Arrecia la crisis del motor en Europa: la venta de coches eléctricos cae un 44 %

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Oscar Vázquez

La patronal europea del motor pide a Bruselas una revisión urgente de los objetivos de CO2 en el 2025 para evitar multas multimillonarias

19 sep 2024 . Actualizado a las 14:17 h.

Las ventas de vehículos en la Unión Europea retrocedieron un 18,3 % en agosto, a su nivel más bajo de los últimos tres años, arrastradas por el escaso desempeño del sector automovilístico en Alemania, Francia e Italia.

Durante el octavo mes del ejercicio, las matriculaciones de coches eléctricos se desplomaron un 43,9 %, cayendo por cuatro mes consecutivo, en un contexto en el que los mayores mercados de vehículos eléctricos del bloque, Alemania y Francia, registraron caídas del 68,8 % y el 33,1 %, respectivamente, según los datos publicados este jueves por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés).

En concreto, las ventas de coches eléctricos de batería e híbridos enchufables descendieron un 43,9% y un 22,3%, respectivamente en agosto, mientras que las matriculaciones de coches híbridos aumentaron un 6,6% hasta alcanzar una cuota de mercado del 31,3%.

Por fabricantes, los tres grandes grupos automovilísticos europeos experimentaron una caída de las matriculaciones. Volkswagen, Stellantis y Renault firmaron retrocesos del 14,8%, 29,5% y 13,9%, respectivamente.

Así, en el caso del fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla, la cifra de negocio se redujo un 43,2% en agosto en comparación con los números de hace un año.

Los fabricantes piden ayuda a Bruselas

Ante lo alarmante de ests datos, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) clamó este jueves por «medidas urgentes» ante la tendencia continua a la reducción de la cuota de mercado de los coches eléctricos de batería en la Unión Europea, que a su juicio envía una señal «extremadamente preocupante» a la industria y a los responsables políticos.

Las malas cifras de ventas se han hecho públicas además el mismo día en el que el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, se reúne en Bruselas con el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, para discutir sobre los aranceles que el Ejecutivo de la UE quiere imponer a los vehículos eléctricos chinos, una cuestión que divide a los Veintisiete y que ya fue abordada por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en su reciente viaje a China.

En un comunicado, los fabricantes de automóviles europeos, unidos en la ACEA, piden a las instituciones de la UE que presenten medidas de alivio urgentes antes de que entren en vigor los nuevos objetivos de CO2 para los coches y furgonetas en 2025.

Además, instan a la Comisión Europea a que adelante a 2025 las revisiones de la normativa sobre CO2 para vehículos ligeros y pesados, previstas actualmente para 2026 y 2027, respectivamente.

Los miembros de la ACEA recuerdan que la industria automovilística europea apoya el Acuerdo de París y los objetivos de descarbonización del transporte de la UE para 2050 y ha invertido miles de millones en electrificación para llevar los vehículos al mercado.

«Hoy en día, la tecnología de los vehículos y la disponibilidad de vehículos de cero emisiones no son cuellos de botella. Estamos desempeñando nuestro papel en esta transición, pero lamentablemente, los demás elementos necesarios para este cambio sistémico no están en su lugar», señalan.

Y añaden que un factor agravante es la rápida erosión de la competitividad de la UE, como lo confirma el reciente informe presentado por el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi.

«Nos faltan condiciones cruciales para alcanzar el impulso necesario en la producción y la adopción de vehículos de cero emisiones: infraestructura de carga y recarga de hidrógeno, así como un entorno de fabricación competitivo, energía verde asequible, incentivos fiscales y de compra, y un suministro seguro de materias primas, hidrógeno y baterías», dicen los miembros de la ACEA.

Lamentan igualmente que «el crecimiento económico, la aceptación del consumidor y la confianza en la infraestructura tampoco se han desarrollado lo suficiente».

Como resultado, «la transición a cero emisiones es muy difícil, y las preocupaciones sobre el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para automóviles y furgonetas de 2025 están aumentando», indican.

Según los fabricantes europeos, las normas actuales no tienen en cuenta el profundo cambio en el clima geopolítico y económico de los últimos años, y la incapacidad inherente de la ley para ajustarse a los desarrollos del mundo real erosiona aún más la competitividad del sector.

Esto plantea, según su análisis, «la desalentadora perspectiva de multas multimillonarias, que de otro modo podrían invertirse en la transición a cero emisiones, o recortes innecesarios de la producción, pérdidas de empleo y una cadena de suministro y valor europea debilitada en un momento en el que nos enfrentamos a una feroz competencia de otras regiones automovilísticas».

«La industria no puede permitirse el lujo de esperar a la revisión de las regulaciones de CO2 en 2026 y 2027; necesitamos acciones urgentes y significativas ahora para revertir la tendencia a la baja, restaurar la competitividad de la industria de la UE y reducir las vulnerabilidades estratégicas», alertan.