Dice a sus diputados que no disolverá las Cortes pese a las derrotas legislativas
17 sep 2024 . Actualizado a las 13:30 h.En medio de las turbulencias por el caso Koldo, de compra de mascarillas fraudulentas, y el de la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por el caso del máster de la Complutense, el líder del Ejecutivo abrió ayer el cajón de medidas pendientes para empezar a dar impulso a la actividad de la coalición y anunció la aprobación del plan antibulos, conocido como Plan de Acción por la Democracia, en el Consejo de Ministros que se celebra hoy en La Moncloa.
En una reunión con diputados, senadores y eurodiputados socialistas, Sánchez volvió a criticar que la democracia está siendo «asediada» por los bulos de «seudomedios» vinculados a la «ultraderecha» y que, por ello, el Gobierno debe garantizar a la ciudadanía una información «veraz» con las garantías de una ley. «Un plan que nos va a ayudar a dotar de más transparencia, de más pluralidad y de mayores garantías a las Cortes Generales, al Senado, al Congreso, y a nuestro ecosistema informativo», insistió. El caso de su pareja ha sido tomado por el PSOE al completo como parte de la campaña de esos bulos.
Para el presidente, la amenaza a batir sigue siendo la «ola ultra». Y por ello, la medida antibulos se articula con una mayoría parlamentaria que hasta ahora ha brillado por su ausencia. En consecuencia, Sánchez animó a sus parlamentarios a rechazar el «chantaje» y apostar por el acuerdo, incluso con aquellos partidos con quienes tienen diferencias «insalvables». Dentro de la doctrina socialista, no hay mejor vacuna contra las corrientes ultras que las políticas eficientes. «Es evidente que hay Gobierno para largo y toca sentarse a negociar medidas que resuelvan los problemas y las demandas de nuestros conciudadanos. En el Ejecutivo vamos a hacerlo. Mi mano está tendida. La puerta de la Moncloa está abierta a todo aquel que quiera negociar y que quiera sumar», aclaró.
Semejanzas «autoritarias»
Con este mensaje, también indicó que se va a «dejar la piel» para lograr más avances sociales y que, si la mayoría no le favorece, no disolverá las Cortes. Algo que ya le reprochan socios habituales del Ejecutivo como Podemos, que a través de su portavoz, Pablo Fernández, indicó que «para este PSOE ya tenemos al PP», ya que ven a Sánchez con «tics autoritarios» por situarse a la «derecha del tablero político». «Cada vez son más indistinguibles», aseguró el portavoz morado.
El mismo autoritarismo que ve el Partido Popular. Fuentes de la formación de Alberto Núñez Feijoo aseguraron ayer que rechazarán la iniciativa porque «su vocación de ampliar el control a los medios de comunicación privados es preocupante y se asemeja más a lo que hacen países a los que este Gobierno tiene alergia de calificar como dictaduras».
Además, añadieron que «resulta llamativo que Sánchez impulse su propuesta precisamente tras la investigación judicial contra su esposa, imputada por corrupción y tráfico de influencias, y cuando los casos de corrupción salpican directamente a parte de su gobierno y su partido».
El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez Almeida, también señaló que «la mejor defensa de la democracia es la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones». Y por parte de Vox, el portavoz de la formación, José Antonio Fúster, confirmó también el rechazo de su partido al plan antibulos del Gobierno: «Nosotros estamos siempre a favor de la libertad de expresión y también de información. No queremos restricciones ni censura.