El deporte y la cultura se unen para pedir el voto contra Le Pen

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

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El líder de RN, Jordan Bardella, dando un discurso ante Marine Le Pen en una imagen de archivo.
El líder de RN, Jordan Bardella, dando un discurso ante Marine Le Pen en una imagen de archivo. Contacto / Alexis Sci | EUROPAPRESS

La ministra de Deportes alaba las declaraciones de Mbappé

18 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Escritores, deportistas, influencers... Diversos grupos han lanzado su propia petición para mostrar rechazo ante el crecimiento de la extrema derecha y la posibilidad cercana de que el 7 de julio la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen acceda al poder en Francia.

La intervención más comentada ha sido la del nuevo jugador del Real Madrid, Kylian Mbappé, que el domingo dijo estar «contra los extremos» y animó a los jóvenes a ir a votar en las próximas legislativas. Algunos dentro de RN no se dieron por aludidos, como su portavoz, Julien Odoul, que dijo en LCI que compartía la aversión de Mbappé por los extremos y «su rechazo a la violencia que caracteriza a la izquierda». En realidad, el capitán de la selección francesa se expresó de forma ambigua, pero luego aclaró que estaba de acuerdo con la posición del también futbolista Marcus Thuram, que ha pedido claramente votar contra la extrema derecha.

No han sido los únicos. En una tribuna que aloja el diario L’Equipe, unas 300 personas del mundo deportivo piden votar «contra la extrema derecha, que acaba de obtener un resultado histórico en las elecciones europeas». Entre otros, firman el texto el extenista Jo-Wilfried Tsonga, la triple campeona olímpica de atletismo Marie-José Pérec y el medallista europeo en triple salto, Benjamin Compaoré, marido de la atleta española Ana Peleteiro.

La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, ha alabado la postura «absolutamente ejemplar» de Mbappé, por querer dirigirse «a los jóvenes en un momento totalmente inédito y decisivo para el futuro del país».

Futbolistas y streamers

Otro que ha seguido sus pasos ha sido el entrenador Thierry Henry, que ayer, durante la rueda de prensa para hablar de los Juegos Olímpicos, comentó que «lo que puede frenar a los extremos es ir a votar. ¡Así que id a votar! Yo estoy contra todo lo que divide». Fue una intervención ambigua, en la línea de Mbappé, sin citar a la Agrupación Nacional sino hablando de «lo que puede unir».

El youtuber Squeezie, con más de 18 millones de seguidores, también se ha posicionado abiertamente contra la extrema derecha. En una carta publicada en Instagarm ha arremetido contra «la incompetencia y peligrosidad» de RN. Su líder, Jordan Bardella, le ha respondido también con una «carta a los jóvenes» en la que contrapone a un agricultor al que acaba de visitar, que cobra 400 euros mensuales, con los «multimillonarios que realizan la noble profesión de influencer copiando los argumentos de La Francia Insumisa [izquierda]».

Otros 200 streamers piden votar por el Nuevo Frente Popular porque «el tiempo de la neutralidad se ha acabado», mientras que un grupo de escritores, como el último premio Goncourt, Jean-Baptiste Andrea, piden el voto «contra la extrema derecha».

Para Frédéric Dabi, director general del Instituto de Estudios de Opinión y Márketing (IFOP), «nadie puede decir» cuál será el efecto de estas llamadas a la movilización que provocan adhesiones o críticas según la tendencia de cada elector. Al menos muestran el interés que despiertan estos comicios, lo que permite aventurar una mayor movilización en las urnas.

El alto coste de las promesas de la izquierda y la ultraderecha

«Los franceses están deprimidos desde la disolución». Así titulaba ayer Le Parisien un artículo sobre el estrés y la ansiedad que observan psicólogos y psiquiatras en sus pacientes desde que Emmanuel Macron anunció de forma inopinada la convocatoria de elecciones. En general hay una especie de estupefacción, de miedo a lo desconocido, y los sondeos no permiten saber cuál será el resultado de las urnas tras la segunda vuelta de las elecciones, el 7 de julio.

A día de hoy es imposible saber cuántos escaños podría obtener cada partido. Según ha comentado en el canal LCI Frédéric Dabi, director general del Instituto de Estudios de Opinión y Márketing (IFOP), hasta la semana que viene no habrá sondeos que tengan en cuenta las peculiaridades de cada circunscripción y hay que conformarse con resultados a nivel general. Los últimos muestran a la Agrupación Nacional (RN, ultraderecha) en cabeza, con un 33 % de intención de voto, seguida por el Nuevo Frente Popular (NFP, coalición de izquierdas), con un 28 %, y Juntos, la coalición macronista, con un 18 %.

Para movilizar a los indecisos, cada partido o alianza hace sus peculiares y costosas promesas. Especialmente RN y el NFP, que rivalizan en generosidad con unos programas cuyo coste se eleva a cientos de miles de millones de euros.

El más oneroso es el proyecto que presenta el NFP, que propone «20 actos de ruptura para responder a la urgencia social». Si gobiernan, van a subir un 10 % el salario de los funcionarios, el salario mínimo será de 1.600 euros, aumentarán las pensiones mínimas hasta el 85 % del salario mínimo, y abolirán la jubilación a los 64 años para fijarla de nuevo a los 60 años. Son medidas que financiarán aumentando los impuestos: aumento de la progresividad del impuesto sobre la renta, reintroducción del impuesto sobre la fortuna y una reforma del impuesto de sucesiones.

En la misma línea, RN propone numerosas reformas difíciles de financiar: la supresión de los impuestos sobre los carburantes, la reducción del IVA sobre un centenar de productos de primera necesidad o la nacionalización de las autopistas. Para financiarlas cuentan con los ingresos procedentes de la lucha contra el fraude y la supresión de la ayuda médica a los inmigrantes.