Los barones del PP pactan no negociar la financiación bilateralmente con Sánchez
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Feijoo pide una inyección inmediata de 18.000 millones de fondos europeos
07 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Una foto de familia para mostrar unidad y fortaleza territorial. Convocados por el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, catorce barones del partido se reunieron ayer en el Palacete de los Duques de Pastrana de Madrid, donde firmaron un documento en el que se comprometieron a no negociar la financiación autonómica bilateralmente con Pedro Sánchez, como este les ofreció el pasado miércoles. Los presidentes populares de diez autonomías y de Ceuta y Melilla, y los vicepresidentes de Canarias y Baleares —la presidenta balear Marga Prohens excusó su ausencia por la apertura del curso escolar— acudieron a esta cumbre cuyo objetivo era exhibir un frente común contra la financiación singular de Cataluña negociada entre el PSC y ERC para investir al socialista Salvador Illa.
En una comparecencia sin preguntas, el de Os Peares reclamó paralizar lo que llamó el cupo independentista catalán, una «inyección inmediata» de 18.000 millones de euros de los fondos europeos Next Generation a las comunidades y convocar la Conferencia de Presidentes donde negociar un nuevo modelo de financiación multilateral ya que «todos los presidentes renuncian expresamente a caer en una bilateralidad tramposa», aseguró. «Todos a una. Nos comprometemos a que lo que es de todos se dialogue y acuerde entre todos», reivindicó.
El documento pactado por los barones, de ocho páginas y titulado España somos todos, incluye diez compromisos y exigencias, entre los que también se encuentran solicitar la creación de un fondo transitorio para paliar la infrafinanciación autonómica, blindar el respeto a la autonomía fiscal de las comunidades, abordar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera la renovación del sistema de financiación, y mostrar solidaridad con los «compatriotas catalanes que no creen en un desguace del sistema común».
Feijoo, que se comprometió a cumplir este decálogo cuando llegue a la Moncloa, opinó que España «se enfrenta al desafío de la desigualdad» con Sánchez y que «no se puede otorgar la independencia fiscal para mantener embajadas y chiringuitos independentistas y, al tiempo, poner obstáculos a quien decida impulsar la actividad económica reduciendo impuestos».
Entre los 14 mandatarios autonómicos, que gobiernan el 70 % del territorio nacional, estaba el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, que dijo que de reunirse con el socialista «no va a entrar en ninguna subasta». Más allá fue su homóloga extremeña, María Guardiola, que, en una metáfora cinematográfica, indicó que «Sánchez quiere convertir España en los Juegos del Hambre y que los presidentes nos lancemos a la arena».
Ayuso se desdice en 24 horas
Vestida de largo y a la derecha de Feijoo en la foto de grupo, Isabel Díaz Ayuso no pudo evitar ser protagonista del cónclave. Un día después de haber instado al resto de dirigentes regionales a no acudir a la cita individual con el jefe del Ejecutivo si antes no se convocaba la Conferencia de Presidentes porque el socialista iba a intentar «sobornarles uno a uno», confirmó que acudirá al encuentro porque quiere ser atendida en la Moncloa, pero solo para abordar «los problemas singulares» de la Comunidad de Madrid. «Sánchez pretende que vayamos a verle engañados y decirnos que nos va a dar el dinero que no tiene», protestó.
Tampoco el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco luchará «por las sobras que les queden en las concesiones a sus socios separatistas», dijo. La cántabra María José Sáenz de Buruaga calificó la financiación singular catalana como «dinamita pura para la solidaridad», el aragonés Jorge Azcón valoró que «la minoría con la que gobierna Sánchez no puede pasar por encima de la mayoría» y el canario Manuel Domínguez pidió que no se comparen los «privilegios» que quieren dar a Cataluña con «los derechos» del archipiélago. El sentir común lo resumió el murciano Fernando López Miras que definió esta cumbre como «un bloque compacto y sin fisuras» que los hace más fuertes.
Génova escenifica una Conferencia de Presidentes con banderas y discursos
El espacio elegido para la ocasión no podía ser más solemne. El Palacete de los Duques de Pastrana, construido en el siglo XIX, fue la residencia que usó Napoleón Bonaparte a su paso por Madrid durante la Guerra de la Independencia. Declarado Bien de Interés Cultural en 1979, las columnas blancas de su fachada recuerdan a las de la Moncloa. Las banderas de todas las comunidades autónomas, incluidas aquellas sin representación en la cumbre popular, que ondeaban en el lugar y los discursos individuales de los mandatarios regionales dieron al cónclave de este viernes la apariencia de una Conferencia de Presidentes, que no se celebra desde marzo del 2022 y que el PP lleva meses reclamando de forma insistente. Cierto es que el jefe del Ejecutivo ya anunció que se celebrará en breve en Cantabria, sin fijar todavía una fecha, pero adelantó que el protagonista del debate será la vivienda y no la financiación.
Todo apunta a que la dirección nacional del partido quiso escenificar la cita autonómica. De hecho, el cartel elegido por Génova rezaba Cumbre de Presidentes, España somos todos. La solemnidad del enclave se trasladó también a algún fragmento de los discursos, como cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, afirmó que «por encima de los intereses territoriales está el interés común, de la nación, España».