Kamala tiene la posibilidad de ganar

Miguel-Anxo Murado
Miguel-Anxo Murado EL MUNDO ENTRE LÍNEAS

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La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata a la nominación, Kamala Harris.
La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata a la nominación, Kamala Harris. TING SHEN / POOL | EFE

23 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En condiciones normales, lo que están haciendo los demócratas en EE. UU. sería garantía de una catástrofe en las urnas: después de pasarse meses intentando convencer al mundo de que su candidato era perfectamente válido le han presionado para que abandone poco antes de las elecciones y ahora buscan proclamar a dedo a su sustituta pasando por encima de las primarias ya celebradas e ignorando el inminente congreso del partido… Los conservadores británicos acaban de ser laminados por hacer esta clase de cosas. Pero las circunstancias de la política norteamericana son tan peculiares que, en este caso, la maniobra podría darles a los demócratas una victoria inesperada.

Es cierto que Kamala Harris, que casi con toda seguridad va a ser la sustituta de Joe Biden en la candidatura a la presidencia, es impopular (en la medida en que es conocida), y que sus números en las encuestas eran hasta el domingo algo peores que los de Biden. Pero la cúpula demócrata (entre la que Harris tampoco es muy querida) cuenta con el efecto benéfico de esas dos grandes fuerzas en política que son la expectativa y la novedad. La incorporación de Harris a la carrera es una novedad que lo cambia todo; y las expectativas hasta el momento eran tan malas que será fácil que mejoren, al menos a corto plazo, precisamente por efecto de esa novedad. Es importante entender que los números de Biden no eran tan malos (en los estados clave, estaban en el filo de la navaja), lo que era muy mala era la tendencia de las últimas semanas. De Harris no se espera que recoja apoyos entre quienes ya han decidido votar a Trump, pero sí puede frenar esa deriva y recuperar el voto demócrata que se iba a ir a la abstención. Con eso podría ser suficiente. Si los demócratas consiguen retener el «muro azul», los estados clave de Pensilvania, Wisconsin y Míchigan, los republicanos pueden todavía hacerse con Nevada, Arizona y Georgia, y aun así Harris ganaría a Trump en número de compromisarios por 270 a 268.

¿Puede lograrlo? En Míchigan la perjudica un poco su mala imagen en el ala más a la izquierda del partido, pero la favorece el que allí será su «coronación» como candidata el mes que viene. En Wisconsin y Pensilvania no le hace ningún favor su procedencia californiana, pero la beneficia su proximidad a Biden (que es de Pensilvania), y es posible que quiera reforzarlo eligiendo al gobernador Josh Shapiro como compañero en el ticket electoral. Mucho, casi todo, dependerá de si Harris logra un fuerte impulso inicial, y de eso se están encargando los medios afines a los demócratas (a los que, por esa misma razón, hay que creerse solo a medias). También el calendario juega a favor de Harris. La campaña de Trump ya ha alcanzado su cénit con el atentado y la convención de Milwaukee, lo que deja espacio a los demócratas. ¿Qué puede salir mal? Una caída brusca en las encuestas, que haría inútil el impulso mediático e incluso podría provocar una convención tormentosa. Aún si eso no sucede, no está garantizado que Harris gane, pero sí que tenga, al menos, la posibilidad de ganar.