Pedro Sánchez considera que el «magnífico» preacuerdo entre el PSC y ERC es «un paso más en la federalización» de España

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante una votación de un preacuerdo de investidura con el PSC.
La líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, durante una votación de un preacuerdo de investidura con el PSC. David Zorrakino | EUROPAPRESS

Asegura que se encuentra «muy contento y feliz» de haber alcanzado el pacto con los republicanos

31 jul 2024 . Actualizado a las 18:21 h.

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, hizo este miércoles un balance triunfalista de su último año de Gobierno y dedicó buena parte de su intervención a defender el pacto alcanzado con ERC para una financiación singular de Cataluña, que definió como un paso «en la federalización de nuestro Estado autonómico». Respecto a por qué el Gobierno insistió tanto hace solo unos días en que no era posible que Cataluña tuviera un concierto económico para después aprobarlo, expresó su «respeto y reconocimiento» a ERC y cuestionó a quienes dicen que son necesarios los pactos y protestan luego «cuando se llega a un acuerdo» que, según dijo, es «bueno para Cataluña y bueno para España».

«Resulta que ahora es otro golpe de Estado, no sé cuántos golpes llevo ya y cuántas veces se me ha acusado de destruir España, cuando España y Cataluña están ahora «más fuertes y unidas que hace seis años», dijo Sánchez.

No quiso profundizar en el contenido del preacuerdo y señaló que hay que esperar a que ERC someta lo acordado al criterio de sus bases, que son las que deben aprobar este pacto y decidirán con su voto si lo avalan o no. «Hay que respetar ese tiempo y la autonomía de ERC», sostuvo, al tiempo que destacó la labor de Esquerra en la «normalización» en Cataluña, con los avances sociales y el «esfuerzo que todo ello implica para abrir una nueva etapa».

El líder del PSOE calificó de «magnífico» el acuerdo alcanzado con ERC y dijo que él está «muy contento y feliz» por haberlo logrado. Sánchez aseguró que esta negociación bilateral con ERC es compatible con una «negociación multilateral» con el resto de autonomías, aunque evitó confirmar si al resto de comunidades se les ofrecerán unas condiciones similares a las que se han pactado para Cataluña.

Respecto a las protestas por el pacto alcanzado para que Cataluña tenga un concierto propio, indicó que a veces se confunde «la opinión pública con la opinión publicada». «Reclamo el respeto y el reconocimiento a un partido político como ERC, que gracias a la negociación y al acuerdo ha logrado importantes avances para reformar el autogobierno en Cataluña y gracias a ello lo vamos a lograr», dijo, asegurando que su Gobierno ha multiplicado los recursos de las autonomías.

«Si Aznar transfiere el 30 % del IRPF es un pacto de Estado, pero si lo hacemos nosotros se rompe España», dijo. «Así juego yo también a la política», añadió Sánchez. Recordó que Feijoo defendió en su día un concierto económico para Cataluña y ahora dice que es un «golpe de Estado fiscal», como ocurrió con la amnistía. «Así les va», dijo sobre la posición de los populares. «Habrá tres años más de avances» y «frente a las campañas de desinformación prevalece un Gobierno que gobierna y una oposición que fabula», insistió Sánchez.

«Efectivamente, estamos dando un paso en la federalización de nuestro Estado autonómico. Yo creo que eso es incuestionable y eso es una muy buena noticia para el sistema político español», sostuvo Sánchez, sin reconocer si Cataluña se sale así del régimen común del resto de comunidades.

Respecto a los duros ataques al acuerdo por parte del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, contestó con desdén diciendo que «la noticia sería que hiciera una rueda de prensa apoyando al Gobierno». Aseguró que una «amplia mayoría» de los socialistas están de acuerdo con el pacto y con ver al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat.

Afirmó que sobre Cataluña se han dado «pasos decisivos y valientes, siempre dentro de nuestro marco constitucional», en referencia a la concesión de los indultos o la aprobación de la ley de amnistía. Respecto a cómo aspira a aprobar la reforma en el Congreso cuando hay ya partidos como Compromís, Izquierda Unida o la Xunta aragonesista que ya han adelantado su rechazo a ese pacto, cuya aprobación se ve además dificultada por la posición contraria de Junts, dijo confiar en que el partido de Puigdemont haga una «oposición constructiva». Y extendió ese deseo a la aprobación de los Presupuestos del 2025.

