Los ministros de Israel se enfrentan tras las violentas protestas contra el arresto de nueve soldados por abusar de presos palestinos

La Voz REDACCIÓN

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Manifestantes ondean banderas israelíes frente al centro de detención de Sde Teiman, en el sur de Israel.
Manifestantes ondean banderas israelíes frente al centro de detención de Sde Teiman, en el sur de Israel. Jill Gralow | REUTERS

Las autoridades de Cisjordania piden una investigación internacional por los excesos del Ejército israelí

30 jul 2024 . Actualizado a las 16:21 h.

Las manifestaciones violentas que siguieron al arresto de nueve soldados israelíes por presuntamente haber abusado sexualmente de un prisionero palestino causaron enfrentamientos verbales este martes entre el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, y el ministro de Seguridad, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir.

El arresto de los uniformados, ocurrido el lunes, causó tal efervescencia en la sociedad israelí que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, tuvo que llamar a una «calma inmediata de los ánimos».

Sin embargo, Ben Gvir y el ministro de Finanzas, el colono ultranacionalista Bezalel Smotrich —que abogan abiertamente por maltratar a los palestinos detenidos e incluso aplicarles la pena de muerte—, calentaron los ánimos entre sus seguidores.

«Le pido que actúe con mano dura contra los miembros de la coalición que participaron en los disturbios y ordene una investigación para examinar si el ministro de Seguridad Nacional impidió o retrasó la respuesta de la Policía», escribió Gallant en una carta difundida por medios locales. «La intrusión de civiles en las bases del Ejército es un acontecimiento que daña gravemente la democracia israelí y le hace el juego a nuestro enemigo durante la guerra», escribió en la red social X el titular de Defensa.

De su lado, Ben Gvir replicó en la misma red social este martes, asegurando que pidió a Netanyahu verificar si Gallant «estaba al tanto de los acontecimientos del 7 de octubre y no envió tropas a la zona», haciendo referencia al día en que el grupo islamista Hamás perpetró su ataque contra Israel que dejó 1.200 muertos, 251 secuestrados y desató la guerra.

Cientos de ellos realizaron manifestaciones violentas en dos instalaciones militares de Israel, en las que entraron a la fuerza pese a la presencia de soldados y policías.

Se espera que esta tarde los nueve soldados arrestados comparezcan ante un tribunal militar, en Camp Gur, en Beit Lid, en el centro del país, una de las bases militares que fue asaltada por los manifestantes.

El arresto de los militares ocurrió después de que el Fiscal General Militar abrió una investigación «tras presuntos abusos sustanciales contra un detenido recluido en el centro de detención de Sde Teiman».

Por su parte, las autoridades palestinas demandaron este martes una investigación independiente e internacional sobre las denuncias de tortura y abusos contra palestinos presos.

Qadura Fares, presidente de la Autoridad de Asuntos de Prisioneros de la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna partes cada vez más reducidas de Cisjordania ocupada, hizo un «llamamiento a la comunidad internacional, con todas sus instituciones oficiales, para intervenir urgentemente para detener los crímenes actuales y sin precedentes contra presos y presas» palestinos en Israel.

Desde que estalló la guerra, miles de palestinos, principalmente de Gaza, han sido internados en Sde Teiman, una cárcel ubicada en el sureño desierto del Néguev donde según varias oenegés se practica la tortura de forma sistemática.

Allí, las autoridades israelíes realizan agresiones sexuales y dan palizas en zonas sin cámaras de seguridad contra los presos, muchos de ellos presos sin tener cargos formales en su contra, según denuncias de la oenegé Médicos por los Derechos Humanos de Israel y de Amnistía Internacional.

Al menos 36 palestinos han muerto en en el centro de detención y unos 124 de ellos continúan encarcelados, según medios israelíes, a pesar de que la fiscal general pidió que fueran trasladados.

La Corte Penal Internacional está considerando emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant por crímenes de guerra y lesa humanidad en territorio palestino durante la guerra.

El Tribunal Supremo de Israel de Justicia anunció este martes que celebrará una segunda audiencia el 7 de agosto para examinar la petición que exige el cierre de Sde Teiman.

Un alto cargo del Ejército admite «errores»

El jefe de la Dirección de Personal del Ejército de Israel, Yoram Knafo, ha admitido este martes «errores» a la hora de llevar a cabo la operación que se terminó el lunes con nueve militares arrestados por el presunto abuso de un palestino.

En declaraciones a la Comisión de Exteriores y Defensa de la Knesset (el Parlamento israelí), Knafo ha indicado que «la forma en que se llevó a cabo esta detención fue errónea» y ha asegurado que «no se repetiría».

Los soldados sospechosos de haber maltratado a un palestino fueron arrestados por policías militares enmascarados durante una redada en el centro de detención de Sde Teiman. 

La turba asaltó posteriormente la base de Beit Lid, donde se encuentran detenidos. «Esta mañana hemos mantenido un debate urgente sobre la detención de los combatientes y la conducta del fiscal general militar y de la Policía Militar», ha afirmado el presidente de la comisión, Yuli Edelstein, en un comunicado.

«Desgraciadamente, el abogado general militar eligió o recibió instrucciones de no acudir a la comisión. Anuncio ahora mismo que celebraremos otro debate en el que se le exigirá que comparezca ante la comisión y ofrezca respuestas adecuadas sobre la política de investigación», ha explicado.

«Me alegro de que el jefe de la Dirección de Personal llegara rápidamente a la conclusión de que la conducta del ejército en este asunto no fue correcta y de que casos similares no volverán a repetirse», ha añadido después de haberse mostrado crítico con el Ejército por considerar que la redada es «inaceptable». «Nuestros soldados no son delincuentes», ha afirmado.