El informe de la ONU también alerta sobre la irrupción de nuevos opioides sintéticos, aunque el cannabis sigue siendo la droga más consumida a nivel mundial
01 jul 2024 . Actualizado a las 19:50 h.Con niveles récord de producción y consumo, el narcotráfico de la cocaína se ha disparado tras la pandemia de covid-19 y experimenta un auge inédito, asociado cada vez más a brotes de violencia e inestabilidad sociopolítica en varios países, advirtió la ONU este miércoles en Viena.
El Informe Mundial sobre Drogas 2024, difundido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), recuerda que la mayoría de la cocaína se produce en la región andina de América del Sur. Si bien esta droga llega a todas las regiones del planeta (más del 90 % de los países han informado de incautaciones desde 2019), su mayor mercado de destino sigue siendo Estados Unidos, seguido de Europa.
«Tras un paréntesis durante la pandemia de covid-19, el mercado mundial de cocaína ha seguido expandiéndose» en todos sus aspectos, desde la oferta y la demanda hasta las rutas de contrabando y los mercados de consumo, indica el documento.
Récord de producción
«El nivel de fabricación de cocaína alcanzó un nuevo récord en 2022, con 2.757 toneladas de cocaína pura», un 20 % más que el año anterior y el triple de los volúmenes de 2013 y 2014, añade. Según los indicadores de consumo de la cocaína, también crece la demanda de esta droga a cifras récord. La ONU estima que 23,5 millones de personas -el 0,45 % de la población mundial- consumieron cocaína en el 2022.
Las incautaciones confirman que el tráfico internacional de cocaína se realiza principalmente por mar: el 80 % de las cantidades incautadas en los últimos años fueron confiscadas en operaciones marítimas, porcentaje que superó el 90 % en 2023. Las rutas marítimas abarcan áreas geográficas cada vez más extensas.
Violento impacto
La ONUDD destaca que el auge del narcotráfico está asociado a un fuerte aumento de la violencia y los enfrentamientos entre bandas criminales, una tendencia que amenaza la estabilidad social y política de las naciones afectadas.
«El impacto del tráfico de cocaína es visible en países como Ecuador, donde, en los últimos años, el aumento de la cocaína procedente de Colombia ha provocado una ola de violencia letal vinculada a grupos delictivos locales y transnacionales», destaca la organización con sede en Viena. Reflejo de este desarrollo es un aumento paralelo del decomiso de cocaína y el número de homicidios: entre 2019 y 2022, ambos se quintuplicaron en Ecuador. Según el informe, los índices de asesinatos más altos se registraron en zonas costeras utilizadas para el contrabando de la cocaína con destino a Norteamérica y Europa.
La mayor parte de los grupos de delincuencia transnacionales que protagonizaron el violento deterioro provenían de México y de países de los Balcanes. También en la región del Caribe se registró un incremento de la violencia y los homicidios junto a un aumento de las cantidades de cocaína incautada.
Hospitalizaciones y muertes
Por otro lado, en los mercados de demanda, sobre todo en Europa occidental y central, «son cada vez más evidentes los daños» que causa esta droga. «La intensidad del consumo está aumentando, al igual que las hospitalizaciones, la demanda de tratamiento para la cocaína 'crack', y las muertes», resalta el informe.
Si bien el consumo sigue concentrándose en América y Europa, han surgido nuevos centros de distribución en las cadenas de suministro global y los mercados se están expandiendo hacia África y Asia. «Cada vez hay más pruebas de un aumento del consumo y de los daños relacionados con la cocaína en países de África y Asia», indica la ONU, aunque admite que la escasez de datos dificulta evaluar al completo la situación.
El consumo de drogas aumentó un 20 % en la última década
Un total de 292 millones de personas consumieron drogas en el 2022, un aumento del 20 % respecto a los datos de 2012, de los que el 78 % utilizaron cannabis, según informa este miércoles la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El Informe Mundial sobre las Drogas 2024 de la ONUDD incluye en estas cifras tanto a consumidores habituales como a quienes probaron estas sustancias por primera vez.
En el desglose, el cannabis sigue siendo la droga más consumida en todo el mundo, con 228 millones de usuarios, seguida de los opioides, con 60 millones; las anfetaminas, con 30 millones; la cocaína, con 23,5 millones; y el éxtasis, con 20 millones.
La jefa de Investigación y Análisis de la ONUDD, Angela Me, resaltó las «grandes disparidades crónicas» en el consumo de estos estupefacientes, que varían según la edad, el sexo y la ubicación geográfica.
En cuanto a las disparidades por edad, el epidemiólogo de la ONUDD Kamran Niaz alerta de que se ha registrado un mayor número de ingresos hospitalarios por «casos de psicosis inducida por cannabis, trastornos u otros efectos agudos por ingestión».
