El fundador de Amazon se lanza a buscar la vacuna que reduzca el metano de las vacas

Maria Cedrón REDACCIÓN

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Santi M. Amil

A través del Bezos Earth Found ha dado una subvención de 9,8 millones de dólares para desarrollar una investigación en la que participa el CSIC

07 ago 2024 . Actualizado a las 12:41 h.

Los científicos llevan años haciendo cálculos sobre el metano, un gas de efecto invernadero con un poder de calentamiento unas 80 veces mayor que el dióxido de carbono. Dicen desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que en torno al 40% de todo el que llega a la atmósfera procede de la agricultura y que un 70% resulta de la fermentación que realizan microorganismos en el aparato digestivo de rumiantes como las vacas, las ovejas o las cabras. ¿Cómo liberan estos animales este hidrocarburo compuesto de carbono e hidrógeno? Pues sobre todo a través de los eructos, no de sus flatulencias como solía pensarse.

Pero los científicos también llevan años haciendo cálculos para buscar fórmulas para mitigar las cantidades de metano emitidas por los rumiantes a la atmósfera, de forma que ayuden a frenar el cambio climático. Variaciones en la alimentación, selección genética porque no todas las vacas emiten la misma cantidad de metano —puede haber variaciones de hasta un 30% entre unas u otras— o mejores prácticas de gestión en las explotaciones ganaderas son las herramientas que se han utilizado hasta ahora para tratar de reducir las emisiones de metano.

Una fórmula más rentable

La cuestión es que no todas son válidas para utilizar en todas las explotaciones. Cada una de ellas se aplica en función del territorio o el tipo de granja, pero qué supondría en la lucha contra el cambio climático hallar un modo universal de reducir el volumen de metano emitido por estos animales que, además, fuera escalable y rentable. Eso es lo que se ha preguntado la Fundación Bezos, promovida por el fundador de Amazon, y parece estar dispuesta a arriesgar 9,4 millones de dólares para responder a esta pregunta.

Porque el lunes un comunicado emitido desde Washington por Bezos Earth Found, una entidad dependiente de la Fundación y que se dedica al desarrollo de proyectos de alto riesgo, avanzó que otorgaría una subvención por ese valor para financiar una investigación pionera dirigida a descubrir cómo funciona el mecanismo inmunológico de los terneros frente a los microorganismos que producen el metano. Ese sería el primer paso de un trabajo que tendría como objetivo el desarrollo de una vacuna capaz de actuar sobre el funcionamiento de esos microorganismos para reducir el metano que generan en el proceso de fermentación de la hierba o el heno. Pero primero hay que conocer como actúan y cómo responden inmunitariamente los animales ante esos movimientos.

«Las vacunas han demostrado ser increíblemente eficaces en la salud mundial y, si podemos aplicar este enfoque al ganado, el potencial de reducción de las emisiones es inmenso», explicó en el comunicado el doctor Andrew Steer, presidente y director ejecutivo del Bezos Earth Fund.

Parte de esa inyección de capital también llegará al Centro Experimental de Zaidín, en Granada, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Porque este último colaborará con el Royal Veterinary College (Reino Unido) en el estudio de cómo y cuándo los microbios del intestino bovino (metanógenos) encargados de producir metano colonizan el tracto digestivo de los terneros durante sus primeras semanas de vida. Además, han de comprobar cómo responde su sistema inmunitario a esto.

Los rumiantes liberan metano a partir del proceso digestivo en el que se descomponen las fibras del pasto y del heno para la generación y absorción de nutrientes. Lo que se ha descubierto recientemente es que para reducir esa producción de metano hay que atacar directamente a los microorganismos que lo producen. Lo que no se sabe todavía es cómo esos microorganismos se reparten por el aparato digestivo de los terneros en sus primeras semanas, ni tampoco cuál es la respuesta inmunológica de los animales. No cabe duda entonces de que es el primer paso que tratarán de dar.

La segunda parte de la investigación la llevará a cabo el Instituto Pirbright ubicado en Reino Unido junto como AgResearch (Nueva Zelanda). Su labor será la de identificar y caracterizar los anticuerpos específicos que serán necesarios para atacar de modo eficaz esos metanógenos. Desde el fondo Bezos Earth explican que esa fase pretende aislar anticuerpos del ganado inmunizado para probar su eficacia en el laboratorio. De esa forma, pretenden avanzar un prototipo de vacuna que rebaje la producción de metano al menos un 30%. Pero que esa alteración no perjudique la digestión de las vacas ni la salud animal. Entre las ventajas que auguran los científicos sobre los métodos actuales como es el control de la alimentación está que podría aplicarse a cualquier animal porque la alimentación, por ejemplo, no resulta un método efectivo en el ganado que está en manejo en extensivo.