Republicanos y demócratas se conjuran para rebajar la tensión política
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Obama y Kamala Harris esperan que toda la sociedad condene el ataque
15 jul 2024 . Actualizado a las 20:42 h.El intento de atentado contra Donald Trump ha tenido una consecuencia imprevista. Desde ambos lados del espectro político estadounidense se suceden las llamadas a pacificar el debate político. Sucede en un momento de intensa polarización, a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales y sin evitar del todo que haya quien intente utilizar el incidente como arma política.
Entre otros, uno de los que ha pedido mesura tras el ataque ha sido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En un discurso dirigido a la nación desde la Casa Blanca el domingo, el mandatario pidió a los estadounidenses «bajar la temperatura» en cuanto a cuestiones políticas se refiere. «Podemos estar en desacuerdo, pero no somos enemigos. Somos vecinos, amigos, compañeros de trabajo, ciudadanos y, todavía más importante, somos compatriotas americanos. Debemos permanecer unidos», dijo el inquilino de la Casa Blanca.
El equipo electoral del presidente de EE.UU., cuya campaña a la reelección ha buscado en todo momento presentar a Trump como una amenaza para la democracia en el país, también ha tomado la decisión de pausar la emisión de todos los anuncios que ahondaban en este relato.
La vicepresidenta, Kamala Harris, también quiso destacar que la violencia debería estar fuera de la vida política estadounidense. Para Harris, todos los ciudadanos «deberían condenar este acto aberrante» y trabajar para «asegurar que no conlleva más violencia».
Por su lado, el expresidente demócrata Barack Obama también ha salido a la palestra para pedir a todos un esfuerzo adicional que permita evitar que se sucedan más episodios de violencia política. Para Obama, «no hay absolutamente ningún lugar para la violencia política» en el contexto de la democracia estadounidense, un hecho que debería llevar a los ciudadanos a volver a comprometerse con «el civismo y el respeto» en la arena política. También se pronunciaba contra la violencia la exspeaker de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. La demócrata sufrió un episodio de violencia política en el 2022, cuando dos desconocidos atacaron a su marido, Paul Pelosi. Para la veterana dirigente, «la violencia política de cualquier tipo no tiene lugar» dentro de la sociedad de EE.UU.
Desde el Partido Republicano, una de las voces más influyentes, la del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también se ha alzado para hacer un llamamiento a la calma. Johnson considera que es hora de «rebajar la retórica» y ha llamado a los estadounidenses a tratarse unos a otros con «dignidad y respeto». Para el referente republicano, los ciudadanos pueden tener un «debate vigoroso, pero se tiene que quedar en eso».
Una campaña en contra
Otros, como el senador republicano por Ohio, J.D. Vance, han buscado culpar del incidente a los demócratas. Vance, uno de los contendientes destacados a ocupar el puesto de vicepresidente de Donald Trump, se descolgó horas después del ataque afirmando que no había sido «un incidente aislado» sino que estaba provocado por la afirmación que inspira la campaña de Biden de que «Donald Trump es un fascista autoritario que debe ser detenido cueste lo que cueste».
El senador republicano por Utah, Mike Lee, creía que el intento de asesinato contra Donald Trump debe, de alguna forma, servir para paliar sus problemas legales. Según remarcó, Biden debería «ordenar inmediatamente que se desestimen todos los cargos penales federales contra el presidente Trump, y pedir a los gobernadores de Nueva York y Georgia que hagan lo mismo».
También el congresista republicano por Georgia, Mike Collins, se ha decantado por hacer responsable a Biden del ataque contra el magnate. Este aseguró que el fiscal del distrito del Condado de Butler, donde se produjo el incidente, debía «presentar cargos de inmediato contra Joseph R. Biden por incitar al asesinato» de Donald Trump.