La Policía detiene al joven que asesinó en Londres a la mujer y las dos hijas de un presentador de la BBC con una ballesta
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Los agentes buscaron durante casi 24 horas a Kyle Clifford por matar a la esposa y dos hijas de un popular comentarista de carreras hípicas del canal británico
12 jul 2024 . Actualizado a las 17:47 h.Kyle Clifford era hasta hace unos días un veinteañero de Enfield, en el norte de Londres, «bastante normal». Solía trabajar como guardia de seguridad privado, había pasado una breve temporada por el Ejército y caía bien entre los vecinos del barrio, sobre todo, los jubilados. Un «buen tipo», resumían quienes le conocían o creían conocerle. La Policía británica detuvo este miércoles a este chaval de 26 años por el asesinato de tres mujeres el pasado martes en una vivienda de Bushey, a unos treinta kilómetros al noroeste de la capital, tras casi 24 horas de intensa búsqueda. Las primeras investigaciones apuntan a un crimen «selectivo», no casual, y a que el sospechoso actuó armado con una ballesta.
La alarma saltó en torno a las 19:00 horas del martes cuando más de una decena de coches policiales, un helicóptero y varias ambulancias irrumpieron en el condado de Hertfordshire, donde residían Carol (61 años), Hannah (28) y Louise (25), las víctimas. Eran la esposa y dos de las hijas de John Hunt, un popular comentarista de carreras de caballos de la cadena BBC, cuyos compañeros se referían este miércoles a lo ocurrido como un suceso «devastador», de una «incomprensible maldad». Se desconoce qué pasó exactamente en el interior de la vivienda pero a una vecina le pareció escuchar gritos «agudos», unas voces cada vez «más estridentes», apenas un cuarto de hora antes de que la llegada de las patrullas sembrara el «caos absoluto» en la zona. «Básicamente nos pusieron en cuarentena. Es realmente muy estresante pensar que eso sucedió tan cerca y que ninguno de nosotros estaba al tanto y que ninguno de nosotros podía ayudar», explicó la mujer, que pidió mantenerse en el anonimato, a Sky News.
Ni los agentes ni el personal sanitario pudieron tampoco hacer nada por Carol y sus dos hijas, a quienes hallaron «gravemente heridas» y fallecieron en la vivienda, donde ahora se amontonan ramos de flores y mensajes de condolencias en la entrada. Lo que ocurrió tras esa puerta fue calificado por Jon Simpson, jefe de la Policía del condado, como «un incidente horrible que involucra lo que actualmente se cree que es una ballesta, pero es posible que también se hayan utilizado otras armas». Las autoridades británicas insistieron durante horas a la población que no se acercara al presunto autor del triple crimen -cuya fotografía circula por medios y redes desde primera hora de este miércoles- si lo veía en algún lugar y al propio Clifford le exhortaron que se entregara. No lo hizo y, tras una cantidad «abrumadora» de llamadas de personas que afirmaban haberlo reconocido en diferentes lugares, el joven fue arrestado en el cementerio de Lavender Hill en Enfield. «No se busca a nadie más en relación con la investigación en este momento», informó la inspectora detective Justine Jenkins.
Los agentes sacaron al presunto asesino en camilla y fue trasladado a un hospital ya que estaba herido, aunque en la zona no se escuchó ningún disparo. No trascendió si Clifford cargaba aún con la ballesta que habría utilizado en el suceso cuando fue detenido. La legislación británica no obliga a contar con ninguna licencia especial para poseer una de estas armas, aunque es ilegal portarla en un espacio público sin un motivo razonable. Su uso en varios crímenes en el Reino Unido -incluido un intento de regicidio contra Isabel IIen 2021 por parte de un joven que se coló en el castillo de Windsor- llevó al Ministerio del Interior a iniciar a principios de año un análisis de la ley para su posible revisión. Su nueva titular, Yvette Cooper, recién estrenada en el cargo, se comprometió este miércoles a estudiar el asunto tras asumir que lo ocurrido con la familia Hunt es «tremendamente impactante».
Qué empujó a Clifford a empuñar una ballesta es aún una incógnita. En su entorno afirman que jamás le vieron nada «extraño» y mucho menos una conducta «agresiva». La Policía deslizó este miércoles que el chico conocía a sus víctimas. Ahora será él quien ofrezca su versión de los hechos tras mantener en vilo al Reino Unido durante casi 24 horas.