.Indicó que pese a la «complejidad» de la situación en el Parlamento, los «únicos capaces de articular grandes acuerdos para sacar adelante leyes importantes para la mayoría social de este país son el Grupo Parlamentario Socialista y el Gobierno de coalición progresista y las fuerzas parlamentarias que lo sustentan». Precisó sin embargo que a veces se valora exclusivamente la acción del Gobierno por el número de leyes que aprueba, cuando esa es una cuestión que afecta al poder legislativo, no al ejecutivo.

 

El PSC, además, contará también con los necesarios votos de los Comunes. La líder de esta formación en el Parlamento, Jéssica Albiach, anunció este miércoles un «pacto de investidura» con el PSC para investir a Salvador Illa, que prevé más vivienda pública y aparca el polémico proyecto del Hard Rock: «Lo hemos conseguido, el Hard Rock no se hará en Cataluña», ha afirmado.

Así lo ha explicado en su intervención ante el consejo nacional de Catalunya en Comú, que deberá ratificar en su reunión de esta mañana el preacuerdo alcanzado con los socialistas.

 Los seis votos de los comunes en el Parlamento, sumados a los 20 de ERC —cuyas bases decidirán este viernes si avalan su propio preacuerdo con los socialistas— y a los 42 del PSC, bastarían para alcanzar la mayoría absoluta que necesita Illa para ser investido nuevo presidente de la Generalidad.

Los seis votos de los comunes en el Parlamento, sumados a los 20 de ERC —cuyas bases decidirán este viernes si avalan su propio preacuerdo con los socialistas— y a los 42 del PSC, bastarían para alcanzar la mayoría absoluta que necesita Illa para ser investido nuevo presidente de la Generalidad.

 

«Son malos tiempos pata los agonías», afirma Sánchez

«Son buenos tiempos para los optimistas y malos tiempos para los agonías», repitió Sánchez en varios pasajes de su intervención, en la que dedico bastante espacio a las críticas a la oposición.

«El verano pasado no fue un verano azul como pronosticaban algunos. Tampoco lo será este, ni el siguiente ni el siguiente. A los ciudadanos y ciudadanas les digo que vienen tres años más de avances que vamos a cumplir y que cumpliremos», aseguró el presidente del Gobierno tras lamentar que la oposición del PP no aporte nada ni arrime el hombro.

Frente a las críticas por la amnistía y por el acuerdo alcanzado con ERC, Sánchez destacó que en 2018 su Gobierno heredó «la mayor crisis territorial de la historia de la democracia» que además tuvo efectos adversos en la economía y que, según dijo, dañó la «reputación internacional» de España y la convivencia entre catalanes y entre los catalanes y los españoles.

Feijoo, «un visionario»

El presidente del Gobierno arremetió en varias ocasiones contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoo. «El señor Feijoo fue un visionario defendiendo en 2016 un concierto económico para Cataluña. No dijo ni solidario. Y ahora, en cambio, es un golpe de Estado fiscal, como fue golpe de Estado también la amnistía», dijo Sánchez.

El jefe del Ejecutivo advirtió de que no está dispuesto a aceptar «lecciones» del PP, que, según afirmó, allá donde gobierna solo hace «recortes al Estado del bienestar». «Lecciones de quien quita impuestos a los ricos, mire, no», respondió, rechazando así el argumento de que el pacto con ERC para la investidura del socialista Salvador Illa es un atentado a la igualdad de los españoles.

Insistió en que fue durante la época de Gobierno del PP cuando se acometieron los mayores «recortes», mientras que el «mayor fortalecimiento del Estado del bienestar» se ha producido desde que él es presidente del Gobierno. Minimizó las críticas por la exclusión de Cataluña del régimen común de la financiación diciendo que «los ciudadanos lo que quieren ver es reducida su lista de espera sanitaria».

Y, respecto a las críticas por la escasa producción legislativa de su Gobierno, dijo que la gestión de un Ejecutivo no se mide por el número de leyes que aprueba, porque esa una tarea «del legislativo».