentos convertirse en el gobernador de Georgia, cargo al que accedió finalmente en 1971.

En 1977, tras ganar las elecciones contra el republicano Gerald Ford, Carter se convirtió en el 39 presidente de Estados Unidos. La suya fue una presidencia volcada en el fomento del empleo en un momento de persistente inflación y altos tipos de interés. A pesar de ello, sus logros en política exterior se han demostrado cruciales en la historia posterior de Estados Unidos; méritos como la ratificación de los tratados de establecimiento del Canal de Panamá o el impulso de unos pactos de no proliferación nuclear con la URSS malogrados después por la invasión soviética de Afganistán.

Carter fue especialmente activo en Oriente Medio. Allí, además de ayudar a sentar la paz entre Egipto e Israel con los acuerdos de Camp Davis de 1978, también tuvo que lidiar con el episodio que, a la postre, le costaría la presidencia: la crisis de los rehenes de Irán de 1979. Un enfrentamiento diplomático entre Estados Unidos y su principal rival en Oriente Medio que a pesar de prolongarse durante más de 400 días, se saldó con la liberación de los 52 estadounidenses detenidos en la República Islámica.

«Mientras sea presidente, el Gobierno de Estados Unidos seguirá fomentando los derechos humanos a través del mundo. Ninguna fuerza sobre la Tierra puede separarnos de ese compromiso», decía Carter en 1978 en conmemoración del aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Con ellas, también describía, en el fondo, la que sería su aproximación al servicio público después de salir de la Casa Blanca.

El Carter Center

Así, tras perder las elecciones contra Ronald Reagan en 1980, Carter se decidió en contra de emprender el viraje hacia la empresa privada. En su lugar, solo dos años después de dejar la Casa Blanca, Carter y su esposa, Rosalynn Carter, se convirtieron en los fundadores del Carter Center, una organización centrada en la protección de los derechos humanos y en «aliviar el sufrimiento humano» allá donde se produzca. Carter, además, encontró tiempo para encabezar misiones de paz a Oriente Medio y Cuba, y para participar en negociaciones de intercambio de rehenes como la que le llevó a Corea del Norte en el 2010.

Fruto de una vida de servicio público y de su inquebrantable compromiso con los derechos humanos, Jimmy Carter recibió el premio Nobel de la Paz en el año 2002. En los años posteriores el expresidente superó un cáncer cerebral, dio a luz una autobiografía cuya versión en audio mereció un premio Grammy y perdió a su esposa el año pasado. Hoy, se convierte en el primer expresidente de EE.UU. en alcanzar el siglo de edad.