El Risk ya se juega online: así están triunfando los juegos de mesa digitales

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

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Probar un juego antes de comprar su versión física, poder participar en torneos y tener siempre jugadores disponibles son algunas de las ventajas de las plataformas en línea

25 sep 2024 . Actualizado a las 10:05 h.

Hay quien todavía recuerda aquellas partidas de cartas o de billar con la banda sonora del módem y quienes se han iniciado hace relativamente poco. El mundo de los juegos de mesa digitales existe casi desde los inicios de internet y de las altas velocidades, pero ha sido durante los últimos años cuando se han convertido en una tendencia al alza.

El confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus revitalizó las partidas digitales a juegos de mesa como un modo de mantener conectadas a las familias y a los amigos y parece que las partidas online han venido para quedarse, porque la plataforma Board Game Arena ha rebasado los diez millones de cuentas registradas. Y esta cifra es un hito no solo para la BGA, sino para los juegos de mesa digitales. Según las cifras aportadas por sus responsables, los jugadores online ya invierten cinco millones de horas mensuales en este pasatiempo.

«En realidad es una cosa que se lleva experimentando más o menos desde que existe la capacidad de utilizar internet y a altas velocidades que lo permiten. Cualquier plataforma que había para jugar al póquer, por ejemplo, en el fondo era una digitalización de un juego de mesa». Lo explica José Luis Viruete, especialista en márketing de Asmodee, la matriz de Board Game Arena. « Lo interesante es que ha llegado ya a un sector en el que tenemos juegos de todo tipo, no tan tradicionales».

Dos ingenieros, en el 2010, querían tener una plataforma para poder disfrutar de estos juegos. «Ellos también imaginaban que habría una demanda de un público que no siempre tiene a su disposición unos amigos para jugar» y que podrían querer contactar con todo el mundo, explica Viruete sobre los albores de BGA. Esa es, precisamente, uno de los grandes puntos fuertes de este tipo de plataformas: poder disfrutar de los juegos siempre que a una persona le apetezca. «Te puedes sumar a una mesa tanto con tus amigos a distancia como con desconocidos, si te gusta ese desafío».

No es la única ventaja de las plataformas online de juegos de mesa, ya que la gente las está utilizando a modo de test, para probar juegos que no conocen. A veces, los juegos están en plataformas como BGA la misma semana de su lanzamiento. Es el ejemplo de Inori, que ya estaba disponible en versión online justo antes de su lanzamiento.

«Puedes ir probándolo, puedes ir viendo qué te parece y luego, si te gusta, puedes comprarlo en su versión física para jugar reunidos», anima el responsable de márketing de Asmodee. Porque los juegos de mesa presenciales y los que se disfrutan a través de internet son complementarios. 

«El juego físico sigue teniendo ese componente que ha hecho que durante y después de la pandemia el sector pegue un subidón: el reunirse, estar con tus amigos, quedar, crear una experiencia juntos, unos recuerdos, algo que después vas a comentar». Desde el confinamiento, cree Viruete, se valoran más estas experiencias. Eso no significa que no haya un mercado para los juegos a distancia y las plataformas. Uno es complementario del otro.

¿Quién juega y a qué juega en las plataformas de juegos online? «Yo diría que es bastante ecléctico», explica el representante de Asmodee. «Hay un jugador de mesa al que le interesa el aspecto más social: reunirse, quedar, hacer algo físico con sus amigos... A ese público no le interesa tanto la capacidad de hacerlo online», pero sí hay quien pasa buenos ratos en las plataformas. «Tenemos jugadores de videojuegos, de juegos indie, un poco diferentes, que se lo toman como si fuera una manera de jugar a un videojuego que le interesa».

Después, está el perfil de personas que «están metidas en el marco y a las que es gusta probarlos». Y finalmente está el perfil de usuario interesado exclusivamente en el juego online, quizá no tan interesado en jugar físicamente aunque le guste igualmente. Y además, hay los conocidos como jugadores familiares, «a lo mejor padres de familia a los que les gusta ver el juego antes de probarlo con los hijos».

