El Ejecutivo critica que sus socios vayan a la investidura en México pese al veto al rey
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Marlaska recuerda a Sumar que la política exterior la marcan Sánchez y Albares
27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Subirse a un avión con destino a Ciudad de México para participar en la investidura de Claudia Sheinbaum el 1 de octubre empieza a ser un acto político. En la lista de invitados a la toma de posesión de la primera presidenta del país azteca cada vez hay más representantes de partidos españoles —Sumar, Podemos, EH Bildu y el BNG— contrarios a la postura del Gobierno, anunciada el martes, de no participar «a ningún nivel» en el acto, después de que el rey no fuese convidado por no disculparse por la conquista hace 500 años.
La presencia de parlamentarios de la formación magenta, socia del Gobierno de coalición, fue criticada ayer por el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien recordó que la política exterior «la marcan» el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares. Un aviso que llegaba poco después de que el diputado de Sumar y dirigente de los comunes, Gerardo Pisarello, defendiera que su asistencia pretende contribuir a que este conflicto diplomático, que definió como evitable, se «resuelva»; y de que la portavoz adjunta de su grupo parlamentario, Aina Vidal, precisara que Pisarello viaja en representación de Catalunya en Comú para «aunar más relaciones» con México.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Víctor Torres, señaló que «lo que hagan los partidos son cuestiones partidistas». Más concreto fue el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, quien reconoció su contrariedad: «Pues la verdad es que personalmente no me gusta que Sumar vaya a México. Hay una posición oficial del Gobierno de España que creo que es muy coherente». Aunque la líder de la formación, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, descartó la invitación, sí asistirá, junto a Pisarello, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Unas asistencias a nivel político que insistió en justificar el portavoz Íñigo Errejón, que, aunque dijo acatar el criterio de Exteriores, llamó a reflexionar sobre si el monarca es una figura adecuada para representar a España en el exterior.
Irene Montero acudirá a la cita
Más allá fue secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien acusó a Sánchez de hacer un «ejercicio de servilismo monárquico insoportable» y aseguró que su partido viajaría a México aunque formara parte del Ejecutivo. Su número dos, eurodiputada y exministra de Igualdad, Irene Montero, confirmó este jueves su presencia para «arropar» a Sheinbaum.
La postura del Gobierno fue valorada como «lógica» por el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, quien tachó de «provocación inaceptable» el veto a Felipe VI. «Una de las señas de identidad del populismo es la falta de respeto a nuestro país», indicó el de Os Peares, que, en cambio, afeó a Sánchez que tenga «más motivos para retirar a un embajador por un comentario en un mitin sobre la mujer del presidente que por la falta de respeto al jefe del Estado», dijo en referencia a la crisis con la Ejecutivo argentino de Javier Milei.
Quien aprovechó sus ultimas horas como presidente saliente fue Andrés Manuel López Obrador, que persistió en la idea de que exigir disculpas a la Casa Real por el pasado colonial «no es un asunto personal, sino de respeto a los pueblos. México ya no es una colonia de ningún país extranjero».
López Obrador «odia España»
Una obstinación que el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, atribuyó a que el mexicano «odia a los españoles, odia España y nunca la visitará», según le habría confesado este en una reunión mantenida hace años de madrugada y a la que también habría asistido José Bono.
Los choques con el argentino Javier Milei y otros tres países
La crisis diplomática con el Gobierno entrante de México, que no invitó al rey a la investidura de Claudia Sheinbaum, es la quinta que mantiene abierta España y se suma así a los desencuentros con Argelia, Israel, Argentina y Venezuela. Todos ellos todavía sin resolver.
Venezuela
Robles tacha de dictadura el régimen de Maduro. Tras el exilio del opositor Edmundo González en España y las palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles —que tachó de dictadura al régimen chavista—, Venezuela llamó a consultas el 13 de septiembre a su embajadora en Madrid y el embajador español en Caracas, Ramón Santos, fue convocado a la Cancillería venezolana. El Gobierno español no respondió en reciprocidad, pero Exteriores pidió explicaciones por la detención de dos españoles en el marco de un supuesto complot de la oposición contra Maduro.
Argentina
Milei llama «corrupta» a la esposa de Pedro Sánchez. España retiró a su embajadora en Buenos Aires el 21 de mayo después de que el presidente argentino, Javier Milei, no se disculpara por haber llamado «corrupta» a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, en un acto organizado por Vox en Madrid. Solo un mes después, el ultra regresó a la capital para recibir una medalla de manos de la presidenta regional, la popular Isabel Díaz Ayuso.
Israel
España reconoce el Estado palestino. El Gobierno de Benjamin Netanyahu llamó a consultas a su embajadora en Madrid el 30 de noviembre, después de que Sánchez dudara de que Israel cumpla el derecho internacional humanitario en Gaza, y, de nuevo, el 22 de mayo, tras anunciar que reconocería el Estado Palestino.
Argelia
Respaldo español al plan de autonomía marroquí del Sáhara. Argelia llamó a consultas a su embajador en Madrid tras el respaldo de Sánchez al plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo del 2022, pero envió a uno nuevo en diciembre pasado. Aún no se escenificó una reconciliación, pero Argelia es el principal suministrador de gas a España.