Hezbolá lanza su represalia contra Israel con más de 300 cohetes y drones

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

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Libaneses atienden a un discurso televisado de Hasán Nasralá, líder de Hezbolá, en Beirut.
Libaneses atienden a un discurso televisado de Hasán Nasralá, líder de Hezbolá, en Beirut. ABBAS SALMAN | EFE

Líderes políticos del norte del país hebreo rompen relaciones con Netanyahu

26 ago 2024 . Actualizado a las 21:06 h.

Después de que el mes pasado Israel matara al número dos de Hezbolá, Fuad Shukr, la milicia chií lanzó su «represalia» contra el país vecino atacando la zona norte con más de 300 cohetes y drones que se saldó con la muerte de un oficial. El temor de una guerra a gran escala en la región persiste, especialmente cuando los esfuerzos para un alto el fuego en la Franja de Gaza parecen casi imposibles.

Horas antes de que la milicia chií lanzara su ataque, El Ejército de Israel envió a más de un centenar de cazas a destruir «miles» de lanzaderas de proyectiles del grupo proiraní, a lo que sucedió el lanzamiento de los cohetes y drones por parte de Hezbolá. Su líder, Hasán Nasralá, aseguró que el objetivo era una base militar, la de Gilot, y que además se pretendían alcanzar otras once, matizando por el camino que fue una respuesta «controlada» por el asesinato de su mano derecha. A consecuencia del ataque, las autoridades israelíes confirmaron la muerte del suboficial de primera clase, David Moshe Ben Shitrit, de 21 años.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró en un comunicado que divulgó su oficina tras el ataque israelí en el Líbano y la posterior venganza de Hezbolá que «Nasralá en Beirut y Jamenéi en Teherán deben saber que este es un paso más para cambiar la situación en el norte y para que nuestros residentes regresen a sus hogares de manera segura. Y lo repito: este no es el final de la historia». Pero las promesas del jefe del Gobierno se toparon con un nuevo escollo interno.

La situación en la zona norte de Israel es delicada. Unas 65.000 personas han sido evacuadas de la zona desde el inicio de la guerra contra Hamás en Gaza y muchos de sus habitantes y responsables políticos denuncian que Tel Aviv obvia la coyuntura en la zona y que solo atiende a la seguridad de las grandes ciudades de Israel y las limítrofes con la zona costera de Palestina. «No os hemos interesado en 10 meses y medio. Desde ahora, no nos interesáis a nosotros. No llaméis, no vengáis, no enviéis mensajes. Nos hemos apañado solos hasta ahora, nos apañaremos», recoge un comunicado conjunto del líder del consejo regional de Mateh Asher, Moshe Davidovich; el alcalde de Metula, David Azoulay, y el líder del consejo de la Alta Galilea, Giora Zaltz recogido por la agencia Efe.

Dimisiones conjuntas

El ex primer ministro israelí Ehud Olmert escribió en un artículo publicado en Haaretz que Netanyahu quiere torpedear las negociaciones para un alto el fuego y precipitar una guerra regional: «Cuando esto ocurra, Israel podría encontrarse con que el Ejército estadounidense no quiera entrar en una complicada y delicada confrontación militar en Oriente Próximo, solo porque así lo desea el narcisista, inmoral, sinvergüenza y sin carácter que la está orquestando». Además, pidió la dimisión del jefe del Ejército, Yoav Gallant, así como las de Ronen Bar y David Barnea, del Shin Bet y el Mossad.