Junts cierra filas con Puigdemont para «relanzar» el independentismo

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

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El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull.
El secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull. Lorena Sopena | EUROPA PRESS

Los posconvergentes piden al líder del 1-O que revalide su liderazgo en el congreso de octubre

14 ago 2024 . Actualizado a las 09:23 h.

El nuevo escenario político que se abre en Cataluña con el Gobierno de Salvador Illa obliga al espacio independentista, más fragmentado que nunca, a mover ficha. Los republicanos de Esquerra, que optaron por ceder la Generalitat a los socialistas antes que probar la vía Puigdemont, celebrarán un congreso extraordinario a finales de noviembre para redefinir estrategias y liderazgos. Por su parte, los posconvergentes, que encaran su particular travesía del desierto en la oposición en casi todas partes, harán lo propio en el cónclave que llevarán a cabo en octubre. En el caso de Junts, todavía no está claro qué hará su líder. En teoría, el partido está con él, a diferencia de Oriol Junqueras en Esquerra. Por ahora, nadie se atreve a cuestionar, al menos en público, el liderazgo del expresidente, aunque su gestión al frente del independentismo conservador, cuyo último episodio se filmó en el Arco del Triunfo de Barcelona, no es del agrado de todos. Su secretario general, Jordi Turull, aseguró este martes que Carles Puigdemont desvelará «pronto» y cuando lo estime «oportuno» sus planes de futuro.

En la precampaña del 12M, dejó claro que si no era investido presidente de la Generalitat no ejercería como jefe de la oposición. Sin embargo, el número dos de Junts se apresuró ayer a precisar que «él no dijo que dejaría la política; no hace falta un cargo público para seguir comprometido políticamente».

En cualquier caso, también a diferencia de Junqueras, el hombre que declaró la independencia en octubre del 2017 y después huyó a Bélgica, no ocupa ningún cargo orgánico en su partido desde el 2022, cuando dejó la presidencia en manos de Laura Borràs, la expresidenta del Parlamento condenada por corrupción. Sobre el papel, Puigdemont podría recuperar este cargo o, en su defecto, asumir una presidencia honorífica. Según Turull, debe tener un «papel muy activo» para «relanzar el independentismo» en sus horas más bajas, sin unidad entre sus diferentes actores y sin peso institucional, más allá de ayuntamientos de segundo nivel y algunas diputaciones (la importante, la de Barcelona, también está en manos del PSC). 

Cumbre en Poblet

Mientras tanto, el Gobierno de Salvador Illa tomó ayer sus primeras decisiones, como la creación del comisionado de la ley de barrios que tiene como objetivo mejorar la calidad de los servicios públicos, la seguridad y la vivienda en los municipios y barrios más degradados. Su portavoz, Sílvia Paneque, trasladó el «reconocimiento y apoyo» del Ejecutivo catalán a los Mossos tras la fuga de Puigdemont, y mostró el «compromiso absoluto» con la aplicación de la ley de amnistía. En septiembre, Illa reunirá a sus consejeros en el monasterio cisterciense de Poblet (Tarragona) para «fijar la hoja de ruta del Gobierno» y para poner en común los planes de trabajo de cada uno de los departamentos.