El primer ministro libanés, sobre los ataques de Israel: «No tenemos otra opción que la diplomacia»

La Voz REDACCIÓN

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David Dee Delgado | REUTERS

Irán, por su parte, señala que la muerte de su general en Beirut «nunca quedará sin respuesta»

29 sep 2024 . Actualizado a las 17:51 h.

El primer ministro libanés, Najib Mikati, consideró este domingo que la diplomacia es la única vía de salida en medio de los ataques israelíes sin precedentes contra el Líbano y abogó por buscar soluciones al conflicto a través de los foros internacionales.

«No tenemos otra opción que la diplomacia, desde el inicio hemos pedido la aplicación completa de la resolución 1701 (del Consejo de Seguridad de la ONU) y el Gobierno se compromete a ello (...) Si se prolonga la guerra al final volveremos a la resolución 1701», afirmó en una rueda de prensa, que recoge Efe. 

«El Líbano tiene fe en la comunidad internacional, en la legitimidad internacional y en la ONU, y no cree en la ley del más fuerte», agregó el dirigente.

En las últimas dos semanas, Israel ha lanzado una serie de ataques sin precedente contra los principales bastiones del grupo chií libanés Hezbolá, que dejan ya más de un millar de muertos, 6.000 heridos y alrededor de un millón de desplazados internos, según datos oficiales.

Uno de ellos mató el viernes al máximo líder de la formación, Hasán Nasrala, a las afueras de Beirut.

Mikati recordó que su Gobierno lleva pidiendo un alto el fuego en Gaza y en el Líbano «siete u ocho meses», desde mucho antes de que los enfrentamientos iniciados hace casi un año entre Hezbolá e Israel derivaran recientemente en una oleada de violencia sin precedentes en décadas.

«El cese el fuego en Gaza llevaría a un alto el fuego en el Líbano y los habitantes volverían a sus casas en el norte de Israel, y todo volvería a la normalidad mientras nos tomamos tiempo para aplicar la resolución 1701», reiteró el primer ministro.

Hezbolá insistió en los últimos meses en que solo pararía su lucha contra el Estado judío cuando terminara la guerra de Gaza, mientras la comunidad internacional abogaba por la implementación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra del 2006 entre las partes.

La respuesta de Irán

Por otra parte, el ministro Exteriores de Irán, Abás Araqchí, afirmó este domingo que la muerte del general de brigada de la Guardia Revolucionaria iraní en un ataque israelí en Beirut «nunca quedará sin respuesta».

«Sin duda, este horrible crimen del régimen agresor sionista nunca quedará sin respuesta», dijo en un comunicado Araqchí, quien se encuentra en Nueva York asistiendo a la Asamblea General de la ONU. 

Ha advertido de que «todas las posibilidades están abiertas» en el conflicto con Israel, incluso la de la guerra. «Todo el mundo reconoce el peligro de una guerra en la región. Esta situación es muy peligrosa y todas las posibilidades están abiertas en este momento», ha afirmado, según recoge la agencia de noticias iraní Fars, e informa Europa Press. Ha acusado además a Estados Unidos de colaborar en el «crimen» contra Nasralá. «Es evidente que la sangre de estos mártires no quedarán sin venganza. Seguiremos apoyando firmemente a Líbano», ha subrayado.

«El aparato diplomático también utilizará todos los medios posibles, sus capacidades políticas, diplomáticas, jurídicas e internacionales para perseguir a los criminales y a quienes los apoyan», añadió Araqchí, según informa Efe. 

La propia Guardia Revolucionaria condenó la muerte de su militar, pero no hizo menciones a posibles venganzas.

Otras autoridades han apuntado a respuestas a la muerte del libanés Nasrala a través del «Eje de la resistencia», la alianza informal liderara por Irán y formada además de por Hezbolá, por los palestinos de Hamás, los hutíes del Yemen y milicias islámicas de Irak.

Todo un contraste con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní en Damasco en abril, en una ataque atribuido a Israel, y tras el cual se multiplicaron las llamadas a la venganza.

Como represalia, Irán lanzó cientos de misiles y drones contra Israel a mediados de abril, en la primera ocasión en la que Teherán atacó directamente territorio israelí, en un bombardeo que pese a su espectacularidad apenas causó daños. 

El jefe de la diplomacia iraní, Abás Araqchí, calificó la muerte del subcomandante de operaciones de la fuerza militar, el general de brigada Abbas Nilforushan, como «un acto cruel y cobarde» y muestra de la «naturaleza terrorista y criminal del régimen sionista».

Nilforushan murió el viernes en los ataques israelíes contra Beirut en los que también falleció el líder de la milicia libanesa Hezbolá Hasán Nasrala, uno de sus principales aliados del país persa.

El grupo chií libanés también anunció este domingo que su destacado comandante Ali Karaki murió el viernes en el mismo bombardeo israelí que mató al máximo líder del movimiento, Hasán Nasrala.