Los pactos con Esquerra complican los Presupuestos del 2025 a Sánchez

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / COLPISA

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Pere Aragonès felicita a Salvador Illa tras ser investido este presidente de la Generalitat
Pere Aragonès felicita a Salvador Illa tras ser investido este presidente de la Generalitat ANDREU DALMAU | EFE

Junts marca distancias con el PSOE y amenaza la estabilidad de la legislatura

15 ago 2024 . Actualizado a las 16:52 h.

El acuerdo firmado entre el PSOE y ERC para una financiación singular de Cataluña tendrá efectos en la política nacional, al margen de servir para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. El Gobierno sigue necesitando los votos de todos sus aliados de investidura para sacar adelante los Presupuestos del 2025 y para aprobar cualquier ley en el Congreso. Aunque en principio el acuerdo con ERC garantizaría el apoyo de los republicanos a Pedro Sánchez, Esquerra ya advierte de que ese respaldo se puede revertir si no se dan pasos claros para llegar a un concierto económico para Cataluña similar al del País Vasco.

El difícil apoyo de Junts

Puigdemont enfría el apoyo a Sánchez. Más complejo aún que mantener el apoyo de ERC durante toda la legislatura resultará para Sánchez ganarse los siete votos de Junts, igualmente imprescindibles para mantener la mayoría en el Congreso. El fugaz paso por España de Carles Puigdemont ha enfriado aún más la relación de su partido con los socialistas. Puigdemont señala ahora al PSOE como uno de los principales impedimentos para conseguir la independencia de Cataluña. Y el pacto de Sánchez con ERC hace también que Puigdemont sitúe a los de Oriol Junqueras como los independentistas que han claudicado ante el Estado español sin conseguir los objetivos que el secesionismo se había planteado con el procés.

El PSOE entierra el «procés»

Illa hace guiños al secesionismo. En el PSOE, por el contrario, consideran que la investidura de Illa supone el fin del procés y de cualquier posibilidad de que el independentismo vuelva a levantarse contra la Constitución. Eso no impedirá, sin embargo que Illa vaya aproximando su discurso a un nacionalismo moderado que no suponga la destrucción de todo lo hecho por el Gobierno de Pere Aragonès. Illa ha hecho guiños a los independentistas de Junts con el fichaje de antiguos dirigentes de Convergencia y de Unió Democràtica para su Ejecutivo, y a los de ERC situando a dos ex altos cargos en el Gobierno de Aragonès como consejeros.

Entre Junts y ERC

Adiós al cara a cara Sánchez-Puigdemont. El PSOE se encuentra ahora ante la disyuntiva de intentar dar pasos adelante con ERC en la mesa de negociación sobre el conflicto en Cataluña y de tener abierto otro canal de negociación con Junts en el extranjero, debido a la imposibilidad de que Puigdemont regrese a Cataluña sin ser detenido. Lo que parece muy poco probable ya es un encuentro cara a cara entre Sánchez y Puigdemont que el presidente del Gobierno aseguró que se produciría tras la aprobación de la ley de amnistía. Hoy, y después de la nueva fuga de Puigdemont burlando el control de los Mossos, ese cara a cara parece inviable.

Solo la versión de erc

Falta una explicación del pacto. El pacto suscrito por Pedro Sánchez con ERC, sobre el que el Gobierno no ha dado todavía su versión, dejando a los de Esquerra con su valoración de máximos sobre un posible concierto económico para Cataluña, complica también la posibilidad de que el PSOE y el PP alcancen algún pacto de Estado después de haber puesto fin a cinco años de mandato caducado del Consejo General del Poder Judicial. Todo indica que no pasarán de ahí y no se prevén contactos bilaterales para aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica, que lleva también muchos años de retraso. El PP ha ensanchado enormemente su poder territorial tras las pasadas elecciones autonómicas, pero el Gobierno sigue teniendo la última palabra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en donde al Ejecutivo le basta el apoyo de una sola comunidad para bloquear cualquier acuerdo.

División en el pSoe

Barbón, contrario al pacto. El pacto para la investidura de Illa en la Generalitat ha tenido un precio excesivo para las autonomías del PP, pero supone también un hueso duro de roer para los barones socialistas. A la ya habitual protesta del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se suma ahora la del presidente de Asturias, Adrián Barbón, con un discurso muy firme en el que asegura que no dará su aprobación a ningún pacto que vaya en detrimento de la financiación del Principado. Aunque desde el Gobierno se insiste en que el acuerdo no conlleva el fin de la solidaridad de Cataluña con el resto de autonomías del régimen común, cuestiones como la defensa del principio de ordinalidad han puesto en guardia también a los líderes territoriales del PSOE en otras comunidades como Extremadura, en donde el secretario general de los socialistas, Miguel Ángel Gallardo, ha expresado su rechazo «radical» a la posibilidad de que Cataluña salga del régimen común. Y lo mismo ocurre con el asturiano Javier Lambán, que sigue siendo el secretario general de los socialistas en Aragón. En ambos casos, al igual que en el de Page, han solicitado que se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El PP tratará de atraerse a los sectores del PSOE contrarios a un concierto económico catalán para hacer frente común contra las intenciones del Gobierno y de ERC

Socios distanciados

Compromís y Chunta rechazan el pacto. Entre quienes rechazan la posibilidad de que Cataluña obtenga un régimen fiscal similar al pacto están además varios sectores de Sumar, además de otros aliados habituales del Gobierno como Compromís o la Chunta Aragonesista. Así, la mayoría para Sánchez en el Congreso se complica.

Los comunes amenazan a Illa si apuesta por la geometría variable

El portavoz de Comuns en el Parlamento, David Cid, advirtió al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, de que si busca la «geometría variable» para gobernar, contando con Junts, «a medio plazo la legislatura embarrancará». Así lo ha afirmado en una entrevista con Efe, en la que ha puesto en valor el «acuerdo nítidamente de izquierdas, del que estamos muy orgullosos» que firmaron PSC y Comuns para hacer posible la investidura de Illa.

Aun así, ha lanzado un aviso al presidente de la Generalitat por si en algún momento tiene la «tentación» de explorar una alianza con JxCat para sacar adelante leyes o proyectos que no cuenten con el aval de Comuns. Si Illa busca «acuerdos puntuales» con Junts, puede ser «pan para hoy y hambre para mañana», alertó Cid, que en cualquier caso cree que «no es posible» que el partido de Carles Puigdemont entre en la ecuación de la gobernabilidad, porque el acuerdo que firmaron PSC y Comuns prevé «políticas claramente progresistas que son incompatibles con el modelo de país» que defiende JxCat.