PARA, JUEGA, DESCUBRE 111 HORMIGAS... y conecta con menos wifi con tu pareja, tus hijos y tus amigos. Este verano los deberes son para los adultos, que no por esforzarnos sacamos buena nota. Consultamos a expertos y a niños para aprobar en la asignatura Vacaciones. No catees lo importante, que este verano no se repite
02 jul 2024 . Actualizado a las 09:27 h.A las prisas, ¡verano, tiempazo de niños! A más de un adulto hay que recordarle el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que reconoce «el derecho al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar en la vida cultural y en las artes». Es un derecho que tenemos también los adultos, al que no deberíamos renunciar ni cuando arrastramos los años al andar. Este verano, los deberes son para padres, madres y profes. Hemos consultado a profesionales y a algunos expertos de corta edad. Aquí van sus deberes para aprobar esa asignatura troncal llamada Vacaciones.
1. Juega
«Los mayores tienen que jugar». Así lo proclaman por unanimidad los alumnos de la primera escuela bosque de Galicia, Nenea. «Los mayores tenéis que jugar, y si es en el bosque, mejor», dicen los niños. A la propuesta se suma la educadora Bibiana Marful. «¿A que te gustaba jugar cuando eras pequeño?», pregunta la profe. «¿La comba, el brilé, el baloncesto? ¿Juegos de mesa, deportes? Enséñales a tus hijos algún juego de tu infancia. Seguro que les encanta», propone la profe de Nenea.
2. Dedícate tiempo
El tiempo es la asignatura esencial para que a padres y madres no nos quede el verano pendiente. Así lo entiende el doctor en biología David Bueno, autor de El cerebro del adolescente. La adolescencia necesita tiempo para dar paso a un adulto saludable. Y los adultos no debemos perder de vista ese valor que no se aplaza, que caduca. «1. Dedícate más tiempo, limitando el uso de redes sociales y tecnología digital. 2. Dedica tiempo y atención plena, de forma presencial, a las personas que quieres. 3. Dedica tiempo, sin prisas, a respirar y disfrutar de la belleza natural», propone David Bueno.
3. Escucha a los pájaros: ¿qué dicen?
Esta es otra propuesta de Bibiana Marful, de la escuela Nenea, para adultos que necesitan menos pantalla y más naturaleza: «Busca un lugar en la naturaleza, vale un parque o un jardín. ¡Si es un bosque, mejor! Ponte cómodo y pon oído: ¿Qué dirán los pájaros? Oír el canto de las aves mejora el estado de ánimo, pues el sistema nervioso lo asocia con la seguridad y eso nos hace sentir relajados», señala. Según un estudio de la revista Reports, mirar y escuchar a los pájaros mejora la salud mental, con un impacto positivo en el estado de ánimo que puede durar hasta ocho horas.
4. Improvisa
«Las vacaciones de verano son sobre todo para ser flexibles, para improvisar y dejar de planificar tanto... Durante muchos meses tenemos la agenda llena de planes y horarios, entradas y salidas. Y se nos olvida que la vida es improvisar», advierte a YES la maestra y psicopedagoga Patricia García, fundadora de Trazos Class, que ha convertido Redondela en uno de los centros del aprendizaje creativo en España. Esa libertad de horario es una recomendación saludable que hace la profe a sus colegas y a padres y madres, para mitigar los efectos de la presión y prevenir el estrés que lastra la atención plena y el tiempo de calidad. «En vacaciones no hay que dejar de hacer cosas, hay que improvisar más y hacer cosas distintas. Esas experiencias diferentes a las que se prestan las vacaciones (una excursión, un viaje, probar una comida nueva) son las que nos hacen romper los esquemas», dice quien afirma que cuanto menos planifica mejor le salen las cosas.
5. Coge un folio...
Un folio en blanco, y dibuja en él unas casillas para los deberes vitales que harás este verano. «Lo que vayas haciendo a lo largo del verano lo marcas. La primera tarea: sé capaz de levantarte un día sin planes y aprovecha el día sin planificar nada», nos indica Patricia García, que sugiere a los profesores que hagan un diario, a modo de autoevaluación, del curso pasado, repasando lo académico y lo emocional, los aciertos y los errores, considerando qué harían de otra manera, poniendo el foco en aquellos casos en los que les costó más conectar con el alumno. «La vida es no dejar de aprender. No vale el ‘yo siempre lo he hecho así’», dice Patricia García.
