Harris promete ser la presidenta que una EE.UU. frente a un «Trump sin límites»

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

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Kamala Harris y Tim Walz, con sus parejas tras ser nominado candidatos a presidente y vicepresidenta demócratas a la Casa Blanca.
Kamala Harris y Tim Walz, con sus parejas tras ser nominado candidatos a presidente y vicepresidenta demócratas a la Casa Blanca. Callaghan O'Hare | REUTERS

Los demócratas cierran sin fisuras el apoyo a la sucesora de Joe Biden

26 ago 2024 . Actualizado a las 21:22 h.

El Partido Demócrata cerró la madrugada del jueves su convención coronando a Kamala Harris como sucesora indiscutible de Joe Biden al frente de la candidatura a las elecciones del 5 de noviembre, en las que se enfrentará a Donald Trump. En su discurso de aceptación, la primera mujer afroamericana en ser candidata presidencial ofreció una idea de cuáles son los principios que guiarían su mandato, homenajeó a Biden y prometió unir al país frente al egoísmo de Trump.

En un United Center lleno a rebosar, entre gritos de «¡U-S-A!» y de «¡presidenta!» y con el Freedom de Beyoncé como banda sonora, Kamala Harris subió a un escenario por el que han pasado en los últimos días los pesos pesados de la política progresista estadounidense y prometió que si llega a la Casa Blanca su presidencia estará centrada en «superar la amargura, el cinismo y las batallas del pasado» que han marcado la vida política del país durante los últimos años. Y advirtió de las «consecuencias extremadamente serias» que tendría «poner a Donald Trump» de nuevo al mando de la Casa Blanca. Sobre todo, «ahora que el Supremo acaba de dictaminar que sería inmune» a casos criminales.

La candidata de 59 años se comprometió a ser una presidenta «para todos los estadounidenses». Una afirmación que tenía sentido en un evento que ha dado la palabra a diversos políticos y votantes del Partido Republicano. Harris recurrió a su biografía para trazar «el nuevo camino» que propone al electorado. «No como miembros de ningún partido o facción, sino como estadounidenses», matizó. Frente al odio y la división, la esperanza, antídoto del miedo.

Aunque el discurso de la demócrata no profundizo en las líneas de su programa político, sí ofreció su visión sobre varios de los temas más candentes. En términos de política exterior, Harris se comprometió a mantener varias de las posiciones que han marcado la presidencia de Biden. Será así, dijo, con el apoyo inquebrantable a Ucrania. En el caso de Israel y Gaza, la demócrata aseguró que bajo su mando el país mantendrá el apoyo al Estado de Israel, pero sin dejar de comprometerse a trabajar por la creación de un Estado palestino tras diez meses de un sufrimiento que calificó de «devastador».

Sobre el control de la frontera sur del país, que los estadounidenses perciben como una de las mayores debilidades de la Administración Biden, Harris afirmó que cree que asegurar la frontera no es incompatible con preservar la esencia del país «como nación de inmigrantes». Una afirmación coherente como hija de un indio y una jamaicana de clase media, que se conocieron durante la lucha por los derechos civiles.

Acusó a Trump de hacer descarrilar el último intento en el Congreso de poner orden en la frontera y se comprometió a volver a encauzarlo. Pero sobre todo llamó a hacer frente a un expresidente egoísta y «sin limites» de ningún tipo, que «usaría el inmenso poder de la presidencia de EE.UU., no para mejorar vuestras vidas sino para servirse a sí mismo».