Portugal pasa un «test real»: el mayor terremoto en 50 años, sin víctimas ni daños materiales

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

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Mapa de intensidades del terremoto registrado al sur de Lisboa
Mapa de intensidades del terremoto registrado al sur de Lisboa

Las autoridades se felicitan por la rápida respuesta en coordinación y evaluación, a pesar de las críticas a la comunicación de Protección Civil

26 ago 2024 . Actualizado a las 20:27 h.

A las 5.11 horas de la madrugada de este lunes, Portugal registró un terremoto de magnitud 5,3 en la escala de Richter, el mayor en cinco décadas. El epicentro fue a 10,7 kilómetros de profundidad y a 60 kilómetros al oeste de la costa de Sines (suroeste), y fue seguido de cuatro réplicas de menor intensidad (de entre 1,2 y 0,9 de magnitud). A lo largo de la siguiente hora, Protección Civil recibió llamadas de prácticamente todo el territorio portugués, pero el temblor se notó con especial intensidad en el Área Metropolitana de Lisboa y en Setúbal.

«Espertoume unha alerta descoñecida no móbil, cun aviso de terremoto e indicacións para manter a calma. Tamén avisaban de posibles réplicas. Deseguido, comezou a moverse a cama, cunha intensidade brutal. Durou uns dez segundos. Abrín a fiestra e, pouco a pouco, todo o mundo comezou a saír á xanela, preguntándonos se o sentíramos», cuenta Fernando Castiñeiras, chantadino residente en Lisboa.

En Oporto, muchos vecinos decían no haberse despertado. «Yo sí lo noté», comenta una mujer de Barcelos. «Ya estaba despierta y sentí un temblor, cómo la cama se mecía, durante un minuto. Al principio, más intenso, después más ligero y de nuevo más fuerte, pero no me asusté mucho». Sí fue suficiente para despertar a una joven turista española: «Sentí que la cama temblaba, me desperté y no reconocí lo que pasaba».

Minutos después del primer temblor, en Lisboa, «os veciños, algún en pixama ou en chanclas, comezaron a subir a rúa por se houbera risco de tsunami», recuerda Castiñeiras.

Tal riesgo fue descartado en las horas siguientes por los especialistas. Desde el primer momento, se apeló a la población a mantener la serenidad y, en una primera evaluación, se descartaron víctimas y daños materiales. A mediodía, continuaban examinando «posibles fisuras» en edificios de una calle de Sesimbra, al sur del país, y se mantiene la fase de monitorización. «Vamos a verificar si habrá réplicas o no», dijo a SIC Notícias el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa.

«Sinceramente, o primeiro que lembrei foi que, antes do grande terremoto de 1755, houbera outros máis leves, así que fiquei expectante, por se ía a máis… porén, só souben das réplicas a través dos médios de comunicación», dice Castiñeiras al teléfono.

La función de Protección Civil se ha puesto en duda, porque su web, saturada, permaneció caída y no todos los ciudadanos recibieron la alerta ni las indicaciones en sus móviles. El comandante nacional de Protección Civil, André Fernandes, justificó que «los planes (especiales para este tipo de eventos) solo se activan a partir del sismo de 6,1 en la escala de Richter».

Sin embargo, desde el Gobierno y Presidencia, asumieron que «de ahí se extraen conclusiones» y felicitaron a los cuerpos implicados por su eficiencia en la coordinación y evaluación de daños. En ese sentido, el ministro de Exteriores, Paulo Rangel, que ejerce de primer ministro en funciones por la ausencia de Montenegro, ha dicho que se trata de «un test real ante una catástrofe mayor». Portugal es una zona sísmica y está expuesto a terremotos de mayor magnitud.

A lo largo del lunes, autoridades y distintos expertos han explicado que este sismo no aumenta los riesgos de otro más severo, pero ponen en duda que el país esté preparado para hacerle frente en caso de que suceda. Recuerdan que el 68 % de edificios de Lisboa fueron construidos antes de la ley de Protección Sísmica y que serían vulnerables a un terremoto más fuerte. Y solo un 19 % de viviendas portuguesas tienen seguro con cobertura de terremoto. El alcalde de Lisboa aseguró que la capital está «muy preparada» y que la preparación «se hace todos los días». Expertos solicitan una mayor fiscalización de los edificios, así como inversión en investigación para conocer mejor la realidad geológica portuguesa y anticipar parte de problemas potenciales.