El PSOE negociará directamente con Puigdemont los Presupuestos del 2025

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Imagen facilitada por Junts de la primera reunión entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán y Carles Puigdemont cuando se negoció la investidura de Pedro Sánchez
Imagen facilitada por Junts de la primera reunión entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán y Carles Puigdemont cuando se negoció la investidura de Pedro Sánchez

Turull advierte de que el Gobierno «tiene motivos para estar preocupado»

14 sep 2024 . Actualizado a las 13:21 h.

Con las relaciones entre Junts y el PSOE en horas bajas, los Presupuestos Generales del 2025 estancados y la mayoría parlamentaria favorable a la coalición de Gobierno resquebrajada, los socialistas abren ahora un proceso de diálogo con distintas formaciones para sacar adelante las cuentas del año que viene. Y con los de Carles Puigdemont se citarán fuera de España para tratar de desbloquear un apoyo imprescindible para Pedro Sánchez, pero que corre peligro por el traspaso de competencias migratorias a la Generalitat.

Según adelanta el diario El Español, será el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, quien viaje fuera de España para reunirse presencialmente con el expresidente catalán y tratar de soliviantar las tensiones entre ambas formaciones. El dirigente del PSOE no logró impedir el voto en contra de Junts al techo de gasto en julio, por lo que jugará con las cartas en contra. De hecho, el secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull, avisó ayer, en una entrevista con la cadena Ser, que «tal como está ahora esto, muy optimistas de cara a no sé qué votación no pueden estar. No pueden quedarse sorprendidos porque están avisados».

Hay dos motivos para que el Gobierno de Sánchez «tenga que estar preocupado», según el secretario general de Junts. El primero pasa por un modelo de financiación autonómica sin prioridades para Cataluña: «Todo lo que vaya consolidando el café para todos no tendrá nuestro voto. Todo lo que aumente los agravios económicos o la invasión de competencias hacia Cataluña no tendrá nuestro voto», aseguró, para añadir que no es culpa de su partido que el PSOE se vea en aprietos parlamentarios. «Si ellos, conscientemente, van incumpliendo uno tras otro los acuerdos, saben que no pueden exigir ni pasar la responsabilidad a la otra parte», certificó.

El escollo de la migración

Pero el segundo punto más conflictivo es el traspaso de las competencias de migración a la Generalitat de Cataluña. Para Junts, fue un punto ya acordado para sacar adelante los decretos ómnibus que negoció el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Ahora, el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, asegura que el traspaso completo de estas competencias es «inconstitucional», y los socialistas quieren utilizar esa baza para buscar «mecanismos» que posibiliten la cesión por entero. Algo que en Junts ven como un juego sucio.

El propio Puigdemont avisó al Ejecutivo de que «no se pase de listo» con sus jugadas políticas. «Si alguien tenía planeado empaquetar los incumplimientos acumulados para resolverlos a su favor en una negociación presupuestaria, se equivoca», escribió en redes sociales. Además, es una reivindicación propia en la que no entra ERC, socio de gobierno del PSC, y que tendrá su propia voz.

Pero en Junts tienen claro que si no se cumple con esa cesión que permita a Cataluña la posibilidad de regular y expulsar a los inmigrantes irregulares no habrá acuerdo. «La gestión integral es gestión integral. Al señor Marlaska lo que debería hacer el PSOE es dos cosas: o explicarle bien el acuerdo, o avisarnos de que no piensa cumplir. Si nos avisa de que no piensa cumplir, nosotros también actuaremos de la manera que el PSOE sabe que actuaremos si no se cumplen los acuerdos», concretó Turull.

Con todo, el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, se mostró «optimista» ante la posibilidad de recabar el apoyo de Junts a los Presupuestos. Pero, consciente de que otra prórroga de las cuentas del 2023 pondría un punto de inestabilidad económica, volvió a pedir al PP que dé su brazo a torcer para poder tramitar unas nuevas, aunque sea con el techo de gasto rechazado en julio, que «permitía muchos más recursos económicos para comunidades autónomas y ayuntamientos», dominadas por los populares.