Las tropas de la Finul, a la espera de evacuar o quedarse a la guerra
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Albares tratará de despejar las dudas con el jefe de Operaciones de Paz este jueves
25 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL) vive horas de tensión a medida que el intercambio de proyectiles entre Israel y Hezbolá se desarrolla. Si bien hace meses se empezó a plantear la posibilidad de que las tropas españolas evacuaran el país árabe, de momento queda que los efectivos de la ONU aguarden ante el temor de una guerra abierta.
La situación de emergencia ha puesto a la Finul a combatir, de momento, las informaciones falsas que circulan por redes sociales que señalaban que Israel había tratado de convencer al contingente irlandés de que evacuara a Chipre sus efectivos, algo que la misión se anticipó a desmentir. «La información que circula no es cierta. La misión sigue todavía activa y desplegada en el sur del Líbano. Todos, los 10.500 miembros de la misión de mantenimiento de la paz de 49 países distintos, siguen presentes y operativos en el sur del Líbano», señaló el portavoz Andrea Tenenti en un comunicado.
Además, otro de los portavoces de la Finul, Tilak Pokharel, aseguró que, pese a que la situación en el sur libanés sigue deteriorándose, «tenemos planeados todos los escenarios tanto para la evacuación del personal militar como del personal civil», aunque de momento no se ha dado orden de que tenga que procederse a dicha evacuación. También confirmó que los integrantes civiles de la misión permanecen tanto en el cuartel de Naqura como en los otros centros dispersos por el Líbano. Todo dependerá, según el portavoz, de las decisiones que tome Naciones Unidas «en base a la situación en el terreno y en consultas con el cuartel general y con los países que aportan tropas», si bien los países que componen la misión pueden decidir retirar sus contingentes de manera individual como Estados soberanos.
España también aguarda
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, se refirió ayer a la situación particular del contingente español y del mando de la Finul, que en la actualidad recae sobre el teniente general español Aroldo Lázaro. Según el dirigente socialista, él mismo tratará con el jefe de las Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, si se evacúa o no a las tropas este jueves. Pero dado que «la situación evoluciona hora a hora y tenemos todas las contingencias, todas las opciones previstas, exactamente igual que para nuestra colonia en el Líbano», reiteró.
Además, también pudo confirmar que el contingente internacional está en «contacto constante» tanto con el Ejército israelí como con el libanés.
España contribuye a la misión internacional con 650 efectivos y tiene el mando de las operaciones de unos cascos azules cuya misión consiste en apoyar las tareas del Ejército libanés con patrullas encaminadas a velar por la seguridad tanto de Israel como del Líbano a ambos lados de la Línea Azul, que divide a los dos países, así como velar por que no se produzca una invasión terrestre. Si se quedarán a cumplir, de momento es una incógnita.
Exteriores recomienda abandonar la zona cuanto antes y está lista para evacuar
Redacción / agencias
Albares también aseguró ayer que el Gobierno tiene «todo listo» para proceder a la evacuación del alrededor de un millar de españoles que se encuentran en el Líbano de ser necesario, así como a los más de 650 efectivos desplegados en la Misión de Interposición de la ONU (Finul), si bien en este caso la decisión le corresponde a Naciones Unidas.
En una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press, Albares ratificó que existe un plan de evacuación que «no está activado, pero está todo perfectamente preparado y listo para, como hicimos en Ucrania, en Níger, en Sudán, en Gaza, en Israel, si es necesario, evacuar con total rapidez a nuestra colonia», que está localizada.
Exteriores actualizó el lunes sus recomendaciones de viaje, desaconsejando los desplazamientos al país «bajo cualquier circunstancia» y recomendando a los españoles que estén allí, «especialmente si su estancia es temporal, que lo abandonen utilizando los medios comerciales existentes».
De momento, el aeropuerto de Beirut continúa sus operaciones salvo con Emirates, Qatar Airways, Air France, Turkish Airways y Lufthansa, que han suspendido sus servicios desde y hacia la capital libanesa a la espera de que se puedan reanudar los desplazamientos con seguridad. Por la alta demanda de billetes, las opciones de volver a España directamente son remotas, no así a través de terceros países.
La Asamblea General clama por el fin de las hostilidades de Israel en el norte
Las intervenciones de los líderes mundiales en la Asamblea General de Naciones Unidas coincidieron casi unánimemente en pedir que Israel cese en sus ataques contra el Líbano y responda por sus acciones, vistas por la mayoría de países como crímenes de guerra.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó en la que fue su última intervención en este organismo que «una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, aún es posible una solución diplomática» que acabe con las hachas de guerra enterradas.
Y aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha negado hasta ahora a ello, también insistió en lo que respecta a Palestina en que «ahora es el momento para que las partes finalicen los términos [de un alto el fuego], devuelvan a los rehenes y aseguren la seguridad de Israel y Gaza, alivien el sufrimiento en Gaza y pongan fin a esta guerra».
Una «red de asesinos»
Los líderes mundiales opuestos a Israel fueron más severos que Biden. Según su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, «Netanyahu y su red de asesinos deben ser detenidos mediante la unidad de la humanidad» igual que se detuvo «a Hitler». Por su parte, el rey Abdalá de Jordania se sintió satisfecho de que ahora «muchos ven a Israel con los ojos de sus víctimas», pero afeó que Estados Unidos haya «empoderado a Israel» con años de «impunidad» y volvió a insistir en la creación de un Estado palestino. Otros países como Brasil, Catar y el Reino Unido también pidieron el cese de las hostilidades israelíes a los árabes.