El naufragio de un cerquero portugués deja tres muertos y tres desaparecidos
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El viento pudo haber hecho volcar el pesquero mientras recogía las capturas
03 jul 2024 . Actualizado a las 20:59 h.Mañana trágica en Portugal. Un barco de cerco, el Virgem Dolorosa, se hundió en la madrugada del miércoles al sur de Figueira da Foz dejando un saldo de tres marineros muertos y otros tres desaparecidos, según las últimas noticias de la Autoridad Marítima Nacional, que a última hora de ayer continuaba las labores de búsqueda para dar con esos tripulantes. Tanto los cuerpos recuperados como aquellos que todavía faltan se corresponden con personas de nacionalidad portuguesa. A bordo del buque había otros once tripulantes (nueve portugueses y dos indonesios), que fueron rescatadas con vida. Todos son hombres, de edades comprendidas entre los 30 y los 65 años.
La alarma saltó a las 4.33 horas (una más en Galicia), cuando trascendió que un cerquero de bandera portuguesa, con 17 tripulantes, había volcado a una milla náutica (1,8 kilómetros) de la costa de São Pedro de Moel y la playa da Vieira, en el ayuntamiento de Vieira Grande (centro del país). El Virgem Dolorosa, de 24 metros de eslora, estaba registrado en el puerto de Póvoa de Varzim, pero operaba habitualmente en la zona del siniestro, con base en el puerto de Figueira da Foz, de donde había partido unas cinco horas antes. La mayoría de sus tripulantes son también del entorno de Figueira da Foz y no se han dado detalles de si había lazos de parentesco entre ellos.
A mediodía, el portavoz de la Marina Portuguesa, el comandante José Sousa Luís, detalló que la alerta fue recibida a través de una llamada telefónica desde una embarcación de pesca y de la activación de la radiobaliza del Virgem Dolorosa. De inmediato se movilizó la embarcación de la estación salvavidas de Nazaré, que se desplazó al lugar de los hechos.
Los primeros náufragos fueron recogidos por barcos que faenaban en la zona, que evacuaron a dos personas. «Las llevaron al puerto de Figueira da Foz y, a su llegada, una de ellas ya había fallecido», explicó Sousa. Posteriormente, cuando la lancha de rescate de Nazaré llegó al lugar, «recogió a otras dos personas que se encontraban en otro barco pesquero que acudió en auxilio, pero ambas ya estaban muertas, desgraciadamente, y fueron trasladadas al puerto de Nazaré».
El capitán marítimo de Figueira da Foz, Pedro Cervaens Costa, admitió que si no hubiese otros pesqueros faenando en el área «tendríamos una tragedia aún mayor». También ayudó el hecho de que los tripulantes llevasen puestos los equipos de protección individual.
Aunque en un principio se notificó la desaparición de siete personas, pronto fueron localizadas cuatro más, hasta completar un total de once rescatados con vida. Algunos, en estado de shock, pasaron a ser atendidos por los servicios psicológicos de la Policía Marítima.
Investigación de las causas
Al llegar a la zona del siniestro, los servicios de rescate encontraron la embarcación accidentada dada la vuelta, con la quilla al sol. Todavía no se han aclarado los motivos del suceso, que se están investigando, pero el siniestro podría deberse a que, en un momento en el que estaban subiendo a bordo el pescado, el viento que inclinó el barco hasta que volcó. «La agitación marítima no era considerable», pero «la proximidad de la costa puede haber influido», dijo esclareció Cervaens Costa.
Desde la madrugada también permanecen activas dos embarcaciones de la Estación Salvavidas de Nazaré y de Figueira da Foz, un equipo de vigilancia aérea del Comando local de la Policía Marítima de Nazaré y un helicóptero de la Fuerza Aérea Portuguesa. Además, se desplazaron elementos del SeaWatch, de la Autoridad Marítima Nacional y el Equipo de Buceadores Forense. Cerca de 40 operarios continuaban movilizados hasta el anochecer.
«É inexplicable», dice el armador de un barco «seguro e moderno»
Las autoridades marítimas de Portugal han abierto una investigación sobre el siniestro para determinar las causas del naufragio. «En este momento estamos centrados en la búsqueda de los tres desaparecidos», dijo el portavoz de la Marina, José Sousa Luís. También señaló que había un equipo de buzos de la Policía Marítima examinando la embarcación, que «no está hundida, sino que está flotando boca abajo, con las redes envolviéndola», detalló. También se envió hasta el lugar un equipo forense de la Policía Marítima «para verificar si hay alguien en su interior o atrapado en las redes». Así, aunque las condiciones del mar no permiten que los profesionales accedan al barco, «en principio, no parece que haya ningún cuerpo enredado en el aparejo». Los buzos entrarán «en cuanto el mar lo permita», explicó Sousa Luís ya por la tarde, cuando se estaba garantizando que el buque se mantuviera a flote.
Las autoridades planean retirar el barco, pero antes deben comprobar que no hay nadie en su interior y esperar a que los buceadores forenses realicen los análisis peritales. «Se está haciendo una monitorización continua. En principio, el oleaje no es suficiente para que el barco haya naufragado. Las condiciones en el momento del accidente no eran fuera de lo normal», explicaron las autoridades, que descartaron también una colisión con bancos de arena.
En declaraciones a medios locales, el armador del barco, António Le, dijo que «esto es inexplicable, un momento de dolor y silencio ensordecedor». Garantizó que la embarcación era «segura y moderna», cumplía con los requisitos y que la tripulación era experimentada. «Hay fenómenos de la naturaleza indescriptibles».
Figueira da Foz declaró luto municipal y el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, Luís Montenegro, expresaron públicamente sus condolencias.