También hay jugadores competitivos, personas que disfrutan de unirse a los torneos online, a las que les gusta subir posiciones en un ránking, ver como van dominando un juego y a que incluso participan en torneos oficiales de algunos juegos.

Por ejemplo, hace unos meses hubo un torneo mundial de Azul, un juego de mesa inspirado en los azulejos portugueses y muy popular. El torneo era global y las diferentes rondas se hicieron online, pero los finalistas se reunieron físicamente en Oporto: los ocho mejores jugadores de Asia, de Estados Unidos, de Europa... incluso un representante español. «Es otra manera de disfrutar estos juegos a un nivel más competitivo».

Las plataformas de juegos de mesa digitales se nutren, fundamentalmente, de la generación X y los millennials, personas que han crecido en tardes alrededor de una mesa jugando al Risk, a las cartas, al Monopoly. «Somos una generación que ha crecido más con eso pero ha habido un repunte en todo el sector de gente que quiere recuperar esa experiencia, que se la están enseñando a sus hijos, y de gente joven que ya lo tiene como una alternativa de ocio, como una manera de reunirse para hacer algo divertido».

Pero, ¿a qué se juega? «En este momento se están digitalizando juegos de todo tipo», afirma José Luis Viruete. Se pueden encontrar desde juegos familiares clásicos a juegos con un componente más estratégico o temático. «Parece que hay un público para todo», explica el responsable de márketing de Asmodee. Hay clásicos que funcionan especialmente bien en el formato digital, como el propio Azul o Aventureros al tren, un juego clásico con muchos años de trayectoria «que funciona muy bien y que no pierde emoción ni interés en su desarrollo en este formato, aunque no tengas a las personas delante».

En realidad con los juegos digitales, quizá se podría decir que lo único que se pierde un poco es a mesa con los amigos, aunque hay alternativas: se puede utilizar un chat e incluso chat de voz, con lo que se puede seguir hablando, comunicándose y riéndose con los amigos. 

A nivel técnico, el trabajo se complica en los juegos que tienen más variantes y que son más complejos, como puede ser un juego de cartas que tenga muchas ampliaciones. «A estas alturas, muchos de los mecanismos y las fórmulas que utilizan los juegos de mesa tradicionales están ya muy asimilados por los programadores de juegos de estrategia durante años», con lo que no supone una dificultad excesiva, aclara Viruete.

Es más, ha habido juegos de mesa previamente adaptados a versiones digitales o juegos de civilizaciones, por ejemplo, que aunque pueden parecer complicados «en la industria está ya perfectamente asumido y saben trabajarlo, con lo que no es un proceso especialmente largo». De hecho, en muchas ocasiones ya está preparada la versión digital al mismo tiempo que sale el juego físico.

Los juegos de los estudios de Asmodee, por ejemplo, ya suelen ser pensados para que tengan una edición digital, pero también se licencian juegos de compañías externas. «Nos gustaría tener todo, claro, pero en general, cualquier juego con un poco de tirón que se ha hecho con un poquito de mimo es susceptible de que sea licenciado para BGA», afirma Viruete. En la actualidad, el grupo Asmodee tiene entre 700 y 800 referencias y el lanzamiento se planifica para que esté también online. 

La biblioteca de la plataforma cuenta con más de 900 juegos de manera gratuita, entre los que se encuentran títulos de renombre como Azul o 7 Wonders y cada título puede aprenderse a través de un tutorial interactivo que explica sus entresijos, y la página de cada juego tiene enlaces a otros recursos útiles para su aprendizaje. La plataforma permite a los usuarios decidir a qué ritmo jugar, desde tiempo real hasta por turnos, con indicación específica del número de acciones diarias necesarias, adaptándose a cada tipo de jugador. También existe la posibilidad de jugar de manera competitiva y unirse a torneos organizados por las comunidades de cada juego.

Además, Cada partida online es un fiel reflejo del juego físico, lo que garantiza una aplicación clara y eficiente de las reglas para una experiencia tan auténtica como la que se obtendría en una partida física.