Puigdemont considera la cesión de Sánchez a ERC un «chantaje inmoral»
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Critica que pacten una financiación «singular» para que gobierne Illa
18 jun 2024 . Actualizado a las 21:57 h.El expresidente catalán Carles Puigdemont arremetió este lunes contra Pedro Sánchez y su promesa de conceder una financiación «singular» a Cataluña a cambio del apoyo de ERC a la investidura del socialista Salvador Illa. Para el candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat, se trata de un «escándalo» porque supone «jugar con el bienestar y el futuro de los catalanes como moneda de cambio de beneficios para el partido», algo que le parece del todo «inmoral», y acusó al jefe del Ejecutivo español de dar argumentos a quienes piensan que los catalanes reclaman un trato que no merecen. «Es decir, que solo se nos concederá lo que reclamamos no porque sea justo, sino porque el partido que ahora mismo gobierna España necesita hacerse con el Gobierno en Cataluña al precio que sea», aseguró Puigdemont en un mensaje en su perfil de X. Y fue más lejos, amagando con retirar el apoyo parlamentario que los neoconvergentes brindan al PSOE: «Los próximos presupuestos generales del Estado tienen que hablar muy claro si quieren contar con nuestro apoyo», advirtió el líder independentista. En una entrevista en La Vanguardia, Sánchez elogió el «liderazgo y compromiso» de ERC para la consecución de los indultos y la amnistía, y abogó por «consolidar la relación estratégica» entre ambas formaciones políticas.
Aunque la negociación entre socialistas y republicanos está muy verde, acaba de comenzar, la secretaria general de ERC ya ha puesto las cartas sobre la mesa. Los de Marta Rovira exigen a los socialistas un modelo de financiación específico para Cataluña, al margen del régimen común, de la misma manera que tienen vascos y navarros por mandato constitucional. El concierto catalán que plantea Esquerra pasaría por la gestión de todos los tributos que se recaudan en la comunidad (en la actualidad, apenas llega al 10 %), en línea con el plan presentado por el presidente de la Generalitat en funciones y candidato republicano a la reelección, Pere Aragonès, durante la campaña del 12M. La propuesta de soberanía fiscal plena que defienden los independentistas o, como suelen decir en ERC, controlar la «llave de la caja» de los recursos públicos, significaría un modelo propio con el que Cataluña recaudaría y gestionaría todos los impuestos, hasta unos 52.000 millones de euros al año, el doble que en la actualidad.
Discreción
Las primeras conversaciones para la investidura de Salvador Illa tienen lugar con suma discreción y en paralelo a la ronda de consultas que el presidente del Parlamento, Josep Rull, celebra esta semana de cara a la investidura del próximo presidente de la Generalitat. Rull se reúne este martes con los grupos minoritarios y mañana miércoles lo hará con ERC, Junts y el PSC. Este último es el claro vencedor de las pasadas elecciones, y a priori el que cuenta con mayores posibilidades de salir airoso, aunque sus 42 escaños son del todo insuficientes para alcanzar la mayoría, que se sitúa en 68. En principio, en la calle Pallars, sede del PSC, se inclinan por eludir el primer debate de investidura, que tendrá lugar con toda probabilidad el próximo martes, al no contar con el apoyo de los 20 diputados de Esquerra que, pese a perder 13 escaños, tienen la llave de la gobernabilidad. Por el momento, los socialistas catalanes descartan explorar mayorías alternativas, que pasarían en todo caso por el concurso del PP y los comunes, como hizo Jaume Collboni para asaltar la alcaldía de Barcelona el año pasado.
El líder de Junts no cumple
Tampoco Carles Puigdemont tiene previsto volver a España para este primer debate de investidura, incumpliendo lo que prometió en campaña, al no disponer de los avales necesarios y con la posibilidad (cierta) de que sea detenido en cuanto pise suelo español.
Además, los socialistas deberían abstenerse, un planteamiento que estos siguen rechazando por activa y por pasiva. Ante la falta de apoyos para que ninguno de los dos candidatos posibles sea proclamado presidente, Josep Rull podría optar por ejecutar el llamado «acto equivalente», una formalidad documental que serviría para activar el reloj y disolver la Cámara en un plazo de dos meses, si no hay investidura en este tiempo. El plazo culminaría el próximo 25 de agosto y llevaría aparejada la convocatoria de nuevas elecciones para principios del mes de octubre.
Más de 300 dirigentes y ex cargos de Esquerra Republicana le piden a Junqueras que no vuelva
En plena pugna interna por los liderazgos de Esquerra, hasta 309 dirigentes, actuales y pasados, han firmado un manifiesto en el que piden una «renovación general» de la cúpula de los republicanos. El documento, al que se puede acceder por internet y está abierto a toda la militancia, subraya la necesidad de llevar a cabo una «transición tranquila» para «reimpulsar» el proyecto republicano, muy tocado después de un ciclo electoral a la baja que evidencia un «descenso estructural». En las pasadas elecciones catalanas, ERC sufrió un descalabro que le supuso la pérdida de 13 escaños, de los 33 que obtuvo en el 2021.
Aunque sin citarlo, el mensaje va dirigido a Oriol Junqueras, que renunció hace unos días a la presidencia, aunque mantiene la intención de volver en el congreso extraordinario que ERC celebrará el próximo 30 de noviembre. Un paso al lado para abrir un período «de reflexión y escucha activa», y que se sumó a la dimisión del presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, y al anuncio de la secretaria general, Marta Rovira, de no optar al cargo en noviembre.
Entre los firmantes no figuran Aragonès ni Rovira, pero sí hasta cinco consejeros del Gobierno catalán, entre ellos la vicepresidenta de la Generalitat en funciones, Laura Vilagrà, o el titular de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, así como la número dos del grupo parlamentario en el Congreso, Teresa Jordà, o la portavoz del partido, Raquel Sans. También destacan otros pesos pesados, como Sergi Sabrià, Joan Manuel Tresserras, Ernest Benach, Marta Molina, Ernest Maragall, el expresidente Joan Puigcercós o el ex secretario general Joan Ridao. Y cargos relevantes del mundo local, como el teniente de alcalde en Gerona, Quim Ayats; el alcalde de Manresa, Marc Aloy; o el concejal de Barcelona, Jordi Castellana.
«Es imperativo repensar y modernizar la organización para fortalecerla. Una insoslayable transición interna tranquila tiene que ser la semilla para un nuevo impulso», señala el documento. Bajo el lema «Reactivamos la Esquerra Nacional», sus autores esgrimen que, tras una década de pujanza, el actual proyecto «ha tocado techo» y necesita «aire fresco» para reflotar. En definitiva, los firmantes se alinean con las tesis defendidas por la secretaria general, Marta Rovira, partidaria de una «transición interna tranquila» que implique un relevo en todos los liderazgos de la formación, incluido el de su hasta hace bien poco líder indiscutible, Oriol Junqueras.