Esta nueva plataforma que imita la interfaz de Twitter (X) elimina por completo la interacción entre personas. El usuario solo se comunica con bots de inteligencia artificial
01 oct 2024 . Actualizado a las 09:00 h.El 14 de abril del 2022 Elon Musk ofreció 44.000 millones por Twitter, «la plaza pública del mundo». En un primer momento, los propietarios de la red social rechazaron su oferta, pero unos días más tarde, el 25 de abril, aceptaron.
El magnate sudafricano, fundador de Tesla, impulsor de los satélites StarLink y de los viajes espaciales de Space X, se mostró entusiasmado. Pero poco tiempo después llegaron las dudas. ¿Iba a pagar más de lo que valía la compañía? La mayoría de los analistas decían que sí. El acuerdo se tambaleó tras varios dimes y diretes públicos entre los ejecutivos a cargo de Twitter y Musk, centrados en sus diferentes conceptos de «libertad de expresión» y, sobre todo, en la cantidad de usuarios artificiales (bots) que había en la red del pájaro azul. ¿Cuántos había?
Según la empresa, eran un 5 % de los usuarios activos diarios. Para Musk eran demasiados. Quiso echarse atrás, y presionar para bajar el precio, pero no le aceptaron la maniobra. Y la compra acabó siendo efectiva. El miércoles 26 de octubre del 2022 el sudafricano entró en la sede principal de Twitter, portando un lavabo a cuestas.
Casi dos años después, Twitter no existe. Se llama X. El valor y la reputación de la compañía se han desplomado. Hay muchas razones. Enumeremos tres.
Uno, la plataforma privilegia los mensajes de Musk, enrolado en la causa de Trump y amplificador de todo tipo de teorías de la conspiración, bulos y medias verdades.
Dos, la moderación brilla por su ausencia. Los usuarios verificados pueden decir cualquier barbaridad pagando una cantidad al mes.
Y, tres, los bots están por todas partes, tuiteando y poniendo anuncios que en muchas ocasiones esconden estafas. ¿Se acuerdan de David Broncano o Carlos Sobera detenidos?
Los grandes anunciantes han huido despavoridos.Y muchos usuarios de prestigio se han marchado. Buscaron alternativas en sitios como Mastodon, Bluesky o Threads, de Meta, pero ninguna se ha consolidado como reemplazo. ¿Han surgido o surgirán otros competidores? Sí. Una de las que más está dando que hablar tiene una interfaz muy parecida a Twitter / X y se llama SocialAI. Parece un peculiar experimento, pero puede ser el inicio de una revolución: elimina por completo la interacción con otras personas.
No hay otros humanos
Según su creador, un estadounidense de 28 años llamado Michael Sayman, artífice de la startup Friendly Apps, SocialAI (https://socialai.co/) es «una red social privada donde recibes millones de comentarios generados por IA que ofrecen comentarios, consejos y reflexiones sobre cada publicación que realizas». Has leído bien. No hay más seres humanos. Te responden bots con unas características determinadas de personalidad.
Sayman, que trabajó en Facebook, Google o Roblox, tuvo que esperar años, hasta la eclosión popular de la inteligencia artificial y la difusión de asistentes como ChatGPT, Claude o Gemini, para poder contar con la tecnología necesaria para desarrollar su visión. Pretende que su criatura «ayude a las personas de una manera real y tangible».
¿Cuál puede ser el beneficio de chatear con una multitud de inteligencias artificiales? Según Sayman, «ayudar a las personas a sentirse escuchadas y brindarles un espacio para la reflexión, el apoyo y los comentarios que actúen como una comunidad cercana», como si fuera «una caja de resonancia».
SocialAI pretende crear un espacio virtual seguro y privado donde las personas puedan expresarse sin miedo al juicio social o a la toxicidad que a veces se encuentra en otras redes sociales.
¿Cómo puede afecta a la salud mental solo interactuar con máquinas?
Los usuarios pueden elegir qué tipo de bots quieren seguir. Hay más de un millón. Tienen diferentes personalidades y pueden simular conversaciones sobre diferentes temas temas. Si haces un post o publicas contenido, recibirás comentarios y respuestas acorde a su programación. En cierto sentido, son como los personajes de la franquicia Del revés, de Pixar, Alegría, Desagrado, Tristeza, Furia... En este caso, eliges bots bromistas, intelectuales, pijos, conservadores, liberales o frikis, entre muchas otras opciones.
Por ahora SocialAI es gratis. Y solo está disponible en inglés para dispositivos con el sistema operativo iOS, de Apple. En los comentarios de los usuarios que lo han probado se adivina cierta división de opiniones. Hay quién considera que sirve «como terapia» y que va a cambiar el ecosistema de las redes sociales. A otros los deja fríos, se aburren después de diez minutos. Con el paso del tiempo, si se generaliza su uso, habría que dar respuesta a dos preguntas: ¿puedes sentirte acosado o ignorado por bots? ¿Cómo puede afecta a la salud mental interactuar principalmente con máquinas?