El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, asegura que hay un «profundo malestar» en la UE
16 jul 2024 . Actualizado a las 22:25 h.El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, tenía previsto reunirse anoche con el expresidente estadounidense Donald Trump en Florida. Para celebrar este encuentro «informal», el húngaro debía viajar desde Washington, donde se encontraba participando en la cumbre de la OTAN, según el portal Telex.hu. «Tiene que quedar claro que lo que haga el señor Orbán lo hace como primer ministro húngaro y no en representación del Consejo de la UE», dijo ayer el canciller alemán, Olaf Scholz, al preguntarle por la cita entre Orbán y Trump.
El jefe de Gobierno de Hungría, país que asumió la presidencia semestral de la UE el pasado día 1, desató malestar y fuertes críticas entre los Veintisiete, así como en el seno de la Alianza Atlántica, por sus inesperadas y recientes visitas a Kiev, Moscú y Pekín. Las entrevistas que mantuvo con Zelenski, Putin y Jinping no habían sido anunciadas con antelación ni coordinadas con Bruselas.
Josep Borrell, «molesto»
De hecho, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, manifestó este jueves que existe un «profundo malestar» en la UE por los recientes viajes de Orbán en lo que este último denominó una «misión de paz» para Ucrania. Estas visitas han generado, según Borrell, «una confusión lamentable», ya que Orbán ha intentado dar a sus viajes un aire oficial utilizando, por ejemplo, el logotipo de su país como presidente del Consejo de la UE en sus viajes a China y Rusia, pese a que el bloque comunitario ha insistido en que no tiene competencia para negociar en su nombre.
Ante esta situación, Borrell expresó su deseo de que los ministros de Exteriores de los Veintisiete aborden esta cuestión en el próximo consejo, programado para el 22 de julio. El español no quiso adelantar qué medidas podría tomar ese consejo, que él mismo presidirá, pero argumentó que las acciones de Orbán no son acordes al Tratado de la Unión, que reforzó los pilares de las instituciones europeas. «No creo que tenga sentido mantener conversaciones con regímenes autoritarios que violan el derecho internacional», indicó el presidente finlandés, Alexander Stubb.