La vuelta de los «teléfonos tontos» y otros métodos para conseguir reducir el uso del móvil
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Un estudio revela que 75 % de los españoles se ha propuesto seriamente utilizar menos su dispositivo. Casi un 15 % de los jóvenes se ha borrado ya sus perfiles en redes sociales
26 jul 2024 . Actualizado a las 16:38 h.Hace casi quince años, en el 2011, la oficina de correos británica Royal Mail llevó a cabo una encuesta entre la población de Reino Unido y determinó que, ya por aquel entonces, un 57 % de los encuestados sentían «ansiedad» al perder su teléfono móvil, «o cuando se les agotaba la batería o no tenían cobertura». De esta investigación surgió el término nomofobia —un acrónimo de la expresión inglesa no-mobile-phone phobia— que es el miedo irracional a permanecer durante un período de tiempo sin poder usar el móvil. La estadística dice que lo miramos cada cinco minutos, lo desbloqueamos unas 50 veces cada jornada y estamos con él 250 minutos de media. La suma da un total de 4 horas y diez minutos diarios.
La abstinencia del teléfono genera ansiedad e inseguridad, sobre todo entre los jóvenes. Un experimento realizado en el 2022 en el que obligaron a un grupo de ellos a dejar el móvil durante dos semanas, demostró una dependencia similar a la del tabaco: «Ver a todo el mundo con el móvil en el transporte público me creaba necesidad de usarlo», decía alguno de los participantes. Sin embargo, la semana sin teléfono también había sido positiva desde el punto de vista familiar o del propio bienestar de cada uno. Lo cierto es que cada vez un mayor número de personas —entre ellos también los jóvenes— están sumándose al movimiento de la desconexión digital. La adición a las pantallas es un estigma creciente y los usuarios de los smartphones son cada vez más conscientes.
Un estudio realizado por la compañía SPC revela que más de la mitad de los jóvenes españoles se ha planteado ya eliminar sus perfiles en redes sociales en busca de un estilo de vida más equilibrado y saludable. Por ahora, según el mismo informe, lo ha conseguido un 12,7 % de ellos. «La investigación que hemos llevado a cabo nos ha permitido profundizar en un movimiento que hasta ahora no había sido analizado con detalle, revelando cómo cada vez más jóvenes se suman a la tendencia de détox digital», explica Irene Manterola, directora de Markéting de SPC.
De los datos del estudio se revela que un 75 % de los españoles se ha propuesto seriamente usar menos el móvil. Los motivos más comunes para lanzarse a la misión incluyen la reducción del tiempo frente a las pantallas, mejorar la calidad de vida y la salud mental. En cuanto a las opciones preferidas para tener una relación más saludable con las pantallas, el 38 % de los españoles optaría por desinstalar las aplicaciones de redes sociales y el 37 % por controlar el tiempo de uso a través de las opciones que facilitan los propios smartphones, si bien, tan solo el 27,9 % dice comprobar este dato en su móvil. En la actualidad, todos los sistemas operativos de los dispositivos incluyen de serie el llamado modo no molestar. La función permite elegir un número de horas en las que el smartphone no muestra notificaciones. Incluso se puede dividir el día en varios tramos, para asignar diferentes permisos a cada uno de ellos. Por ejemplo, no recibir ninguna llamada hasta las once de la mañana.
El auge de los teléfonos antiguos
El movimiento de la desconexión digital ha desatado en paralelo otro: la vuelta de los teléfonos antiguos. A nivel mundial, existe un resurgimiento de los llamados dumbphones o teléfonos tontos. Aquellos antiguos dispositivos que solo permiten llamadas o mensajes de texto. En ellos no hay Tik Tok, ni Facebook, ni Instagram. Tampoco Google Maps o un navegador. En Estados Unidos, las ventas de este tipo de dispositivos aumentaron en el 2022 para HMD Global —el fabricante de Nokia—, con decenas de miles de unidades vendidas cada mes.
El estudio elaborado por SPC, confirma que en nuestro país es ya una opción creciente y que un 12 % de los encuestados han optado por cambiar su smartphone por un teléfono sin internet y un 19,5 % conoce a alguien que lo ha hecho. Al no tener conexión a internet limitan las distracciones e interrupciones a lo realmente urgente, son sencillos de manejar y estimulan las alternativas de relación y entretenimiento no dependientes del aparato. Jorge Flores, fundador de Pantallas Amigas, explica que «se trata de una opción perfecta para que las generaciones más jóvenes descubran la experiencia de vivir con menos compromisos y distracciones digitales».