6. Aprende algo nuevo
Es un deber de verano en el que coinciden varios de los expertos consultados para esta lista de tareas vitales para seguir medrando a partir de una edad. Como adultos, para recordarnos que no dejamos de aprender, hay que aprender algo concreto. Una receta, un deporte, una manualidad. «Podemos aprender a hacer una trenza, como las que vemos hacer a los niños en la playa, o una pulsera de las que hacen en tiempo de recreo». Pintar piedras, hacer un florero con las flores que encontramos en un paseo o tejer una prenda valen, por supuesto. El bricolaje también (para papás, profes y niños y adolescentes, dice la divulgadora experta en adolescencia Diana Al Azem). Aprender un juego de mesa nuevo es buena opción. «Muchas veces los niños no saben jugar —señala Patricia García—. Deben aprender a hacerlo, porque es educativo. No saben gestionar la paciencia que supone acabar una partida de un juego de mesa». Esos juegos son fundamentales para trabajar cuestiones como el cálculo, la agilidad mental o el trabajo colaborativo.
7. Descubre 111 hormigas...
Observar el organizado trabajo de las hormigas es uno de los deberes que les puso el verano pasado a los chavales Profe Manolo, autor de Deberes de vida. Adultos, os proponemos pasar tardes hormigueras con el juego de cartas 111 hormigas. Es una sugerencia de la creadora de PlayFunLearning, María Couso, máster en Psicopedagogía Clínica y Neuroeducación, y una de las mayores divulgadoras sobre la importancia de los juegos de mesa en el desarrollo del niño. «Al 111 hormigas puedes jugar en pareja o en familia. Su sencilla mecánica te permite encontrar tiempo fácilmente para conectar con las personas que más quieres», apunta Couso. Otro de los juegos que propone la maestra viguesa es Dice Cup, «que engancha por su sencillez al tener que tirar los dados e intentar localizar el conjunto de ellos con el valor más alto».
8. Abraza
Abraza mucho, nos propone entre los deberes de verano la fundadora del hogar educativo Trazos Class. Muchas veces las prisas y las agendas-sudoku nos privan de esta medicina natural que la psicóloga Marian Rojas nos recomienda darnos con el detalle de prescribir el tiempo necesario para que haga efecto: los abrazos de ocho segundos alivian el dolor, ayudan a reducir el estrés y aumentan la sensación de bienestar. Patricia García propone el abrazo como uno de los deberes vitales del verano. «Vale también una nota con un mensaje cariñoso sobre la mesa».
9. Ten tres rutinas al día
Despejar la agenda, buscando tiempos para aburrirnos (o bien, enfocándolo de otra manera, para tener la oportunidad de crear y hacer cosas no predeterminadas, más creativas), es una propuesta para padres y madres (con efecto en los hijos) de la divulgadora Diana Al Azem, fundadora y CEO de Adolescencia Positiva, autora de AdolescenteZ de la A a la Z, que nos pone entre los deberes «tener muy en cuenta los agradecimientos». «Agradece lo que tienes, tanto al levantarte cada mañana como al acostarte cada noche», propone Al Azem, que para evitar el caos propone hacer dos o tres rutinas fijas al día. «Para evitar, con los niños, eso de levantarse y enchufarse a la tele», concreta.
10. Una peli para hablar (sin que sea forzado o violento)
Las pantallas no están prohibidas en esta lista, ojo a su uso, porque pueden ser una ventana a una conversación «sobre sexualidad con tu hijo adolescente, por ejemplo», apunta Diana Al Azem, que dice que a veces una serie o una película nos ahorran ese apuro de lanzarnos sin red a una charla con miga educativa con nuestros hijos. «Con tu hijo adolescente no tienes que tener ‘La Conversación’. Aprovecha cualquier momento del día que no resulte forzado. Elige en función de la edad del niño. Del revés es una buena elección. Dos que pueden ir bien con adolescentes son Merlí y Sex Education», cuenta la divulgadora, que visitará Galicia en el mes de septiembre con la influyente ginecóloga Miriam Al Adib.
11. Playea, amiguea, baila, canta, ríe, haz deporte...
Dedicarse tiempo a solas, meditar, disfrutar de la playa, buscar momentos con nuestros amigos, cantar, reír y bailar mucho son parte del currículo que hay que hacer en tiempo de vacaciones, apuntan los expertos consultados para elaborar estos deberes de vida.
12. ¡Escucha a los niños!... sin mirar el móvil ni el reloj
«De los niños se habla mucho, pero no se les pregunta nada», nos advirtió en una entrevista en YES el pedagogo Francesco Tonucci. La directora de Trazos Class preguntó esta vez a varios de sus alumnos qué deberes pondrían a sus padres. Aquí van las propuestas: Icía, de 4.º de primaria, le pone a su madre la tarea de «ir a la playa, descansar y hacer lo que ella considere». Sara, de 4.º de primaria, sugiere a sus mayores «dibujar e ir a la piscina». Y a los profes les recetan «ir de cámping, andar en bici, ir a la playa, jugar mucho con sus hijos y pasear con gente».
Noa, también de 4.º, les pone a los padres como deberes «no enfadarse ni decir cosas sin pensar». ¡Ejercicio de reflexión! Y Hugo, de 1.º de primaria, les pide a sus padres hacer «muchas matemáticas y jugar» con él.
¡A jugar! El tiempo no es oro, es arena...