Alemania prohíbe el Centro Islámico de Hamburgo por ser extremista y apoyar a Hezbolá

La Voz BERLÍN / EFE

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Imagen de archivo de la oración en un Centro Cultural Islámico.
Imagen de archivo de la oración en un Centro Cultural Islámico. BENITO ORDOÑEZ

El Ministerio de Interior afirma que propaga «una ideología islamista que va dirigida contra la dignidad humana, contra los derechos de la mujer, contra un poder judicial independiente y contra nuestro Estado democrático»

24 jul 2024 . Actualizado a las 19:20 h.

El Ministerio del Interior de Alemania prohibió este miércoles el Centro Islámico de Hamburgo (IZH) y sus suborganizaciones a escala nacional por tratarse de una «organización islamista extremista» que persigue objetivos anticonstitucionales, especialmente por su supuesto apoyo al grupo chií libanés Hizbulá.

«Hoy hemos prohibido el Centro Islámico de Hamburgo, que propaga una ideología islamista y totalitaria en Alemania. Esta ideología islamista va dirigida contra la dignidad humana, contra los derechos de la mujer, contra un poder judicial independiente y contra nuestro Estado democrático», señaló la ministra del Interior, Nancy Faeser.

«Además, el Centro Islámico de Hamburgo y sus suborganizaciones apoyan a los terroristas de Hizbulá y difunden un agresivo antisemitismo», agregó.

Las fuerzas de seguridad llevan a cabo registros en 53 propiedades de ocho estados federales (Hamburgo, Bremen, Berlín, Baja Sajonia, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Hesse, Renania del Norte-Westfalia y Baviera) y confiscan los bienes, según Interior.

En dichos registros, las autoridades germanas se incautaron de abundantes documentos impresos, dispositivos informáticos, dos vehículos, dinero en efectivo por valor de al menos 100.000 euros además de libros y documentación relacionada con Hizbulá y Hamás, dos organizaciones prohibidas en Alemania, según informó el Ministerio de Faeser.

Más de medio millar de policías federales y de la ciudad-estado de Hamburgo participaron en esta operación contra el IZH y sus suborganizaciones, en la que contaron con apoyo de expertos en Islam de la Oficina para la Protección de la Constitución, nombre que reciben en Alemania los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior.

Ya el 16 de noviembre pasado se habían efectuado registros en 55 propiedades de siete estados federados, durante los cuales se incautaron numerosas pruebas, que fueron analizadas y «corroboraron las sospechas hasta tal punto que el IZH y sus suborganizaciones están ahora prohibidas».

Interior afirma que el Centro Islámico de Hamburgo, una asociación de ámbito nacional, tiene fines y actividades que van dirigidos contra el orden constitucional de la Ley Fundamental y contra la idea del entendimiento internacional, y además promueve actividades fuera de Alemania «cuyos objetivos o medios son incompatibles con los valores fundamentales de un orden estatal que respete la dignidad humana».

De acuerdo con el ministerio de Faeser, como «representante directo del líder revolucionario» iraní, el IZH difunde la ideología de la llamada «revolución islámica» en Alemania «de forma agresiva y militante, y también quiere llevarla a la práctica».

«En lugar de una sociedad basada en el orden básico liberal-democrático protegido por la Ley Fundamental, el Centro Islámico de Hamburgo y sus suborganizaciones propagan el establecimiento de un régimen autoritario-teocrático. El IZH también difunde un agresivo antisemitismo entre sus seguidores. Además, apoya a la organización terrorista Hizbulá, cuya actividad está prohibida en la República Federal de Alemania», recalcó Interior.

A juicio de Faeser, el Centro prohibido «actúa de forma extremadamente conspirativa», pues de cara al exterior «quiere dar la impresión de que es una organización tolerante y puramente religiosa, sin ningún tipo de agenda o afiliación política».

Las suborganizaciones del IZH prohibidas son la Academia Islámica Alemania, la Asociación de Promotores de una Mezquita islámica-iraní en Hamburgo, el Centro de la Cultura Islámica en Fráncfort, la Asociación Islámica de Baviera en Múnich y el Centro Islámico de Berlín.

Faeser quiso dejar claro que Alemania no actúa «contra una religión», sino que «hace una clara distinción entre los islamistas, contra los que estamos actuando con dureza, y los muchos musulmanes que pertenecen a nuestro país y viven su fe».

Irán convoca al embajador alemán por el cierre de centros islámicos

El Ministerio de Exteriores de Irán convocó este miércoles al embajador alemán en Teherán, Hans-Udo Motsel, para transmitir su «dura protesta» por el cierre de varios centros islámicos en Alemania, una acción que según el Gobierno iraní tendrá «consecuencias», aunque no explicó cuáles.

«Algunas corrientes que apoyan a los terroristas y defensores de la violencia y el extremismo buscan incitar tensiones religiosas mediante acusaciones infundadas», afirmó el director general para Europa Occidental del Ministerio de Exteriores iraní, Majid Nili Ahmadabadi, en su reunión con el embajador alemán, informó la agencia ISNA.

Teherán convocó al embajador alemán después de que el Ministerio del Interior de Alemania prohibiera el Centro Islámico de Hamburgo y sus suborganizaciones en todo el país por tratarse de una «organización islamista extremista» que persigue objetivos anticonstitucionales, especialmente por su supuesto apoyo al grupo chií libanés Hizbulá.

Irán es un importante aliado de Hizbulá desde la formación del grupo libanés en los años 80, y forma parte del llamado «Eje de la Resistencia», alianza antiisraelí liderada por Teherán.

Nili Ahmadabadi advirtió al Gobierno alemán sobre «las consecuencias de acciones tan destructivas», aunque no explicó cuáles.

El diplomático iraní destacó los «valiosos e inolvidables» servicios de los centros islámicos, incluido el Centro Islámico de Hamburgo, «al explicar las enseñanzas religiosas del islam, promover el principio del diálogo y la tolerancia religiosa, así como la lucha contra el extremismo».

Además, indicó que lo ocurrido en el país europeo «es un claro ejemplo de islamofobia y de oposición a las enseñanzas de las religiones abrahámicas». «Tales acciones son un claro ejemplo de confrontar la libertad de pensamiento y expresión y, de hecho, promover la violencia y el extremismo», denunció el iraní.