La mayoría de Sánchez se resquebraja tras el choque con Ábalos y Podemos
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Ninguna formación ni diputado apoyará al Gobierno sin negociar sus medidas
13 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Gobierno de coalición se resquebraja. Con 34 votaciones perdidas desde el inicio de la legislatura y sumido en un caos parlamentario, el PSOE y Sumar recibieron ayer el varapalo de perder el apoyo parlamentario del exministro socialista José Luis Ábalos y consagrar a Podemos como una fuerza que seguirá sus propias directrices progresistas para vetar ciertas medidas del Ejecutivo que no pasen una evaluación positiva de la formación morada. Y, de fondo, nacionalistas e independentistas seguirán sus propios intereses sin que su apoyo esté garantizado.
Cuando abandonó el Grupo Socialista para pasar al Mixto, Ábalos dijo que se mantendría fiel a la disciplina de voto del PSOE. Sin embargo, la auditoría del Ministerio de Transportes sobre el caso Koldo —que afecta a su persona— le dio un giro de tuerca a esta posición. «Vista esta actitud de absoluta deslealtad, y que no se corresponde al papel que he jugado este tiempo, tengo que advertir que yo, que ahora estoy fuera de la disciplina, no tengo por qué tener una actitud basada en que me digan lo que hay que votar», aseguró ayer el extitular del ministerio que ahora lo investigará.
Ahora, Ábalos querrá seguir la misma senda que el resto de partidos de un solo diputado como Coalición Canaria o UPN: «Lo único que quiero es que cuando haya una decisión importante al menos se pregunte cómo lo veo y qué voy a hacer. No he tenido esta pregunta ni consulta», aseveró. Hace dos días votó ya dos mociones en el Congreso de forma distinta para cristalizar esta nueva posición política.
Cúmulo de agendas propias
Esa falta de negociación es el mantra que abraza el resto de fuerzas de coalición, a excepción de Sumar. El diputado de Izquierda Unida Enrique Santiago certificó ayer que los desacuerdos entre la coalición y el resto de fuerzas son «mínimos». Y especificó, sobre las desavenencias con Junts, que podrían costarle los Presupuestos Generales del 2025 al Ejecutivo, y que es «normal» que haya desencuentros puntuales «con una formación de derechas».
Pero la realidad es que ERC, Junts, PNV, Coalición Canaria, EH Bildu y BNG —estos últimos velarán por el cumplimiento de los acuerdos para Galicia sin entrar en el estado de salud de la coalición— seguirán también su propia disciplina de voto. Para apagar fuegos, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se reunió ayer con los jelzales para volver a atraerlos tras sus pactos con el PP, según El Confidencial.
El caso de Podemos es particular. Su ya lejana salida de Sumar auguraba que tendrían una posición propia respecto a las iniciativas del Ejecutivo. No solo han cumplido, sino que también dejaron ver hace dos días que la oposición a ciertas medidas del Gobierno continuará si no dan el corte progresista que fijen o son «de la pasada legislatura».
«No tienen ninguna medida para poner encima de la mesa que sea de esta legislatura. Desde mi punto de vista, no tenemos solo un Gobierno a la defensiva, sino absolutamente desconectado de la realidad de la calle», expuso en los pasillos del Congreso la secretaria general de los morados, Ione Belarra, quien remarcó que los de Pedro Sánchez obvian que la gente tiene «enormes dificultades» para asumir el coste de la vivienda y el precio de la cesta de la compra.
El PSOE y Sumar tienen sus 147 apoyos asegurados. El futuro será negociación o parálisis.
Page aparca las diferencias con el presidente y pide al PP que apoye el techo de gasto
Madrid / Agencias
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, reclamó ayer al PP «altura de miras» y que apruebe en el Congreso el techo de gasto para el 2025, pues alertó de que si no lo hace «estará literalmente induciendo a recortes sociales» en las comunidades autónomas, la mayoría gobernadas por los populares.
El jefe del Gobierno manchego recordó que «no está prohibido» que la oposición, aunque su papel sea el de controlar y enfrentarse con el Gobierno, pueda llegar a acuerdos con el Ejecutivo y opinó que «al margen de que la oposición haga su trabajo, hay momentos en la vida en que hay que retractarse».
Con todo, García-Page expresó «con rotundidad el compromiso» del Ejecutivo autonómico de que en Castilla-La Mancha, aunque no se apruebe el techo de gasto nacional, no se aplicarán recortes a las políticas sociales, como sanidad, educación y servicios sociales, pero alertó de que eso no se podrá hacer «eternamente».