Los Veintisiete inician las negociaciones para la adhesión de Ucrania y Moldavia al club comunitario
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La UE aceptó la candidatura en marzo del 2022, solo cuatro meses después de que ambos países la presentasen, en una decisión impulsada por la guerra
25 jun 2024 . Actualizado a las 22:23 h.La Unión Europea inició el martes las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, dos años después de haberles concedido el estatus de países candidatos a entrar en el club, en un contexto marcado por la invasión de Rusia. La guerra, precisamente, ha impulsado el interés geoestratégico de la UE por la ampliación, que llevaba casi 20 años congelada desde la gran incorporación de los países del este en el 2004 y el 2007.
Ucrania solicitó su adhesión a la UE tan solo cuatro días después del inicio de la guerra —el 28 de febrero del 2022— y Moldavia siguió sus pasos esa misma semana, el 3 de marzo de aquel año. Los Veintisiete aceptaron su candidatura cuatro meses después, en un tiempo récord. Su decisión estuvo influida por la guerra, que la UE también ve como una amenaza a su propia seguridad.
Entre los aspirantes, Macedonia del Norte era hasta entonces el país que menos tiempo había tenido que esperar desde que solicitó el ingreso en marzo del 2004: un año y nueve meses, hasta diciembre del 2005. No obstante, igual que ha ocurrido con Ucrania y Moldavia, Serbia y Montenegro también iniciaron sus negociaciones de adhesión dos años después de haber obtenido la candidatura, entre el 2010 y el 2012.
El presidente saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha fijado el horizonte en el 2030 para incorporar a nuevos miembros, pero prácticamente nadie en Bruselas comparte esta ambición.
Tras la primera ronda de negociaciones, la Comisión Europea analizará la legislación de Ucrania y Moldavia para exigirles las reformas que deberán llevar en cada uno de los 33 capítulos que conforman la adhesión y que van desde el respeto al Estado de Derecho al funcionamiento de la economía, pasando por el derecho de los consumidores o la política medioambiental.
Para abrir cada uno de ellos se requiere la unanimidad de los Estados miembros, en un proceso que, además, es reversible, ya que la UE puede decidir reabrir capítulos que se han cerrado previamente si considera que no se está cumpliendo con las reformas exigidas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, avisó el martes de que será «un camino difícil». De hecho, Hungría ha manifestado su intención de frenar la integración de ambos países durante la presidencia rotatoria de la UE que asumirá en el segundo semestre del 2024.
La integración de Ucrania dependerá, ante todo, del devenir de la guerra y de su capacidad de resistir frente a Rusia. En este contexto, sobrevuela el interrogante de si la UE debe incorporar a un país en conflicto. «Esto es una pregunta que nos preocupa y por eso queremos ayudar a la defensa de Ucrania frente a Rusia», reconoció la secretaria de Estado de Alemania de Asuntos Europeos, Anna Luhrmann.
El proceso de ampliación estará marcado también por el aumentado de la extrema derecha en la UE, con formaciones políticas cercanas a Moscú y que reclaman la devolución de competencias que se han cedido a Bruselas. Los Veintisiete también son conscientes de que antes de tener una hipotética UE con más de treinta miembros se requieren reformas internas para mantener la agilidad de la toma de decisiones, en un mundo cambiante al que se quiere adaptar.