Illa asume como propio el relato nacionalista sobre el catalán

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, a su llegada al comité federal de su partido este sábado en Madrid
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, a su llegada al comité federal de su partido este sábado en Madrid JUANJO MARTÍN | EFE

Un informe de la Generalitat pide a los castellanohablantes que «superen la comodidad del monolingüismo»

10 sep 2024 . Actualizado a las 22:01 h.

El Gobierno catalán, presidido por el socialista Salvador Illa, ha adoptado el tradicional relato del nacionalismo en materia lingüística. Aunque el acuerdo entre el PSC y Esquerra pivota en buena medida sobre la financiación singular, la lengua es una cuestión prioritaria para los republicanos, prácticamente al mismo nivel que el de la soberanía fiscal. De aquí que el presidente de la Generalitat, investido con los votos de los independentistas de izquierdas, se vea obligado a hacer suyos los planteamientos que sobre el catalán ha venido defendiendo el nacionalismo catalán desde hace décadas. Illa, incluso, se atreve a ir más lejos, como demuestra la puesta en marcha de una consejería específica de política lingüística, que no tuvo el Gobierno de Pere Aragonès, que le dio rango de secretaría, con su por entonces responsable, Francesc Xavier Vila, hoy al frente.

En el último informe elaborado por Vila sobre el estado del catalán, una suerte de resumen de datos y agravios lingüísticos, se subrayan algunos riesgos o «serios retos» a los que hacer frente, como los «significativos» sectores sociales que todavía desconocen la lengua propia o el «retroceso preocupante» de su uso en la escuela, la sanidad o el ámbito de los negocios. En el documento, que aborda también la situación del occitano aranés y de la lengua de signos catalana, y se plantean las principales líneas de actuación lingüística durante la legislatura, se dice que el catalán es una lengua media en Europa, con más de diez millones de hablantes, similar al danés o al eslovaco.

El informe apela «muy especialmente» a las personas que tienen el castellano como lengua familiar y «disfrutan de los beneficios de hablar una lengua de Estado hegemónica y de dimensión internacional». A ellos les pide que, «superando la comodidad del monolingüismo, refuercen su solidaridad y su apertura de miras hacia el catalán».

Cinco grandes objetivos

Con el fin de hacer frente a estos «desafíos», Vila propone cinco grandes objetivos: aumentar el conocimiento social del catalán; «hacer fácil» su uso; garantizar que sea la de «uso normal» en las instituciones de Cataluña; incentivar el «compromiso» con la lengua para «generar acuerdos, extender actitudes positivas e implantar hábitos de usos favorables al catalán», así como garantizar los «recursos necesarios para asegurar el éxito de estas políticas». La principal vía para ello es el Pacto Nacional por la Lengua, redactado por el anterior Ejecutivo de Esquerra, bajo la dirección del propio Vila.

Para la presidenta de la AEB (Asamblea por una Escuela Bilingüe), Ana Losada, el texto no es más que un «refrito de datos que le convienen para intentar demostrar que el catalán está en peligro y forzar su uso por todos los ciudadanos». Según Losada, Illa asume así «el 100 % de los planteamientos de los gobiernos secesionistas». El informe también analiza la situación de la lengua en la Comunidad Valenciana, como «ámbito de dominio lingüístico del catalán», algo que ha suscitado la reacción airada de la Generalitat valenciana. «Con este informe el Gobierno de Salvador Illa vuelve a hacer apología de los inexistentes países catalanes», lamentó su consejero de Educación, José Antonio Rovira.