Francia se adentra en una era de incertidumbre

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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Carteles electorales de la ultraderecha en París.
Carteles electorales de la ultraderecha en París. Mohammed Badra | EFE

El país se cita en unas legislativas anticipadas que se anuncian históricas por la más que previsible victoria de la ultraderecha de Marine Le Pen y la amenaza de bloqueo político

30 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie en Francia esperaba empezar las vacaciones de verano con unas elecciones legislativas convocadas por Emmanuel Macron en la misma noche electoral de las europeas en reacción al triunfo de la extrema derecha. Pero tras la sorpresa ha llegado el interés creciente por la convocatoria de este domingo, lo que hace esperar un récord de participación. Algunos sondeos apuntan hasta un 66 %. No se puede votar por correo, pero los electores pueden dar poderes a otra persona para que pueda ejercer ese derecho en su nombre, y son más de dos millones de ciudadanos los que han realizado las gestiones para participar así en estos comicios.

Son unas elecciones inesperadas y cargadas de incertidumbre ante la más que previsible victoria de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y la amenaza de un bloqueo político si no consigue la mayoría absoluta.

Jeanne, que acaba de jubilarse, es votante conservadora y piensa que puede ocurrir cualquier cosa: «No sabemos qué va a pasar. Si gana el Nuevo Frente Popular vamos derechos a la banca rota, y si gana la extrema derecha, la gente se va a echar a la calle. En cualquier caso, el año que viene va a ser horrible». Todo el mundo da por hecho que Juntos, la coalición del presidente Emmanuel Macron, va a perder la mayoría.

Jeanne vota en la circunscripción novena de París, donde se presentan diez candidatos a las elecciones, pero, igual que en la mayoría de las 577 circunscripciones, son solo los candidatos de las tres grandes formaciones —Agrupación Nacional, Nuevo Frente Popular (NFP) y Juntos— los que tienen más posibilidad de calificarse para la segunda vuelta.

Propuestas

En esta campaña relámpago, los electores han estado atentos a las propuestas sobre poder adquisitivo, inmigración y seguridad, que son los temas en los que la ultraderecha ha basado su campaña, y lo que hace que los sondeos le den una clara victoria en la primera vuelta con un 36 % de intención de voto, seguida por la alianza izquierdista Nuevo Frente Popular (un 29 %) y la coalición macronista Juntos (cerca de un 20 %).

Hasta ahora, siempre que había una posibilidad de que la extrema derecha pudiera ganar sobre el papel unas elecciones, el resto de formaciones políticas se aliaban para formar lo que se llama «frente republicano». Así impedían que el Frente Nacional (hoy RN) consiguiera su fin. En las elecciones presidenciales del 2002, Jacques Chirac obtuvo 20 millones de votos más que su contrincante, Jean-Marie Le Pen.

Hoy ese discurso no funciona. De hecho los electores comenzaron a saltárselo en las presidenciales del 2022, en las que la diferencia de votos entre Macron y Le Pen se redujo a 5 millones.

La izquierda también podría obtener hoy un buen resultado gracias al Nuevo Frente Popular, en el que socialistas, ecologistas, comunistas y radicales ofrecen un programa común. Según Gilles Finchelstein, secretario general de la Fundación Jean Jaurès, sus votantes buscan más la victoria de sus ideas que impedir que triunfen las de la extrema derecha. Lo que ocurra en la segunda vuelta es hoy una incógnita.

Antoine, funcionario de Justicia, suele votar por los comunistas, pero en las pasadas elecciones europeas acabó haciéndolo por el Partido Animalista «porque no me convencía el discurso de nadie». Ahora, tres semanas después se ve en la misma tesitura. La cabeza le dice que debería votar al NFP, pero le echa para atrás la figura omnipresente del líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. «No puedo soportarlo».

¿Cómo es el sistema de las legislativas en Francia?

Más de 49,5 millones de franceses mayores de 18 años están llamados a elegir a los 577 diputados en otras tantas circunscripciones uninominales, de las cuales 27 se refieren a departamentos, regiones y comunidades de ultramar y 11 a residentes en el extranjero. Más de 87.000 ciudadanos galos se han registrado para participar en España, que forma parte de la quinta circunscripción junto con Portugal, Andorra y Mónaco.

Al término de la primera vuelta, quedan elegidos diputados aquellos candidatos que consiguen más del 50 % de los votos emitidos en su circunscripción siempre que eso represente al menos el 25 % de los electores inscritos en el censo.

Si nadie ha obtenido la mayoría absoluta de los votos, pasan a la segunda vuelta los dos que han terminado en las primeras posiciones, así como los candidatos que hayan conseguido en la primera vuelta un número de votos equivalente a cuando menos un 12,5 % de los electores inscritos en la circunscripción. Eso significa que cuando el nivel de participación es relativamente alto, como se prevé que ocurra este domingo (los sondeos anticipan en torno al 64-66 %), pueden calificarse para la segunda vuelta tres o en casos excepcionales hasta cuatro candidatos.

En la segunda vuelta se lleva el escaño el que tenga más sufragios y los demás se quedan sin nada. Por eso es frecuente que un candidato, aunque se haya calificado, se retire si cree que tiene pocas posibilidades para evitar que sea diputado un candidato cuya victoria quiere evitar a toda costa. Por ejemplo, en estos comicios teniendo en cuenta la victoria de la ultraderecha que preludian todos los sondeos, los partidos de la coalición de izquierdas ya han anticipado que en la segunda vuelta pedirán el voto para el aspirante que tenga más posibilidades de impedir la elección de los designados por Marine Le Pen.

Aunque formalmente es el presidente de la República quien nombra al primer ministro que luego forma su Gobierno, la composición de la Asamblea Nacional que salga de estos comicios limitará mucho su margen de maniobra.