Las 34 estaciones del viacrucis parlamentario que sufrió el Gobierno

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Sánchez, durante la reunión acerca del conflicto entre Palestina e Israel en la Moncloa.
Sánchez, durante la reunión acerca del conflicto entre Palestina e Israel en la Moncloa. A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

La volatilidad de Junts, Venezuela y el Sáhara se le atragantan al Ejecutivo

15 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El renovado Gobierno de Pedro Sánchez no ha cumplido un año de legislatura y ya cosecha más de 34 fracasos parlamentarios. Las sumas no le dan, y por ello, amenaza con darle continuidad a un Ejecutivo condenado a manejarse con decretos ley y reglamentos si no es capaz de coordinar a las fuerzas que invistieron al líder de los socialistas. Sumar, junto a ERC, Junts, PNV, Bildu y Podemos, han sido protagonistas de todos los batacazos del PSOE en el Congreso de los Diputados.

Enero y febrero

Rebelión de Podemos y reprobación de Marlaska. Tras una negociación intensa con Junts que capitaneó Félix Bolaños, PSOE y Sumar sometieron a votación una batería de medidas anticrisis y dos decretos del Ministerio de Trabajo. Uno de ellos, sobre la reforma de los subsidios de desempleo para mayores de 52 años, fue tumbado por Podemos al no haber negociado con ellos el sí tras abandonar la formación de Yolanda Díaz y pasarse al Grupo Mixto con su propia disciplina de voto. Días después, sería Junts quien rechazaría el primer texto de la ley de amnistía. Llegaría además la reprobación, a propuesta de PP y Vox, de Fernando Grande-Marlaska como titular de Interior por la muerte de dos guardias civiles que fueron arrollados por narcolanchas. Podemos y los posconvergentes se abstuvieron.

MARZO y abril

El caso Koldo, el IRPF y los lobos. Con la aparición del caso Koldo sobre la compra de mascarillas fraudulentas durante la pandemia, el Gobierno vio como el PP sacaba una moción adelante en marzo para que el Ejecutivo «depurara todas las responsabilidades políticas» del caso y se facilitara más documentación para que se investigase el presunto fraude. Salió adelante gracias a la abstención de ERC y Junts. En abril, el PP consiguió la deflactación del IRPF para frenar la inflación gracias a la abstención de Junts, PNV y BNG para disgusto del Ejecutivo. A finales del mismo mes, también consiguió que Vox, los de Puigdemont y el PNV aprobaran la toma en consideración de la ley para proteger al lobo ibérico.

Mayo

Siete derrotas en una sola sesión. El mes de mayo fue especialmente duro para el PSOE. Lo inauguró con la votación perdida para su proposición de ley contra el proxenetismo, que solo recibió apoyo del BNG, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y el exministro José Luis Ábalos, esté ejerciendo aún la disciplina de voto socialista antes de que Transportes ordenara una investigación que le afectaría sobre el caso Koldo. El resto de socios, incluido Sumar, votaron en contra. Este mismo mes, y debido a que ERC, Junts y Podemos presentaron enmiendas a la totalidad, los socialistas tuvieron que retirar la reforma de la Ley de Suelo a sabiendas de que una derrota en este campo, que ahora Sánchez se ha marcado como «prioridad política», sería un duro varapalo. Pero vendrían más.

En la misma sesión, el PP logró sacarle los colores al Gobierno con la aprobación de cinco puntos de una moción sobre política exterior que contaría con el apoyo de los socios habituales del Gobierno: el retorno a la posición tradicional de España sobre el Sáhara Occidental, la reapertura de las fronteras de Ceuta y Melilla y la condena de las actuaciones en contra del derecho humanitario de las dictaduras latinoamericanas, incluida la ahora tan problemática Venezuela. Pero además, los populares propinaron otro golpe a la coalición con la aprobación de dos puntos de una proposición no de ley sobre el acceso a alimentos básicos.

A finales de mes, el PSOE y Sumar perdieron el apoyo de Junts y el PNV para dar luz verde a una moción que tenía por objeto «proporcionar más información económica a los sindicatos a la hora de negociar convenios colectivos». No pudieron bloquear tampoco la iniciativa del PP para aplicar exenciones fiscales a los menores de 34 años en sus primeros años de vida laboral por el apoyo de estos dos socios.

Junio

Récord de descalabros. Junio fue la peor pesadilla para el Gobierno y sus socios, ya que en dos semanas de votaciones, el Ejecutivo perdió catorce votaciones. El Sáhara Occidental volvió a ser la piedra en el zapato de Pedro Sánchez, y sus socios permitieron que se aprobasen los siete puntos de una proposición no de ley que giraba en torno a ideas como comunicar a Marruecos que el Congreso rechazaba la posición del Gobierno, la promoción en la UE de un estatuto de región ultraperiférica para Ceuta y Melilla y el establecimiento de un plazo de 90 días para la reapertura aduanera con Ceuta y Melilla. Las abstenciones o los votos a favor sepultaron la posición del PSOE, que se opuso a todos los puntos sin éxito alguno.

Las otras siete mociones en las que el Ejecutivo fracasó vendrían de corrido. En primer lugar, salió adelante la iniciativa popular para reforzar el personal médico de atención primaria en época estival con el esfuerzo conjunto de PP, Vox, PNV y UPN y la abstención de Podemos, ERC y Coalición Canaria (CC). Hasta aquí, el PSOE sumaba 28 derrotas en votaciones parlamentarias.

Julio

Palos del Senado, extranjería y techo de gasto. Antes del parón vacacional, el PSOE sufrió dos duros golpes parlamentarios. Junts, el PP y Vox hicieron frente común para impedir la reforma de la Ley de Extranjería y condenar al fracaso la senda de déficit del Gobierno para los Presupuestos Generales del 2025, la misma que aprobó el Consejo de Ministros hace unos días pese al rechazo de los grupos parlamentarios. Igualmente, el PSOE sufrió otro varapalo tras el rechazo del Senado a dos puntos de la Ley de Paridad que tuvo que ser devuelta al Congreso para aprobarse sin sendos puntos.

Septiembre

Un inicio de curso con tropiezos. Con el nuevo curso arrancado y diez meses cumplidos de legislatura, el Ejecutivo no logra levantar cabeza en el Congreso. Las elecciones de Venezuela persiguieron a Sánchez y sus socios, y el fraude electoral llevó al PP a presentar una moción para que la Cámara Baja reconociera al opositor Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. Junto al apoyo de Vox, PNV, UPN y CC y la abstención de Ábalos, los populares lograron sacar la norma adelante. También se unieron a la votación favorable. Por último, los socialistas tampoco pudieron hacer prosperar la iniciativa de Esquerra para reducir la jornada laboral y la edad de jubilación a 65 años. Esta vez, PP y Vox votaron en contra y el PNV se abstuvo. La ausencia de los diputados de Junts para ir a la Diada hizo que la oposición bloqueara la medida.