En esta línea, el informe señala que los adolescentes muestran una mayor prevalencia de consumo de drogas que los adultos, y destaca el cannabis con un 5,5 %, frente al 4,4 % observado en la población general. Esta tendencia mantiene una correlación con el aumento del vapeo entre los adolescentes, ya que algunos cigarrillos electrónicos permiten inhalar cannabis, subraya Niaz. En relación a esta sustancia, la ONUDD recuerda que se ha legalizado su uso recreativo en Canadá, Uruguay y varios Estados de EEUU, territorios donde «parece haberse acelerado el consumo nocivo de la droga». Esa legalización ha traído la diversificación de los productos derivados del cannabis, muchos de ellos con alto contenido en THC.
Las hospitalizaciones relacionadas con trastornos por consumo de cannabis y la proporción de personas con trastornos psiquiátricos e intentos de suicidio asociados a su consumo habitual han aumentado en Canadá y Estados Unidos, especialmente entre los adultos jóvenes.
La ONUDD advierte que los trastornos causados por el uso de drogas a una edad temprana «son especialmente preocupantes» al generar un «círculo vicioso que implica un menor nivel educativo y reduce las posibilidades de reinserción social».
En 2022, la mayoría de menores de 25 años en tratamiento se encontraban en América del Sur, Centroamérica y África, representando un 49 %, 37 % y 31 % de los casos, respectivamente.
Las diez claves del Informe Mundial de Drogas 2024 de la ONU
A nivel general, la ONU destaca en su Informe Mundial sobre Drogas 2024 que el número de consumidores de estupefacientes ha crecido en los últimos diez años, y que al mercado están llegando más opioides sintéticos que suponen una grave amenaza para la salud pública.
Estas son las diez claves del informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), publicado este miércoles en Viena.
1.- En 2022, un total de 292 millones de personas consumieron alguna droga en todo el mundo, una caída del 1,3 % respecto al año anterior. Sin embargo, esa cifra de consumidores supone un aumento del 20 % sobre las cifras de hace una década.
2.- De los 64 millones de personas que sufren algún tipo de trastorno relacionado con el consumo de drogas, solo el 9 % recibe tratamiento. Ese bajo nivel de acceso a terapias afecta más a las mujeres (5 %) que a los hombres (18 %).
3.- En general, aunque las mujeres sólo suponen el 25 % de todos los consumidores de drogas, sufren mucho más que los hombres la violencia, los abusos y el daño para la salud asociados. Por ejemplo, las mujeres que se inyectan drogas tienen 1,2 veces más probabilidades de contagiarse de VIH que los hombres.
4.- El cannabis sigue siendo, con diferencia, la droga más consumida. Del total de usuarios, el 78 % probaron esta droga, frente al 20 % que consumieron opioides y el 10 % anfetaminas. La cocaína fue probada por 23,5 millones de personas, un 8 % del total, y el éxtasis por 20 millones, un 7 %.
5.- De los 14 millones de personas que se inyectan drogas, el 49 % tiene hepatitis C, el 11,5 % están infectados de VIH y el 10 % con ambas enfermedades. La ONUDD advierte de que el riesgo de contagiarse de VIH es 35 veces mayor entre quienes se inyectan drogas.
6.- El cultivo de hoja de coca subió un 12 % entre 2021 y 2022 y la producción de cocaína pura alcanzó las 2.757 toneladas, un 20 % más, y superando el récord marcado en 2021. Esta avalancha es paralela a un aumento de la violencia en las zonas de producción y tránsito, sobre todo Ecuador y el Caribe, y de consumo, como Europa Occidental.
7.- Por contra, la prohibición de plantar adormidera en Afganistán ha hundido la producción de opio un 74 % entre 2022 y 2023. Esa caída ha afectado negativamente a los ingresos de los agricultores. La caída de la oferta de heroína puede ir acompañada de la irrupción de nuevos opioides sintéticos, como los nitazenos, y de más sobredosis.
8.- La ONUDD también habla en su informe de un «renacimiento» de las drogas psicodélicas de la mano de experiencias de 'mindfulness' y espirituales en países donde se ha legalizado el uso de esta droga. La ONUDD advierte de que no hay certeza sobre las virtudes médicas de estas sustancias y del riesgo de usarlas sin supervisión profesional.
9.- Los opiáceos tramadol y fentanilo continúan amenazando la salud pública en África y en Estados Unidos respectivamente, con cifras muy elevadas de muertes por sobredosis en este último país.
10.- Los grupos de narcotráfico siguen aprovechándose de la inestabilidad en ciertos países para expandir sus actividades ilegales a otros ámbitos, como el tráfico de especies protegidas, la minería o la tala ilegal