El ejército hebreo indicó que el objetivo era evitar la llegada de armas iraníes
22 jul 2024 . Actualizado a las 19:22 h.Israel tiene varios frentes abiertos, sobre todo desde que comenzó la invasión de la Franja de Gaza en su lucha por acabar definitivamente con Hamás. El conflicto con el grupo islamista centra las miradas del Ejecutivo israelí. Sin embargo, ayer miró de reojo a Hodeida, la ciudad portuaria de Yemen a orillas del mar Rojo. La Fuerza Aérea bombardeó ayer varios depósitos de petróleo y una central eléctrica de la urbe de más de dos millones de habitantes. El Ministerio de Sanidad hutí confirmó que hubo «muertos y heridos». El ataque no tenía un solo propósito. En primer lugar, Israel responde al ataque de un dron hutí que esquivó las defensas hebreas y causó un muerto y cinco heridos en Tel Aviv, donde miles de personas, según Efe, exigieron ayer a Netanyahu que llegue a un acuerdo de alto el fuego antes de visitar a Biden el miércoles.
Sobre el ataque del dron hutí, el ministro de Defensa, Yoav Galant, señaló que debían «ajustar cuentas». Y, además, el portavoz de las Fuerzas Armadas, Nadav Shoshani, remarcó que apuntaron a los depósitos para impedir la importación de armas desde Irán. El Estado persa respalda a los hutíes, que forman parte de la rama chií del islam. Tras el bombardeo en Hodeida, ahora son ellos los que claman venganza y prometen «plagar» a Israel de ataques.
Benjamin Netanyahu pidió a la comunidad internacional que le ayuden a combatir a «Irán y su metástasis». Aparte de los hutíes, el mandatario se refiere al Líbano. El sábado, según el Ejército de Israel, estos bloquearon 45 cohetes de las milicias de Hezbolá. La frontera que separa a libaneses e israelíes vive su mayor tensión desde hace décadas.
Y, mientras, la guerra en Gaza sigue recrudeciéndose. Israel confirmó la muerte de 150 milicianos palestinos en la Ciudad de Gaza. También remarcaron la destrucción de cien infraestructuras que, según el país hebreo, usaban hasta entonces las milicias. También se produjeron bombardeos diarios en varios campamentos de refugiados próximos a la capital de la Franja, como los de Nuseirat y Bureij. Este sábado murieron en estos enclaves seis personas.