El Gobierno alemán irrita a sus vecinos al reforzar las fronteras para frenar la llegada de inmigrantes

La Voz REDACCIÓN

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El canciller alemán, Olaf Scholz, este jueves durante una sesión de la Cámara Baja sobre inmigración.
El canciller alemán, Olaf Scholz, este jueves durante una sesión de la Cámara Baja sobre inmigración. Liesa Johannssen | REUTERS

«Canciller Scholz, bienvenido al club», ironizaba el húngaro Viktor Orbán

12 sep 2024 . Actualizado a las 21:20 h.

La decisión de Alemania de reforzar los controles en las fronteras terrestres para frenar la llegada de inmigrante ha soliviantado a varios socios de la Unión Europea. Los primeros en mostrar su malestar fueron los directamente afectados, los vecinos Bélgica, Luxemburgo, los Países Bajos y Dinamarca, por los inconvenientes que suponen a los ciudadanos que cruzan con frecuencia los límites fronterizos. A ellos se unieron Polonia, Hungría y Grecia.

Si hace dos días, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ironizaba con los controles fronterizos germanos con un «canciller [Olaf] Scholz, bienvenido al club», este jueves el ministro del Interior, Gergely Gulyás, acusó a Berlín de destruir la zona Schengen de libre circulación, primero en el 2015, cuando permitió la entrada de refugiados, y ahora al introducir temporalmente controles fronterizos. También el Gobierno de Polonia alertó de que se trata de una maniobra que va en contra del «espíritu Schengen».

En Grecia, su primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, advirtió de que los desafíos vinculados a la inmigración no pueden resolverse «aboliendo unilateralmente el espacio Schengen». «La respuesta puede ser un compromiso justo sobre la protección de las fronteras europeas», subrayó el dirigente conservador heleno en una entrevista a Talk Radio, en la que indicó que la UE «no debe tirar la pelota» a los países de primera línea, como Grecia, puerta a la UE para quienes parten principalmente de Turquía.

El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, descartó seguir el ejemplo alemán. «La libertad de circulación es un principio básico», dijo.

En el debate del miércoles sobre los presupuestos en el Bundestag, Olaf Scholz destacó la importancia de la migración para la mejora de la economía alemana, pero a la vez defendió la polémica política migratoria aprobada recientemente para limitar la entrada de personas de forma ilegal en el país. Este jueves, la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, presentó en el hemiciclo su plan de lucha contra la inmigración irregular, una iniciativa que contiene medidas de seguridad, restricciones de servicios a demandantes de asilo y la promesa de ofrecer mayores facilidades para la expulsión de migrantes. Según el plan del Gobierno, que se debate hoy por primera vez en el Bundestag, los demandantes de asilo perderán la protección del Estado si van de vacaciones a su país de origen. Sin embargo, se aplican excepciones, como a los refugiados de Ucrania.