El fuego comienza a remitir en Portugal pero aún afronta una jornada crítica
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El estado de emergencia se extiende hasta el viernes, cuando las previsiones meteorológicas serán favorables para la extinción
19 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los portugueses vuelven a usar mascarillas. En las calles de Oporto, sumidas en una espesa bruma naranja, muchos viandantes optaban este miércoles por cubrirse la nariz y la boca, de acuerdo con las recomendaciones sanitarias. El país vive sometido al fuego y cuenta las horas hasta el viernes, cuando Protección Civil prevé que las condiciones sean más favorables para extinguir los grandes incendios que arrasan por quinto día consecutivo el norte y centro del país. De hecho, este miércoles ya terminó con niveles de humedad que triplicaban los de la víspera. A última hora del día, alrededor de 30 focos seguían activos, con casi 5.000 efectivos movilizados y 50 ayuntamientos en máximo riesgo.
La lista de heridos aumenta hasta los 118 ?diez graves y 59 sin necesidad de hospitalización— y, sin embargo, la de muertes se reduce oficialmente de siete a cinco, al no contar a los dos civiles fallecidos por muerte súbita como víctimas directas de las llamas.
La superficie quemada aumenta a un ritmo vertiginoso. En solo tres días, este año ha pasado de ser el menos afectado en una década por los incendios forestales a ser el cuarto con más superficie ardida. Las estimaciones oscilan entre las 71.000 y las 106.000 hectáreas quemadas entre el domingo y este miércoles en todo el país —aunque Protección Civil se niega a dar datos—. Se espera a la extinción del fuego para efectuar un balance exacto de daños, pero decenas de casas han ardido, varias escuelas continúan cerradas, industrias afectadas y carreteras cortadas.
Varios de los focos más críticos, en Aveiro, están en fase de resolución. Sin embargo, la subregión de Viseu vio en la última jornada cómo se duplicaba su área calcinada, hasta rozar las 34.000 hectáreas. Ya en el área metropolitana de Oporto, también ha ardido una parte importante de las pasarelas del Paiva, conocida atracción turística que se enmarca en el geoparque de Arouca. Cerca, el alcalde de Gondomar dijo que su ayuntamiento nunca se había sentido tan solo como en ese momento, aludiendo a una falta de medios que también ha sido muy criticada desde otros municipios.
Además del viento y la baja humedad, el humo ha sido una de las mayores dificultades para labores de extinción. Responsables del cuerpo de bomberos hablan de que el cansancio mella la eficacia de sus efectivos, que también acusan problemas oculares.
En ese sentido, se destaca el apoyo de los ocho aviones Canadair aportados por cuatro países europeos, así como la incorporación a las labores de extinción de 82 medios españoles y 248 unidades de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Un caldo de cultivo fruto de décadas
En cuanto a los responsables de los incendios. Este miércoles ingresó en prisión preventiva una mujer detenida el martes por iniciar cincos incendios. En lo que va de año, han sido detenidos 29 personas por este motivo.
Los posibles pirómanos, ya sea por dolo o negligencia, han ocupado gran parte del debate público. Sin embargo, muchas voces piden evitar teorías conspirativas: «Pactos entre madereros, intereses de empresas que venden material para apagar incendios y pirómanos nocturnos», citaba el periodista Hugo Franco, en Expresso, como algunas de las explicaciones más habituales, pero no contrastadas. La respuesta la completaba el líder de Livre, Rui Tavares, en una sesión plenaria del Parlamento: «Independientemente del origen de los incendios, no podemos estar tan expuestos como estamos». Como él, cada vez, son más quienes apuntan a la despoblación, la consecuente falta de cuidados de los montes y la abundancia de especies invasoras.
En las conclusiones de los informes sobre los incendios del 2017, se apuntaba que «es más cómodo culpar a criminales desconocidos que admitir nuestra responsabilidad». Y, aunque es verdad que el Plan Nacional Contra Incendios en vigor desde el 2020 no ha avanzado al ritmo deseado en términos de reordenación del territorio, estos fuegos «son problemas de fondo que el país atraviesa desde hace décadas en este ámbito», recordó Inês Cardoso, directora de Jornal de Notícias, a RTP. «Claro que hay responsabilidades políticas, pero se arrastran desde hace décadas», concluía. Mientras, los partidos prefieren esperar antes de pedir responsabilidades.