Alcaraz se estrella con Van de Zandschulp en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos
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«He dado pasos hacia atrás en tema de cabeza y no entiendo el porqué», dice el tenista tras su derrota
30 ago 2024 . Actualizado a las 10:48 h.Carlos Alcaraz se estrelló este jueves contra Botic Van de Zandschulp, número 74 del mundo, y cayó eliminado en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos. El tenista español perdió en tres sets de forma inapelable ante el neerlandés por 6-1, 7-5 y 6-4 en dos horas y 19 minutos.
Campeón de Roland Garros y Wimbledon este año, además de haber ganado la plata en París 2024, Alcaraz, número 3 de la ATP, no sufría una derrota tan temprana en un Grand Slam desde Wimbledon 2021, cuando también cedió en segunda ronda, siendo hasta hoy su peor resultado en el cuadro principal de un grande
Fue una noche absolutamente desafortunada, terriblemente dolorosa y llena de impotencia para el murciano, que desde el inicio pareció fuera del partido tanto mentalmente como por su juego. En cambio, Van de Zandschulp, sin títulos en su carrera (solo dos finales y ambas perdidas en Múnich) y tras perder sus dos precedentes anteriores contra Alcaraz, se regaló un día inolvidable y la victoria más importante de su vida.
Esta inesperada eliminación de Alcaraz en Flushing Meadows llega después de que en el Masters 1.000 de Cincinnati, su reaparición hace un par de semanas tras los Juegos Olímpicos, perdiera en su estreno ante el francés Gael Monfils, estrellara su raqueta en el suelo (un gesto inaudito en su trayectoria) y asegurara que había sido «el peor partido» de su carrera.
Una velada trágica en Nueva York
Avisaba Alcaraz justo antes de pisar la pista que el de Países Bajos es un jugador «realmente talentoso» y que debía ser «agresivo» para «dominar el partido». Tenía la lección aprendida, pero aun así Van de Zandschulp sorprendió con un inicio chispeante, mirando de tú a tú al español y combinando con mucho acierto secas derechas, golpes cortados, dejadas y subidas a la red.
El arranque dejó varios puntos espectaculares al público del Arthur Ashe Stadium pero no le vino nada bien a Alcaraz, que concedió un break en su primer turno al saque y que empezó con deberes y un 3-0 en contra. El de El Palmar buscaba sensaciones pero Van de Zandschulp se mantenía muy seguro con su saque y, en cambio, a Alcaraz se le empezaban a amontonar los errores no forzados.
Al final llegó otra rotura para el neerlandés, que selló un set brillante y prácticamente perfecto en solo 30 minutos (6-1). El mejor ejemplo de cómo andaban las cosas para Alcaraz es que no logró ni un solo golpe ganador en toda la primera manga. Serio entre puntos y precipitado con sus golpes, Alcaraz buscaba a Juan Carlos Ferrero en busca de respuestas cuando mandó una derecha al pasillo que le entregó otro 'break' a Van de Zandschulp (2-1).
«Calmado y positivo, calmado y positivo», le repetía su entrenador y por fin encontró un punto de luz devolviendo la rotura y soltando un «¡vamos!» directo al cielo de la Gran Manzana. Parecía el momento propicio para la heroica pero no acabó de prender el fuego de la remontada y el partido bajó de pulsaciones sin que el neerlandés diera su brazo al torcer. Al contrario, fue Alcaraz, apagado y sin rastro de su característico brío, el que volvió a atascarse con varios errores hasta perder su servicio con una doble falta y entregar el segundo set (7-5)
Camino del baño entre sets, Alcaraz se señalaba a la frente mirando a sus preparadores: no estaba mentalmente, su cabeza estaba fuera del partido. En su box, la escena y los rostros eran los de un funeral. En el Arthur Ashe, los fans miraban desconcertados sin entender qué estaba ocurriendo. «No dejamos de luchar ni una», pedía Ferrero pero la velada parecía lejísimo de la épica.
Un nuevo break para el 3-2 dejó el camino franco para Van de Zandschulp, pero Alcaraz replicó con otra rotura y mostró una diminuta sonrisa que hizo creer a sus fans. Como si se hubiera quitado un peso de encima, Alcaraz firmó alguno de sus mejores puntos en ese rato y pidió apoyo a las gradas con la mano en la oreja. Fue un espejismo en una noche para olvidar para el español.
Van de Zandschulp, imponente y magistral de principio a fin, rompió su saque con un juego en blanco camino de una victoria increíble y Alcaraz, fundido mentalmente, bajó los brazos y dijo adiós a Nueva York pidiendo perdón a los fanáticos antes de perderse por los pasillos del estadio.
«He dado pasos hacia atrás en tema de cabeza y no entiendo el porqué»
«La verdad es que lo que siento ahora mismo es que en vez de dar pasos hacia adelante he dado pasos hacia atrás en tema de cabeza. Y no entiendo por qué», reflexionó el tenista español en una rueda de prensa. «Venía de un verano espectacular, de Roland Garros, de Wimbledon, saliendo de ahí diciendo que mentalmente había un paso hacia adelante, que me había dado cuenta de que para ganar grandes cosas había que estar duro de cabeza. Vengo a esta gira y es como que he dado pasos hacia atrás: como que mentalmente no estoy bien, no estoy fuerte, ante los problemas no sé controlarme, no sé cómo gestionarlo. Y eso para mí, la verdad, es un problema», añadió.
Todavía con la decepción en el rostro tras una velada para el olvido, el español reconoció que el exigente calendario del tenis, que este verano ha sumado además los Juegos Olímpicos, le ha podido pasar factura. «Puede ser. Tengo que ver qué ha pasado exactamente o qué me pasa exactamente. Ha sido un verano con muchas emociones, muy exigente. El calendario del tenis es muy apretado. He tenido mis momentos de desconexión, pero pienso que me estoy conociendo todavía y a lo mejor como persona necesito más tiempo», argumentó.
«A lo mejor yo soy un tipo de persona que, al venir el calendario tan apretado, a lo mejor no me viene bien o que mentalmente me exijo más de la cuenta. Tengo que ver qué pasa exactamente, pero la verdad es que no he pensado en toda la exigencia tan seguida y no he pensado en que eso es lo que me podía haber afectado», agregó.
En el turno de respuestas en inglés, el de El Palmar dijo que no había llegado a Flushing Meadows «con tanta energía» como creía pero insistió en que no quería «poner eso como excusa». También subrayó que Van de Zandschulp, imponente de principio a fin, «jugó genial» e «hizo un gran tenis». «Pensé que iba a darme más puntos 'gratis', pero no cometió muchos errores que pensé que iba a hacer. Eso me confundió un poco. No supe cómo gestionarlo y cómo lidiar con ello. No pude incrementar mi nivel. Mi nivel se quedó en el mismo punto todo el partido y no fue suficiente (...) Cometí muchos errores. Cuando quise intentar remontar, era muy tarde», explicó.
Además, Alcaraz detalló lo que le pasaba por la mente durante el encuentro: «Fue una lucha conmigo mismo». «En el tenis juegas contra alguien que quiere lo mismo que tú, ganar el partido, y tienes que estar tan calmado como puedas para pensar mejor en el partido. Hoy estaba jugando contra mi oponente y contra mí en mi cabeza. Eran muchas emociones que no pude controlar. Estaba arriba en algunos puntos, luego perdía otros y me venía abajo. Era una montaña rusa en mi cabeza. No puedo ser así si quiero pensar en cosas grandes. Tengo que mejorar, tengo que aprender de esto», señaló.