El principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann confesó que había raptado a una niña en el Algarve
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Christian Brückner está siendo juzgado en Alemania por varios delitos de agresión sexual que se habrían cometido entre el 2000 y el 2017 en el sur de Portugal. Una ventana de tiempo coincidente con la desaparición de la pequeña británica a la que se le perdió la pista en el 2007 durante unas vacaciones familiares en Praia da Luz. Un compañero de celda del alemán dice que le confesó que había secuestrado y violado a menores
27 sep 2024 . Actualizado a las 14:46 h.Reino Unido vive con intensidad estos días el juicio que se está celebrando en Alemania contra Christian Brückner, el principal sospechoso de haber secuestrado a Madeleine McCann.
Después de que el proceso se suspendiese el pasado mes de febrero, el germano, que está en prisión por la violación de una estadounidense en Praia da Luz en el 2005, responde estos días ante los tribunales por diferentes delitos sexuales que se cometieron presuntamente en la turística localidad portuguesa entre el 2000 y el 2017, una ventana de tiempo que coincide con la desaparición de la hija de Jerry y Kate McCann.
Estos días ha sido un excompañero de celda, Laurentiu Codin, el que ha puesto de nuevo el foco sobre Brückner. En su declaración ante el juez, Codin aseguró que el alemán le confesó que había raptado a una menor.
Según su compañero en la cárcel, Brückner le explicó que había estado robando en esta zona de Portugal. «Estaba en una zona donde hay hoteles y vive gente rica. Me dijo que había un lugar con una ventana abierta, me dijo eso. Buscaba dinero», aseguró. Al no encontrar efectivo, «encontró a un niño y se lo llevó».
Según recoge el rotativo británico The Mirror, Laurentiu Codin añadió que junto con el alemán había además una mujer. «Dijo que se llevó al niño a Portugal en su coche, y en el momento en que la policía y los perros estaban en la casa, se marchó y desapareció». Además, aseguró que durante el tiempo que compartieron en prisión, el sospechoso del rapto de Maddie le «preguntó si se puede extraer ADN de de huesos de un niño enterrados».
Brückner le confirmó también, según este testimonio, que había «secuestrado y violado a niñas». «Hablaba de una niña, no sé si lo que dijo era verdad o no. Dijo que tenía un autobús y que se la había llevado en él. Dijo que se quedó con algunas, pero con otras no, pero nunca dijo que las había matado. Estamos hablando de niñas, no de niños. No todas a la vez, siempre de una en una. Me habló de dos. Dijo que se había llevado a una, tuvo sexo con ella, pero no la mató», expresó Codin en la sala.
Impasible
Durante la sesión del miércoles, el propio Christian Brückner se enfrentó a una proyección de fotos y vídeos en los que se veían imágenes de Madeleine McCann, aunque en este proceso no se le está juzgando por esta desaparición. Todo ello, en un contexto en el que la jueza Ute Engemann lleva meses intentando que no se mencione a la niña durante el proceso que arrancaba a principios de año.
Según informa The Mirror, el alemán contempló las imágenes sin apartar la mirada de la pantalla.
Contra el testimonio de Codin
Uno de los investigadores que ha seguido de cerca los presuntos delitos de Brückner desmentía horas después el testimonio de su compañero de celda.
Niko Mueller aseguró ante la jueza que Codin había sido entrevistado en el 2020 por la policía alemana en la cárcel de Braunschweig ya que un informante les había asegurado que se trataba de una persona muy cercana al agresor sexual.
El detective aseguró que en ese largo encuentro con Codin nunca mencionó que Christian Brückner hubiese secuestrado a niñas. También le quitó peso a su narración acerca de que el reo hubiese admitido haber violado a niñas en un autobús de su propiedad.
Cuando la jueza le preguntó al investigador si en aquel encuentro el compañero de celda del alemán le había mencionado el secuestro de menores en Portugal, este volvió a negarlo: «No me lo dijo».
Lo único que confirmó el agente con respecto al testimonio de Codin fue que sí le había comentado que le interesaba saber si se podía extraer ADN de huesos enterrados, que se había jactado de violar a mujeres y que pretendía regresar a Portugal con un pasaporte falso.
El eterno sospechoso
Aunque Christian Brückner, de 48 años, no está siendo juzgado por el caso Madeleine, es popularmente el único sospechoso del rapto pequeña británica. Unos hechos que el alemán siempre ha negado.
Sería un pequeña dosis de luz sobre uno de los casos más famosos del mundo, pero también una de las investigaciones más largas y costosas.
Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo del 2007 del apartamento en el que dormía junto a sus hermanos en Praia da Luz, en el Algarve.
La pequeña, de solo tres años, era la hija de dos médicos de Leicester, Jerry y Kate McCann, que había acudido a la costa de Portugal con unos amigos, también con niños pequeños, para disfrutar de unas vacaciones.
Aquella noche del 3 de mayo, mientras los McCann disfrutaban de la cena junto a sus compañeros de viaje, Kate acudió a hacer una ronda a la habitación en la que dormían sus niños para comprobar que todo estaba bien. En una de ellas descubrió que su hija mayor no estaba allí.
Aunque la voz de alarma se dio de inmediato, Maddie, la desaparecida más mediática de la historia, nunca apareció.
Desde el primer momento se habló de que la supuesta escena del crimen, la habitación donde dormían los niños, había sido alterada por el ir y venir de los adultos en busca de Maddie. Por otro lado, a la policía portuguesa le llovieron críticas por cómo estaba encarando el caso. Incluso las autoridades investigaron a sus padres como sospechosos. Unas pesquisas de 17 años, con fondos de las mayores fortunas británicas, que nunca han llegado a conclusión alguna.
Precisamente por ello, que en el 2020 saliese a la luz el nombre de un sospechoso, despertaba las esperanzas de sus padres, pero también de toda la sociedad británica.
Largo historial delictivo
Christian Brückner nació en Alemania en 1976, pero se mudó a Portugal cuando era un adolescente. En el país luso vivió entre 1995 y el 2007 en una autocaravana que estacionaba cerca del complejo turístico de Praia da Luz, donde desapareció Maddie.
El alemán tiene más de una docena de condenas por robos y hurtos, y una condena de 18 meses en Alemania por una agresión sexual durante su juventud. Ahora mismo está en prisión cumpliendo una pena de siete años por otro delito: la violación de una mujer estadounidense en Praia da Luz, pero también por tráfico de drogas.
Los delitos por los que se le juzga ahora mismo nada tienen que ver con la hija mayor de los McCann, aunque se cometieron en la misma ventana temporal.
El acusado se enfrenta a un delito por la violación de una representante turística irlandesa, de una adolescente y de una mujer mayor. También se enfrenta a un cargo por abuso sexual al exhibirse ante una niña alemana en la playa portuguesa de Salema.