La autorización del organismo llega después de que los reguladores británicos también dieran luz verde a la toma de control de TSB
05 sep 2024 . Actualizado a las 20:14 h.BBVA da un paso más en su proceso de oferta pública de adquisición (opa) para hacerse con el control del Banco Sabadell. Y el de este jueves, a pesar de ser esperado, tiene su relevancia. El Banco Central Europeo (BCE) notificó al banco presidido por Carlos Torres su decisión de «no oposición» a la toma de control de la entidad catalana. Así lo notificó este jueves el propio BBVA a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un hecho relevante. «Hemos recibido el visto bueno del Banco Central Europeo a nuestra oferta a los accionistas de Banco Sabadell. Es un hito muy relevante que subraya, además, la solidez y solvencia de este proyecto», indicó el presidente de BBVA, Carlos Torres, en un comunicado.
Lograr la no oposición por parte de las autoridades de Fráncfort era uno de los hitos de obligado cumplimiento que debía alcanzar BBVA para poder ejecutar la opa.
Este visto bueno era algo esperado por el mercado, ya que el examen del banco central se centra en criterios de solvencia y prudenciales. En concreto, el organismo que preside Christine Lagarde ha examinado si el proyecto que los jefes de BBVA enviaron a sus despachos tendrá los niveles de liquidez adecuados y si, además, podrá mantenerlos a lo largo del tiempo. No es el único criterio que ha analizado el BCE. Ya que también examinó el modelo de gobernanza y la capacidad para generar beneficios.
«La unión de Banco Sabadell y BBVA crea una entidad más fuerte y rentable, que tendrá una capacidad adicional de concesión de crédito a familias y empresas de 5.000 millones de euros al año. Esperamos recibir el resto de autorizaciones según el calendario previsto y avanzar en el proyecto más atractivo de la banca europea», explicaba este jueves Torres en el comunicado enviado a la CNMV.
«Es perjudicial»
Por su parte, fuentes del Sabadell aseguraban este jueves que el anuncio del BCE es fruto de una evaluación prudencial y «era esperado». Pero mantienen que la opa es «perjudicial para el acceso de las pymes al sector bancario y para los accionistas de Sabadell» e insisten en que eso no cambia la necesidad de un análisis de la transacción por parte de la CNMV, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y, previsiblemente, del Gobierno.
De hecho, fuera del examen del BCE han quedado otras cuestiones como el nivel de competencia del mercado bancario, que será algo que deba considerar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su análisis. Esta valoración podría implicar compromisos o condiciones que BBVA tendría que asumir en caso de querer fusionar el Sabadell.
Y no es el único bache que todavía debe salvar la operación. Porque el Gobierno también puede intervenir en el proceso teniendo en cuenta otras cuestiones diferentes a la competencia, como el interés general; impidiendo así la fusión o reclamando la puesta en marcha de determinadas condiciones adicionales.
Teóricamente, con la aprobación del BCE, la CNMV ya podría aprobar la opa y permitir a BBVA que abra el período de aceptación, que podría extenderse de 15 a 70 días. No obstante, el procedimiento habitual en la práctica es que la aprobación de la CNMV sobre la opa no se produzca antes del dictamen de Competencia sobre la fusión. En todo caso, si la aprobación de la CNMV llega antes, el banco puede abrir el período de aceptación sin necesidad de contar con el visto bueno de Competencia. Eso sí, el organismo condiciona la eficacia de la operación, puesto que la intención de BBVA es adquirir el 100 % del Sabadell y fusionar ambas entidades.