Con más de 40.000 muertos en Gaza, Doha acoge un último intento de llegar a una tregua

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

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Niños gazatíes esperan para recibir ayuda humanitaria.
Niños gazatíes esperan para recibir ayuda humanitaria. Mahmoud Issa | REUTERS

«Esta situación se debe a que Israel ha incumplido las reglas de la guerra», sostiene el jefe de la ONU para los derechos humanos

16 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un hito sombrío. Así definió este jueves el alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, la cifra de 40.000 muertos en Gaza. En apenas diez meses de guerra, uno de cada 50 habitantes de la Franja ha muerto. Pero ni siquiera esa cantidad refleja todas las pérdidas palestinas; solo incluye los cadáveres que fueron recogidos y enterrados.

«Se están probando nuevos métodos para incluir en la lista a quienes están desaparecidos o quedaron bajo los escombros, pero todavía no han sido aprobados», explicó Marwan al Hams, director de hospitales de campaña del Ministerio de Salud palestino, a The Guardian. Se cree que unas 10.000 víctimas de ataques aéreos siguen sepultadas en edificios derrumbados. Hay poca maquinaria —y menos combustible— para excavar entre las ruinas de acero y hormigón en su busca.

Frenar la onda expansiva

«Esta situación inimaginable se debe en gran medida a los recurrentes fallos de las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] a la hora de cumplir las reglas de la guerra», continuó Türk. El número 40.000 colgaba como una espada de Damocles sobre los países mediadores (Egipto, Catar y EE.UU.) mientras retomaban las conversaciones en Doha, con la esperanza de conseguir al menos un alto el fuego temporal.

Vemos un «comienzo prometedor», anunció la Casa Blanca, aunque no esperaba un acuerdo rápido. Estas herméticas negociaciones, que se prolongarán durante varios días bajo la amenaza de un ataque iraní que parece inminente, son vistas como una de las últimas esperanzas para evitar la expansión regional del conflicto.

Entre los participantes, se encontraban William Burns, el director de la CIA; Brett McGurk, el principal asesor de Joe Biden en Oriente Medio; David Barnea, el jefe del Mossad israelí; Ronen Bar, su homólogo en el Shin Bet, y el general Nitzan Alon, que supervisa las conversaciones en nombre del Ejército de Tel Aviv. El gran ausente fue Hamás, cuya oficina política se encuentra, de hecho, en Doha. El movimiento islamista insiste en reivindicar que se aplique lo que ya fue acordado con anterioridad «en vez de seguir con nuevas rondas». Sin embargo, la Casa Blanca aseveró que el grupo se mantendrá en contacto con Egipto y Catar, por lo que participará de manera indirecta.

Abás decide ir a la Franja

«He decidido ir a Gaza con otros hermanos de la dirigencia», dijo este jueves el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, durante un discurso ante el Parlamento turco aplaudido por todos los presentes. «Lo haré. Incluso si me cuesta la vida. Porque nuestra vida no es más digna que la vida de un niño gazatí», añadió.

Abás, de 88 años, visitó Turquía después de reunirse en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin. Durante su alocución, que duró 45 minutos, pidió una oración por el exlíder de Hamás Ismail Haniya —aunque Al Fatah, el partido de Abás, es contrario al movimiento— y aseguró que el pueblo palestino se mantendrá firme. «Solo las acciones políticas pueden traer la paz. Las militares no», concluyó.