Daniel Ortega da por rotas las relaciones con Brasil, tras acusar a Lula de «servil» por no reconocer el triunfo de Maduro

La Voz AGENCIAS

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Daniel Ortega, durante una cumbre virtual con jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), este lunes en Managua.
Daniel Ortega, durante una cumbre virtual con jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), este lunes en Managua. Presidencia de Nicaragua | EFE

El presidente de Nicaragua también ve a Petro como un «representante» de EE.UU. en Latinoamérica

27 ago 2024 . Actualizado a las 11:34 h.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, da por rotas las relaciones con Brasil, tras tildar a su homólogo brasileño, Lula da Silva, de «arrastrado» y de querer ser el «representante de los yanquis» en América Latina por su negativa a reconocer el triunfo a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio. 

Durante una cumbre virtual este lunes con jefes de Estado de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el dirigente sandinista dijo que Lula es uno de los presidentes latinoamericanos que ha tenido una «reacción brutal» y «cobarde» por su papel en las crisis abierta tras las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio., y que forma parte de los «Gobiernos serviles, traidores, arrastrados». Es un «gobierno que se ha presentado como muy progresista como muy revolucionario. Ahora que hay que repetir las elecciones [en Venezuela], dicen. Lo dice Brasil, Lula», reprochó.

«Te estás arrastrando»

Afirmó que Lula «de una forma vergonzosa» anda «repitiendo las consignas de los yanquis y de los europeos, y de los Gobiernos arrastrados de América Latina».«¡Te estás arrastrando también, Lula! ¡Te estás arrastrando, Lula!», exclamó Ortega, que también criticó la anterior gestión de Gobierno del mandatario brasileño. Recordó que en su primera Administración estallaron «alborotos» de corrupción como «los escándalos Lava Jato».

El pasado 8 de agosto, el embajador de Brasil en Nicaragua, Breno de Souza, salió del país tras ser expulsado por el Gobierno de Ortega, de acuerdo con la versión oficial, por no asistir al acto de celebración del 45 aniversario de la revolución sandinista el pasado 19 de julio. En reciprocidad, el Gobierno de Brasil decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Castro.

Lula ha tenido en el pasado una estrecha relación con Ortega desde 1980, cuando el líder brasileño viajó a Managua para el primer aniversario de la revolución sandinista, una ocasión en la que además conoció personalmente al entonces presidente cubano, Fidel Castro. En los últimos meses, sin embargo, la relación se ha deteriorado, sobre todo debido a la «persecución política» que el Gobierno de Managua mantiene sobre antiguos sandinistas y religiosos.

El propio Lula explicó la situación el mes pasado, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Brasilia, en la cual reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que el papa Francisco le pidió que abogue por la situación de un obispo detenido en Nicaragua. 

Al respecto, Ortega confirmo que no le respondió la llamada a Lula porque para recibir un mensaje del Vaticano, el cual dijo es un Estado «a favor del imperio», la Santa Sede podía comunicarse directamente con él. «No necesitamos intermediarios. No le pedimos a Lula que fuera intermediario. No le respondimos a Lula y él se molestó», indicó.

Lula lamentó que eso ocurra con «un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a [Anastasio] Somoza» Debayle, en 1979, y dijo que hoy no sabe «si esa revolución fue porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo».

Petro, otro traidor

El presidente de Nicaragua también apuntó sus críticas hacia su homólogo colombiano, Gustavo Petro, al que acuso de estar «compitiendo» con  Lula da Silva por ser el «representante» de los Estados Unidos en América Latina.

«Petro, ¿qué le puedo decir a Petro?. Pobre Petro, pobre Petro. Yo a Petro lo veo como compitiendo con Lula en ver quién va a ser el líder que va a representar a los yankis en América Latina», declaró.

«Así lo veo a Petro, pero el pobre Petro no tiene la la fuerza que tiene lógicamente Brasil», agregó el mandatario sandinista. Lula y Petro insistieron el sábado en la necesidad de difundir las actas electorales «desglosadas por mesa de votación», tras el aval del Tribunal Supremo de Venezuela a la victoria de Maduro, del que «tomaron nota».

Lula y Petro acordaron una posición común sobre el proceso electoral venezolano tras sendas conversaciones telefónicas.