Detenido Karim El Baqqali, presunto autor del homicidio de los guardias civiles de Barbate

La Voz REDACCIÓN

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La Guardia Civil ha detenido en Cádiz al presunto piloto de la narcolancha que el pasado febrero embistió la embarcación en la que iban los dos agentes fallecidos y los cuatro supervivientes

19 sep 2024 . Actualizado a las 13:30 h.

La Guardia Civil ha detenido en Cádiz a Karim El Baqqali, el presunto autor del homicidio de los guardias civiles el pasado febrero en la localidad gaditana de Barbate tras embestirles con una narcolancha.

Fuentes próximas a la investigación han confirmado a Efe la detención del sospechoso, de 32 años y nacionalidad marroquí, así como la identificación de tres personas relacionadas con los hechos. Ahora serán emitidas órdenes internacionales de detención contra estas personas. Estas tres personas son supuestamente quienes acompañaban a Karim en la narcolancha en el momento en que la noche del 9 de febrero arrollaron a la embarcación en la que se encontraban los guardias civiles en la bocana del puerto de Barbate. Aunque inicialmente fuentes consultadas han apuntado a Efe que el arrestado era Karim Gabarde, posteriormente han aclarado que se trata de Karim El Baqqali.

Hay que recordar que en un primer momento se detuvo a otros seis sospechosos, que estaban en prisión provisional desde febrero pero en mayo se dio a conocer que un informe de la Guardia Civil había descartado que la narcolancha que patrullaba Kiko el Cabra fuera la que embistió hasta asesinar a dos agentes del Instituto Armado en el puerto de Barbate. Quedaron en libertad pero seguían imputados en «delitos graves de contrabando y pertenencia a organización criminal». 

Las pesquisas se centraron entonces en otra embarcación. Según se desprendía de los testimonios de algunos testigos, sobre todo de las manifestaciones en sede judicial de los que fueron acusados en primera instancia y de las de alguna de sus defensas, todo indicaba que el piloto de la embestida mortal podía ser Karim. Tras un análisis exhaustivo de las imágenes captadas y de los teléfonos móviles, la investigación concluyó que la narcolancha que embistió a la patrullera tenía la intención «clara e inequívoca» de causarles un «grave daño» o «quitarles la vida». La narcolancha cuatrimotora (la que embistió a la patrullera) «no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes», como ocurre en otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad, destacaba el informe.

«Más allá de estar patroneando un género prohibido, nada tenían que defender y, por tanto, la única explicación hallada para dar sentido al brutal ataque gratuito acometido contra la embarcación de la Guardia Civil es la intención de causarles un grave daño quitarles la vida», añadía.

De esos análisis se determinó que la narcolancha que atacó a la patrullera oficial tenía cuatro motores y una antena, mientras que la que fue intervenida el día después de los hechos también era cuatrimotor, pero con dos antenas.

Karim es sobrino de un marroquí asentado en Málaga, Abdellah El Merabet, conocido como Pus Pus, según indicaban entonces fuentes consultadas por Efe. Este hombre, al que estas fuentes consideran ligado al narcotráfico, posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos e, incluso, un yate que suele fondear en un pantalán de Puerto Banús en Marbella, de color blanco y de dos plantas valorado en unos 500.000 euros. Su familia, precisan las fuentes conocedoras del caso, huyó a Marruecos después de los sucesos de Barbate y en ese país podría ocultarse desde entonces.

Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo, los dos agentes fallecidos en Barbate tras ser arrollados por una narcolancha
Miguel Ángel González y David Pérez Carracedo, los dos agentes fallecidos en Barbate tras ser arrollados por una narcolancha Diario de Cádiz

El 9 de febrero, la embestida de la goma a toda velocidad mató a los guardias civiles David Pérez (43 años), nacido en Barcelona, casado y con dos hijos, y Miguel Ángel González (39), de San Fernando (Cádiz), que dejó viuda y una niña huérfana. Junto a ellos viajaban otros cuatro agentes, dos de los cuales resultaron heridos de gravedad.

Las mujeres de los supervivientes aseguraban el pasado mes de junio que esperaban que los mandos que ordenaron el operativo «se sienten en el banquillo» y aseguran que los agentes se sentían «muy abandonados» por la institución. Lo contaron a las puertas del juzgado donde declararon los cuatro agentes y el capitán del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que recibió en el puerto aquel día la orden de intervenir de los dos mandos. El proceso pretende determinar si hubo alguna responsabilidad penal en los mandos de la Guardia Civil de Cádiz y de Sevilla que ordenaron la intervención de los agentes en el puerto aquella noche para enfrentarse a potentes narcolanchas, tal y como habían denunciado asociaciones profesionales como AUGC y Jucil.

Silvia Mera, esposa de uno de los agentes que resultó herido, con una herida abierta en la rodilla, contó entonces a los periodistas que los supervivientes estaban «muy disgustados» y «nerviosos por enfrentarse a sus mandos» y no verse «respaldados por ellos», y viviendo «con mucha vergüenza» que «estén intentado escurrir el bulto». «Se ven muy abandonados por la institución». «Ellos han estado siempre a sus órdenes, sacrificándolo todo en una unidad en la que siempre están disponibles; se aprovechan de la condición de ellos, de que siempre están disponibles para lo que sea. Con un hilo, ellos te hacen un traje porque se adaptan a todo. Y ese día se aprovecharon de esas condiciones y salieron a un trabajo que no deberían haber realizado», ha añadido.

Mónica Rubiales, esposa de otro los supervivientes, también cuenta que el agente está mal. «No puede dejar de pensar en lo que pasó ese día. Eso lo tienen ellos clavado en su mente».