El desánimo cunde entre los socialistas catalanes ante el enroque de Esquerra
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El principal escollo de la negociación para la investidura es la financiación de Cataluña y está en manos de Pedro Sánchez
25 jun 2024 . Actualizado a las 09:07 h.A medida que avanzan los contactos entre socialistas y republicanos, el pesimismo va calando entre los negociadores del PSC. La causa es el enroque de Esquerra en el principal escollo, el de la financiación de Cataluña. Muy lejos quedan ya las imágenes de euforia desatada tras el resultado en las urnas el pasado 12 de mayo, hace apenas mes y medio. Hoy, en la sede de la calle Pallars de Barcelona, dominan las caras largas, de preocupación creciente por la cada vez más incierta investidura del candidato socialista a la Generalitat.
El reloj electoral todavía no ha comenzado a correr, a la espera del «acto equivalente» que promulgará este miércoles el presidente del Parlamento, Josep Rull. A partir de ese momento, las negociadoras socialistas, la viceprimera secretaria, Lluïsa Moret, y la portavoz parlamentaria, Alícia Romero, dispondrán de dos meses para tratar de recabar los apoyos necesarios, que pasan por los 20 escaños de ERC. Y tienen que hacerlo en medio de la crisis total que viven los independentistas de izquierdas, que han pasado de ser el partido del Gobierno de la Generalitat a tercera fuerza, con 13 escaños menos y la cúpula dirigente descabezada.
En el PSC son muy conscientes de sus limitaciones: el concierto económico para Cataluña que reclama Esquerra no está en sus manos, sino en las del PSOE de Pedro Sánchez, sometido a sus propias dinámicas internas y con buena parte de las federaciones en contra. El asunto que tienen entre manos no es menor. Acabe bien o mal, los republicanos, socios de Sánchez en el Congreso, han dejado claro que lo que pase en Cataluña no afectará a los pactos en Madrid. No así sus otros socios independentistas, tanto o más decisivos, los de Carles Puigdemont, que ya han advertido al Gobierno de que la financiación catalana deberá pasar por los Presupuestos Generales del Estado del 2025. Si el jefe del Ejecutivo desea que estos salgan adelante, deberá negociarla con Junts, no solo con ERC. Y los neoconvergentes, ansiosos por repetir elecciones, pondrán el listón más alto si cabe.
Aunque la financiación singular es la cuestión central sobre la que pivotará un eventual apoyo de los republicanos, no es la única. Los negociadores de ERC exigen que el acuerdo, en caso de producirse, se firme en Suiza, donde reside la secretaria general saliente, Marta Rovira, que es quien pilota la nave hasta el congreso extraordinario del 30 de noviembre. En el PSC, ya nadie duda de que estos dos meses, de aquí al 26 de agosto, se le van a hacer muy largos.