Putin lanza un «aviso» nuclear para que la OTAN no apruebe el uso de misiles de largo alcance

La Voz REDACCIÓN

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Putin, durante un discurso este jueves en Moscú por la semana de la energía.
Putin, durante un discurso este jueves en Moscú por la semana de la energía. Alexander Kazakov | REUTERS

Moscú se reserva el derecho de responder con arsenal atómico a cualquier ataque convencional contra Rusia o Bielorrusia

27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A partir de ahora, cualquier ataque convencional contra Rusia o Bielorrusia podría traer una respuesta nuclear. Vladimir Putin aprobó el jueves esta nueva doctrina para enviar un «aviso» a Occidente e impedir que autorice a Ucrania el uso de misiles de largo alcance. «Es una advertencia sobre las consecuencias en caso de que esos países participen en un ataque contra nuestro país por diversos medios, no obligatoriamente nucleares», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Putin dio la orden a última hora del miércoles. La situación político-militar en el mundo «está cambiando activamente», aseveró Peskov, lo que propicia la aparición de «nuevas fuentes de amenaza militar y riesgos para Rusia y sus aliados». El anuncio, de hecho, coincide con la visita a Estados Unidos de Volodímir Zelenski, quien iba a presentar este jueves al jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, su plan para la victoria. Un proyecto que incluye el suministro de armamento para derrotar a Rusia.

La respuesta de Moscú no ha sido irreflexiva. Hacía varios meses que Putin había sugerido esa posibilidad, pero no se decidió a anunciar la nueva doctrina hasta que Moscú concluyó que, en realidad, la OTAN ya tomó hace mucho tiempo la decisión de permitir a Kiev usar sus misiles contra territorio ruso. El miércoles, durante la reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, el autócrata destacó que «se ha ampliado el listado de amenazas militares» contra las que se llevarán a cabo «acciones de disuasión nuclear».

Como justificación, Peskov mencionó «la participación directa de los países occidentales, incluidas potencias nucleares, en el conflicto de Ucrania». Aunque no confirmó que la nueva doctrina suponga un aumento del arsenal estratégico o un cercano ensayo nuclear, Moscú ha preparado un polígono militar en Nueva Zembla, escenario en 1990 del último ensayo atómico soviético.

Rechazo de Ucrania y Occidente

La presidencia ucraniana no tardó en responder a lo que tachó de «chantaje nuclear», con el argumento de que es el único instrumento de intimidación del que dispone el Kremlin. «Los otros instrumentos no funcionan. Es evidente que Rusia no entiende cómo frenar lo que se avecina en esta guerra», dijo Mijailo Podoliak, asesor presidencial, en Telegram.

Mientras, la UE rechazó «enérgicamente» las amenazas y recordó que simplemente son «la continuación de un comportamiento muy irresponsable e inaceptable por parte de Putin». «No es la primera vez que juega con su arsenal nuclear», aseguró Peter Stano, portavoz comunitario de Exteriores, en rueda de prensa.

Desde el otro lado del Atlántico, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, calificó de «total irresponsabilidad» el anuncio de los rusos. «Muchos países en el mundo lo han dicho claramente siempre que ha amenazado con el tema nuclear, incluido China», aseguró el jefe de la diplomacia estadounidense en una entrevista a la cadena MSNBC, en la que también vaticinó que la maniobra «será muy mal vista en todo el mundo».

EE.UU. envía a Ucrania bombas capaces de golpear objetivos a 130 kilómetros de distancia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este jueves el envío a Ucrania de bombas capaces de golpear blancos rusos a 130 kilómetros de distancia, como parte de un nuevo paquete de ayuda militar valorado en 8.000 millones de dólares.

El anuncio llegó poco antes de que Biden se reuniese en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, quien lleva meses pidiendo que se permita a Kiev usar misiles de largo alcance estadounidenses para atacar objetivos dentro de Rusia, a lo que Washington se ha resistido por temor a provocar una escalada con Moscú. Sin embargo, este nuevo paquete de ayuda hacía esperar un cambio. Incluye bombas planeadoras llamadas Joint Standoff Weapon (JSOW), que pueden ser lanzadas desde aviones y alcanzar objetivos con gran precisión a 130 kilómetros de distancia.

Este tipo de bombas otorgaría a Ucrania, de obtener el permiso estadounidense, la capacidad de atacar posiciones rusas desde lejos, minimizando así las bajas en sus propias filas.